Debate por exigencias de ingreso a pedagogías
La Ley 20.903 que crea el Sistema de Desarrollo Profesional Docente traía consigo algunas modificaciones a otras normas para intentar mejorar la educación en Chile; entre ellas, la calidad de los profesores. Para ello uno de esos cambios propuestos junto a la nueva ley apuntaba a aumentar de manera progresiva los requisitos para acceder a estudiar pedagogía, pasando de 500 puntos mínimos, en 2017, a 550, en 2026.
Para la Admisión 2025, por ejemplo, se pide -por ahora- cumplir con uno de estos requisitos para postular: estar en el percentil 60 en las pruebas obligatorias (Matemática 1 y Competencia Lectora); estar en el percentil 50 o superior en pruebas obligatorias y tener un promedio de notas dentro del 40% superior de su establecimiento; que el promedio de notas de enseñanza media esté en el 20% superior de su colegio; aprobando Programas de Atracción de Talento Pedagógico y haber rendido pruebas de admisión; y en caso de estar inscrito en el Registro Nacional de Discapacidad, los mismos requisitos anteriores, sin la exigencia de rendición de pruebas.
A sabiendas de esto que se viene, los rectores de universidades desde hace un tiempo le han comenzado a pedir al Ministerio de Educación replantear la pertinencia de la medida sobre alza de puntajes. Dicen que bajarían los estudiantes que ingresen a estudiar pedagogías, profundizando el déficit que el país tiene. (…)
El tema, dicen los expertos, es que si bien cumplieron, esos puntajes hoy están a una distancia considerable de la realidad, es decir, que los 502 y 528 puntos fijados como umbral no se acercan al percentil 50 y 60 efectivamente obtenidos por quienes rindieron las pruebas en 2023 y 2024, lo que, añaden, implica que una proporción importante de matriculados haya sido habilitado “adicionalmente”, o dicho de otra forma, en contra del espíritu de la ley, lo que aleja más la búsqueda de las personas más talentosas para ser profesor. (…)
Para Harald Beyer, exministro de Educación y hoy académico de la Escuela de Gobierno de la UC, en el escenario actual “promover que las exigencias de entrada al estudio de pedagogía deben mantenerse, cuando incluso están, en rigor, por debajo de las que se legislaron en 2016 para este momento, es un error. No tiene en mente que superar los mediocres desempeños educativos de nuestros niños y jóvenes supone allegar profesores más efectivos a la sala de clases y la literatura especializada es contundente en señalar que ello se vincula con sus aptitudes académicas”. (…)
Por su parte, a Ernesto Treviño, investigador principal del Centro de Justicia Educacional UC, le parece que “se deben mantener los requisitos. Pero de nada servirá si al final no tenemos docentes formados que atiendan a los estudiantes. Es un difícil balance entre cantidad y calidad, en un contexto donde ambas son deficitarias”.
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