¿Cómo combatir el hastío tras un año?
Lo que existe, a estas alturas, es la noción de que un porcentaje no menor de la ciudadanía no está dispuesto a "cuidar" una forma de vida que no le satisface, y que parece alargarse indefinidamente. "Hay una adaptación muy variable en las personas. Hay gente más flexible en ese sentido y que se expone a situaciones más adversas. Podrían incluso llegar a la opción de decir: no tengo mucho más que perder. Eso es peligroso, porque el riesgo de diseminación del virus si alguien se enferma es brutal, es una trampa terrible. Por satisfacer un tipo de necesidad, que es la de pertenencia y vínculo, tienes el riesgo de enfermarte y enfermar a tus seres queridos", dice González.
Para el psicólogo social, la clave para reconquistar la voluntad de cuidarse efectivamente del virus está en el entorno cercano. "Creo que esto tiene que ver con un aspecto normativo que tiene que estar inserto en el ambiente en el cual uno se mueve. Si percibes que tus padres, hermanos, primos y amigos cercanos están todos protegidos, para ti va a ser mucho más difícil quebrantar la cuarentena que cuando ves que tu entorno cercano es más flexible. Eso quiere decir que la influencia de otros en la propia conducta es muy potente", dice.