Exposición Juan Francisco González: pintor al aire libre

Juan Francisco González, nacido el 25 de septiembre de 1853, se formó en la Academia de Bellas Artes de Santiago e inició tempranamente sus viajes por Chile y el mundo. Pintor errante, recorrió distintos pueblos de Perú hasta que el inicio de la guerra del Pacífico lo obligó a regresar al país. Algunos años más tarde fue contratado como profesor de dibujo en el Instituto de Valparaíso. Desde el puerto principal de Chile viajó a Europa en 1886, travesía que haría otras dos veces más en 1901 y 1906. Vivió también en Limache, a principios del siglo XX, para luego instalarse en Santiago, en un caserón de la calle Jotabeche y finalmente en su casa de la Alameda, muy cerca de la Estación Central. Murió en 1933, a los ochenta años de edad.

Durante todos esos viajes, Juan Francisco cargaba con su caja de pinturas y vagaba por “playas, campos y rancheríos” en busca de “callampas, frutillas, flores viejas y ranchos pobres”. Si bien sus primeras pinturas las realizó siguiendo los preceptos académicos, la mayor parte de su obra la ejecutó al aire libre y sobre soportes sencillos y de pequeño formato. Ocupaba telas de gruesa arpillera, cartones, tapas de cajas de habanos y cualquier elemento susceptible de ser pintado. Para don Juan Pancho, como lo llamaban, no habían obstáculos para pintar. Y por eso, durante sus más de 60 años de trayectoria, llegó a realizar más de cuatro mil obras… Pedro Prado, amigo y discípulo suyo, así recordaba sus salidas: “Andar en compañía de González era un sonreír a las hierbas humildes, un comprender el acento de los rostros campesinos, un cantar la gloria de los frutos, un enmudecer de emoción ante el llamado que emerge de los rincones ocultos o sube de los abiertos panoramas”.

En esta exposición inaugural de la Pinacoteca de la Universidad Católica hemos reunido más de 80 obras de Juan Francisco González, provenientes de colecciones privadas, y las hemos dispuesto como se hacía en los salones y exhibiciones de las primeras décadas del siglo XX, unas sobre otras, en conjuntos abigarrados, promoviendo diálogos múltiples.