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La estética del recogimiento en 7 obras de arte


A lo largo de la historia del arte numerosos artistas han realizado piezas que abordan la Pasión, la Muerte y la Resurrección de Cristo. Aquí, una selección de pinturas y esculturas que hablan de cada una de las escenas religiosas de esta semana.

El fresco en una de las paredes del convento Santa Maria delle Grazie

photo_camera "La última cena", de Leonardo Da Vinci, fue realizada entre los años 1495 y 1498 en una de las paredes del refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie. Imagen: Public domain, via Wikimedia Commons.

Entre las diversas expresiones artísticas religiosas destaca la rica iconografía en torno los diferentes episodios bíblicos de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo que se evocan en Semana Santa

Artistas de todos los tiempos han dedicado parte importante de su obra a interpretar las escenas más significativas de la vida de Cristo, acentuando la dimensión mística y religiosa a través de la estética. 

"Los tiempos litúrgicos como la Semana Santa se viven y se van construyendo en función de los relatos bíblicos del Nuevo Testamento. Allí se narran estos acontecimientos de la vida de Jesús que son el centro del ciclo pascual que abre un nuevo tiempo", señala Federico Aguirre, vicedecano y académico de la Facultad de Teología

En la historia del arte y también en la vida de la Iglesia "se han desarrollado imágenes con un fundamento muy fuerte en el hecho de que Dios se hizo hombre, con un rostro donde su imagen se muestra y se revela. Lo interesante es que estas imágenes van mostrando lo que dicen los relatos bíblicos de una manera mucho más directa, a través de la contemplación y, además, incorporan ciertos elementos que no están en los relatos, pero que forman parte de la tradición", señala el experto en teología del arte y pintura de íconos religiosos. 

Artistas de todos los tiempos han dedicado parte importante de su obra a interpretar las escenas más significativas de la vida de Cristo, acentuando la dimensión mística y religiosa a través de la estética.

Hay que hacer una distinción importante entre aquellas imágenes religiosas y las imágenes de culto. Las representaciones artísticas, por ejemplo de Semana Santa, son descritas por el teólogo italiano Romano Guardini como las primeras. Es decir, “son imágenes de contenido religioso, pero que se mueven en el campo de la apreciación estética”, y son diferentes a aquellas imágenes de culto, explica Federico Aguirre. En cambio, las segundas “se reproducen y se recepcionan en el contexto del culto y de una comunidad creyente que ocupa la imagen como un instrumento para conectarse con lo sagrado. Por tanto, esta imagen tiene funciones y una forma de producirse que no necesariamente responden a los cánones de apreciación artística de cada época, como los íconos bizantinos”.

"Se han desarrollado imágenes con un fundamento muy fuerte en el hecho de que Dios se hizo hombre, con un rostro donde su imagen se muestra y se revela" –Federico Aguirre, vicedecano y académico de la Facultad de Teología UC

Entre las representaciones icnonográficas que destacan dentro del ciclo pascual están, por ejemplo, la entrada de Jesús a Jerusalén, la última cena con los apóstoles, la coronación de espinas, la crucifixión, la muerte y la resurrección. A lo largo de la historia del arte son innumerables las obras que abordan estos tipos iconográficos, dándole una nueva dimensión al relato religioso de Semana Santa, a través del arte. Aquí, un recorrido por siete de ellas:

1. Entrada en Jerusalén, de Giotto di Bondone

"Entrada en Jerusalén", de Giotto. Imagen: Public domain, via Wikimedia Commons.

La capilla Scrovegni o capilla de la Arena en Padua, Italia, alberga en su interior uno de los más afamados conjuntos murales realizados en pleno Trecento italiano (S.XIV). La "Entrada en Jerusalén", de Giotto di Bodone, muestra a Jesús sobre un burro –un símbolo de humildad– y a cuyos pies un hombre extiende su manto. En el Domingo de Ramos, el Mesías es acompañado por sus discípulos y recibido con esperanza y alegría a su llegada a la ciudad santa

2. La última cena, de Leonardo Da Vinci

El fresco en una de las paredes del convento Santa Maria delle Grazie
"La última cena", de Leonardo Da Vinci. Imagen: Public domain, via Wikimedia Commons.

Esta pintura mural del artista renacentista por antonomasia, Leonardo Da Vinci (1452-1519), fue realizada entre los años 1495 y 1498 en una de las paredes del refectorio del convento dominico de Santa Maria delle Grazie, en Milán, Italia.

Este mural que relata la última cena de Jesús con los apóstoles, y que corresponde al Jueves Santo, mide más de 4 metros de alto por casi 900 metros de ancho y fue encargado a Leonardo por el duque Ludovico Sforza. A diferencia de los frescos tradicionales, este mural fue realizado con temple y óleo sobre capas de yeso. Por la maestría de Leonardo y la majestuosidad de la obra, "La última cena" es considera como una de las mejores obras pictóricas del mundo.

3. La coronación de espinas, de Anthony Van Dyck 

"La coronación de espinas", de Anthony Van Dyck. Imagen: Public domain, via Wikimedia Commons.

La escena de la coronación de espinas ha sido representada por artistas como El Bosco, Tiziano o Caravaggio. En este célebre óleo realizado por el pintor flamenco Anthony Van Dyck (1599-1641) cerca del año 1620, Jesús es vestido y coronado con espinas –con un dejo de burla– como el rey de los judíos. El cuadro que resignifica el Viernes Santo se encuentra en el Museo del Prado, en Madrid, desde 1839 y a lo largo de su existencia estuvo en posesión de Rubens y de Felipe IV.

4. Cristo abrazando a la Cruz, de El Greco

"Cristo abrazando a la Cruz", de El Greco. Imagen: Public domain, via Wikimedia Commons. 

Esta fue una de las escenas ampliamente desarrolladas por los artistas de la sociedad toledana de la ContrarreformaEl Greco (1541-1614) representa en esta obra del año 1580 a Jesús cargando la cruz con ojos lagrimosos, pero con serenidad, en su camino por el Calvario del Viernes Santo. El pintor cretense muestra una figura alargada de Jesús y los pliegues de su túnica están modelados con luz y color al estilo de la escuela veneciana. "Cristo abrazando a la Cruz" está actualmente en el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York, MOMA.

5. Cristo crucificado, de Diego de Velázquez

"Cristo crucificado", de Diego de Velázquez. Imagen: Public domain, via Wikimedia Commons.

También custidioda por el Museo del Prado, en Madrid, esta pintura al óleo sobre lienzo del pintor español Diego de Velázquez (1599-1660) –considerado uno de los máximos exponentes del barroco español– entrega otra de las escenas cruciales de Semana Santa: la crucifixión. En "Cristo crucificado" o "Cristo de San Plácido", obra realizada en el año 1632, su autor muestra a Jesús en un desnudo frontal sin más apoyo narrativo que su misma figura, captando con maestría la belleza y la expresión serena de Jesús crucificado. La atmósfera de la obra se ve realzada por la unión de la humana corporalidad del Mesías y su divinidad. 

6. La piedad, de Miguel Ángel

"La piedad", de Miguel Ángel. Imagen: Public domani, via Wikimedia Commons.

Esta magnífica obra escultórica representa el momento en el que una bella y piadosa Virgen María sostiene a Cristo, ya muerto. Miguel Ángel (1475-1564) comenzó a trabajar en ella cuando tenía 24 años, escogiendo personalmente el bloque de mármol más apropiado para la obra, en las canteras de los Alpes Apuanos de la Toscana italiana

"La Piedad del Vaticano", o Pietà, es un grupo escultórico realizado en mármol entre los años 1498 y 1499, y fue encargada al artista italiano por el cardenal de Saint Denis, Jean Bilhères de Lagraulas o de Villiers, embajador de la corona francesa ante la Santa Sede, al que el artista conoció en Roma. En esta obra escultórica que representa una de las escenas del Viernes Santo y que hoy se encuentra en el Vaticano, puede leerse "Miguel Ángel Buonarroti, florentino, lo hizo". 

7. La resurrección de Cristo, de Rafael Sanzio

"La resurrección de Cristo", de Rafael Sanzio. Imagen: Public domani, via Wikimedia Commons.

"La resurrección de Cristo", del maestro renacentista Rafael Sanzio (1483-1520), es posiblemente una de las primeras obras de este artista florentino. Realizada entre los años 1499 y 1502 y en un pequeño formato de 52 cm. x 44 cm., la obra representa uno de los acontecimientos más importantes de la doctrina cristina y su teología: la resurrección de Jesús. Según los textos del Nuevo Testamento, Jesús fue crucificado, muerto y puesto en un sepulcro, resucitando al tercer día.

El cuadro, donde Cristo resucitado sostiene un estandarte y se eleva por sobre cuatro soldados, se convirtió en una de las escenas pictóricas más representadas en el Renacimiento


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