IA vs IA: Cómo la Integridad Académica le hace frente a la Inteligencia Artificial
Este 18 de octubre se celebra el Día Internacional de Acción por la Integridad Académica. Pero, ¿por qué es importante, cómo influye la inteligencia artificial y cómo sabemos si nuestro actuar es íntegro en tanto estudiantes, integrantes del cuerpo académico o administrativo profesional?
Corría el año 2016 y la UC trabajaba en la creación de un Código de Honor que buscaba interpelar y comprometer a todas y todos los integrantes de la Universidad Católica, a construir una comunidad basada en valores o principios orientadores, que permitieran alcanzar una sana convivencia y, sobre todo, formar mejores personas al servicio de la sociedad.
En ese marco, desde la Vicerrectoría Académica se ha trabajado en la definición y socialización de una cultura de integridad académica que, a través de su Política de Integridad Académica UC basada en los valores de honestidad, veracidad, confianza, justicia, respeto y responsabilidad, busca avanzar y permear a toda la comunidad en tanto institución formativa.
“Hoy más que nunca es importante que toda nuestra Comunidad: estudiantes, profesionales y administrativos, cuerpo académico e investigadores, hagan propia esta cultura de integridad académica. Nos encontramos en un contexto desafiante. Las nuevas tecnologías y la irrupción de la inteligencia artificial en la vida cotidiana es una realidad que llegó para quedarse y la educación superior no está ajena de ese panorama, tampoco lo está nuestra universidad”, explica Gonzalo Pizarro, director Académico de Docencia, quien ha liderado este trabajo, en el que han colaborado docentes y representantes estudiantiles.
A partir de la adhesión al Código de Honor por parte de la Comunidad UC, se han desarrollado múltiples acciones con miras a avanzar en esta materia. Así, se reformó la Formación General, poniendo énfasis en el desarrollo del discernimiento ético como una habilidad superior a alcanzar, que se suma a aquellas transversales a los cursos de este tipo. Asimismo, se han desarrollado diversas instancias de comunicación, difusión y extensión que tienen como finalidad informar a la comunidad y hacerla partícipe de esta cultura UC. Una de las recientes actividades tuvo lugar a principios del 2023, con la visita del experto David Rettinger. En esa oportunidad, el presidente emérito del Centro Internacional para la Integridad Académica explicó que los enfoques punitivos no funcionan para lograr la integridad académica.
Así lo han evidenciado desde la Escuela de Ingeniería. En septiembre recién pasado, Ricardo Vilches, subdirector de Asuntos Estudiantiles; Felipe Zapata, coordinador de Procesos Estudiantiles; y el profesor Francisco Suárez, director de Pregrado, junto a representantes de la Vicerrectoría Académica, Gonzalo Pizarro y Cecilia Arce, participaron en la 11° Conferencia de Integridad Académica, actividad que se llevó a cabo en la Universidad de Monterrey (México), donde expusieron la ponencia “Lecciones del fomento de la cultura de Integridad Académica en la Escuela de Ingeniería UC”.
"La Escuela lleva muchos años preocupada de este tema, pero desde 2018 que ha tomado un rumbo con una mirada de aprendizaje, es decir, cambiando el castigo o sanción por un proceso de carácter formativo en la gestión de las faltas, en armonía con los lineamientos de la VRA. Esto no significa que en las faltas a la integridad no se aplique el reglamento, eso sí ocurre”, explican los académicos, agregando que “cada proceso se revisa en detalle y de manera individual, para analizar dónde podemos generar un cambio de actitud y mentalidad de los y las estudiantes que comenten estas faltas que, en muchos casos, ocurre por desconocimiento a los procesos y reglamentos".
Por ello, informar al estudiantado respecto de las directrices sobre faltas es fundamental. Una de las medidas que ha tomado la UC frente a esto es la creación de un protocolo institucional de gestión de faltas a la integridad académica, documento que fue presentado el año 2022 y que “se caracteriza por su enfoque formativo de gestión y que tiene como foco la adquisición, por parte del estudiantado, de aprendizajes y herramientas que les permita fortalecer su práctica académica”, explica Cecilia Arce, profesional de Integridad Académica en la Dirección Académica de Docencia UC. En este sentido, Arce enfatiza que la difusión, junto con el involucramiento y compromiso de la comunidad universitaria es un factor fundamental.
Para fortalecer la difusión se desarrolló un sitio web de Integridad Académica UC, que contiene toda la información y recursos que serán de apoyo a la comunidad UC, además de generar una serie de instancias que involucran a estudiantes y docentes, como actividades de extensión y también concursos para la participación activa del estudiantado. Alexandra Solís, estudiante de cuarto año de Ciencia Política, fue la ganadora de la competencia más reciente que, bajo el título “¿Cómo me comprometo con la integridad académica?”, convocó a estudiantes UC para elaborar un decálogo.
A partir de su experiencia como alumna del curso de integridad académica, la joven reflexiona respecto de la importancia de esta temática: “Es sumamente importante formarnos en este tema desde ahora y continuar con una formación integral pensando en nuestro futuro profesional. Hay un camino largo por delante, debido a que es un aspecto relativamente nuevo que atender, al que estudiantes y profesionales no estamos cien por ciento familiarizados, por lo que se valora mucho que existan esfuerzos por parte de la UC para difundir la integridad académica”, dice Alexandra Solís.
Avanzar hacia un nivel superior de reflexión
La irrupción de la inteligencia artificial en el aula, particularmente ChatGPT, es hoy un hecho que ha abierto un manto de dudas e inquietudes respecto de sus implicancias y consecuencias, ya que podría suponer la apertura de una puerta a una serie de faltas a la integridad académica, como el plagio o la falta de originalidad en aquellas disciplinas donde prima la innovación y creación de conocimiento. Sin embargo, desde la UC ven este panorama como una oportunidad para dar paso a nuevas metodologías de enseñanza y evaluación, avanzando hacia un nivel reflexivo superior.
“ChatGPT es otra herramienta más a disposición, así como lo fue la calculadora hace 40 años. Entonces era impensado su uso en una prueba de matemáticas donde se evaluaba aritmética, sin embargo, lo que sucedió es que se pasó a un nivel superior de reflexión y lo que evaluamos hoy es cómo llegamos a un resultado, la metodología, cómo lo pensó el estudiante para llegar a ese resultado”, explica Gonzalo Pizarro, agregando que “finalmente, la forma en que enseñamos y evaluamos va cambiando en virtud de los recursos que tenemos a disposición”.
Frente a estos tiempos de cambios y acomodamiento que supone el uso de nuevas tecnologías, nuestra casa de estudios ha tomado medidas y ha entregado directrices para informar y guiar a la comunidad respecto del buen uso de esta herramienta y sus potencialidades. A principios del 2023, se compartió con el cuerpo académico el documento Una breve mirada al estado actual de la Inteligencia Artificial, elaborado por los académicos Marcelo Arenas, Gabriela Arriagada, Marcelo Mendoza y Claudia Prieto.
Este trabajo entrega una guía respecto del avance de esta tecnología, conceptos esenciales para entenderla, principales usos en Chile y desafíos de su aplicación y en el ámbito ético. “Creemos que es parte de nuestra tarea como comunidad universitaria el incorporar estas tecnologías, entenderlas, mejorarlas y plantear las preguntas y cuestionamientos necesarios para abordar nuestras inquietudes, sin intentar bloquear el cambio a través de la prohibición de su uso o la limitación de sus alcances, sino más bien, desde una mirada reflexiva y propositiva que incorpore en nuestro quehacer estas tecnologías para extraer desde ellas el máximo beneficio”, plantean los académicos UC en sus reflexiones finales del texto.
A lo anterior se suma el trabajo permanente que realiza el Centro de Desarrollo Docente para acercar al cuerpo docente estas nuevas tecnologías y metodologías de enseñanza y evaluación, buscando aquellas que se adapten de mejor manera a los nuevos tiempos y que signifiquen una mejora continua en el proceso de enseñanza-aprendizaje del estudiantado. Dentro de estas iniciativas se encuentra una serie de espacios formativos como seminarios, charlas, talleres y un espacio especialmente dedicado a la inteligencia artificial en su sitio web, que cuenta con información y también experiencias de académicos y académicas utilizando IA en sus clases.
“A lo que aspiramos y estamos trabajando para ello, es a un cambio cultural al interior de la universidad. Por un lado, crear conciencia entre estudiantes respecto del valor ético del trabajo honesto y entender que la trampa no beneficia a nadie, mucho menos a ellos en su proceso de aprendizaje. Por otro lado, al cuerpo docente le dejamos abierta la puerta para implementar la inteligencia artificial cuándo, cómo y dónde lo estimen conveniente dentro de sus cursos; sin embargo, si el académico o académica explicita que no está permitido el uso de IA, los y las estudiantes estarían cometiendo una falta a la integridad académica al utilizarla, exponiéndose a una sanción”, concluye Gonzalo Pizarro.
La Integridad Académica forma parte de la misión de la Pontificia Universidad Católica de Chile y se traduce en que el actuar de todos sus integrantes está guiado por los valores de honestidad, veracidad, confianza, justicia, respeto y responsabilidad, en todos los ámbitos que involucra la formación universitaria. La Integridad Académica es fundamental para la formación de personas que, a través de su servicio y conocimientos, buscan impactar positivamente en la sociedad.
"Como miembro de la comunidad de la Pontificia Universidad Católica de Chile, me comprometo a respetar los principios y normativas que la rigen. Asimismo, me comprometo a actuar con rectitud y honestidad en las relaciones con los demás integrantes de la comunidad y en la realización de todo trabajo, particularmente en aquellas actividades vinculadas a la docencia, al aprendizaje y la creación, difusión y transferencia del conocimiento. Además, me comprometo a velar por la dignidad e integridad de las personas, evitando incurrir en y, rechazando, toda conducta abusiva de carácter físico, verbal, psicológico y de violencia sexual. Del mismo modo, asumo el compromiso de cuidar los bienes de la Universidad".