El cuidado del diseño artesanal ilumina la nueva muestra de la Colección Gandarillas
En esta exposición ubicada en el Centro de Extensión de Casa Central, la entrada es liberada y se explora la importancia tras el talento y detalle del oficio artesano en piezas de la era virreinal.
photo_camera Uno de los propósitos de esta muestra, además, es relevar la necesidad de protección de estos bienes muebles y considerar su importancia patrimonial. Créditos: Karina Fuenzalida.
No es solo la esquina de un edificio descuidado, una moldura suelta, o el devenir de un tallado: detrás del olvido de estas creaciones arquitectónicas y artesanales, y su valor patrimonial, también están la historia y el trabajo de artesanos que hoy se intenta preservar. Esa es la motivación tras la décimo séptima muestra de la Colección Gandarillas, llamada “Del Fragmento al Ornamento”, enfocándose en piezas incompletas que podrían ser consideradas solo restos, pero que en esta exposición retoman su valor escultórico, con la curatoría de Isabel Cruz Amenábar y el montaje realizado por Alejandra Lührs, desde el Centro de Extensión UC Alameda.
"Su riqueza está justamente en el trabajo que implican para reconstituir visualmente la obra original, hacerlos calzar con la terminología escultórica y arquitectónica y proponerle al público trabajar en conjunto para su reconocimiento y recuperación. Este patrimonio específico de fragmentos de la colección Gandarillas, nos mueve a la reflexión sobre el significado, y también a la acción para intentar modos de reconstitución", dice el rector Ignacio Sánchez. "Es nuestro propósito llamar la atención sobre la necesidad de protección de estos bienes muebles y mostrar la belleza de las piezas destinadas al espacio sacro que hoy, a través de estos pequeños fragmentos, podemos en parte recuperar. Estos son también lecciones de la historia".
"En sus mutilaciones, en su deterioro y faltantes, los vestigios de estos ornamentos hablan evocativa y pragmáticamente, y motivan a la mirada reflexiva y a la acción" - Isabel Cruz de Amenábar, doctora en Historia del Arte
En el ámbito del patrimonio artístico de Chile, el fragmento escultórico, pictórico, ornamental, se ha considerado un resto carente de valor, el residuo de una debacle que puede seguir su curso natural de destrucción sin acusar carencia. Pero el fragmento motiva a ciencias como la arqueología y la restauración; es evocativo y puede tser también una fuente de creatividad. Si se es sensible a una poética del fragmento, es posible trascender la integridad original del objeto, en un ejercicio imaginativo de reintegración y completitud interpretativa.
Pericia de mano artesana
Los fragmentos que aporta la colección Gandarillas al arte virreinal conservado en Chile, testimonian la pericia de la mano artesana –de tracistas, ensambladores, entalladores, carpinteros, talabarteros y doradores-. En madera tallada, cubierta de pan o lámina de oro y cuero pintado, son trozos o secciones de molduras, cornisas, coronaciones; de soportes como columnas, ménsulas, estípites y otros elementos que formaron parte de la barroca ornamentación de antiguos artesonados, retablos, decoraciones, púlpitos, piezas de altar y mobiliario religioso pertenecientes a templos tal vez destruidos del Virreinato del Perú y Chile.
"Observar hoy el detalle, la parte, de esta rutilante ornamentación, permite acceder en alguna medida a la visión conjunta e imaginar esa otrora magnífica totalidad. En sus mutilaciones, en su deterioro y faltantes, los vestigios de estos ornamentos hablan evocativa y pragmáticamente, y motivan a la mirada reflexiva y a la acción", dice Isabel Cruz de Amenábar, doctora en Historia del Arte.
La muestra "Del Fragmento al Ornamento" tiene entrada liberada, con visitas disponibles de lunes a viernes y hasta enero del 2024 desde la galería de arte patrimonial ubicada en el Centro de Extensión UC Alameda (Alameda #390, Santiago).
