A cinco años del 18 de octubre, una mirada desde la UC

Querida Comunidad UC:

El 18 de octubre de 2019 quedará inscrito en nuestra historia como una de las mayores crisis que ha enfrentado nuestro país desde el retorno a la democracia. A cinco años de esa fecha, aún nos preguntamos si hubiéramos podido prever lo que sucedió. Pese a que la Encuesta Bicentenario UC, desde años antes, ya había revelado aspectos clave para entender el malestar social y nos había entregado algunas señales, en aquel momento no supimos interpretarlas adecuadamente.

El movimiento social planteó entonces serios problemas que nos afectaban, dentro de ellos la desigualdad económica, social y también cultural; la falta de respeto a la dignidad de las personas; el clasismo de nuestra sociedad y la segregación de nuestros barrios y comunas. Además, la ciudadanía se rebelaba contra los abusos y las faltas de cuidado y consideración hacia diferentes grupos de nuestro país, los que lamentablemente se normalizaron durante mucho tiempo.

"Nuestra Universidad, con un campus situado en el corazón de las manifestaciones, la llamada zona cero, y también en los otros sectores de la ciudad en los que están nuestros campus, se planteó una pregunta fundamental: ¿cómo podíamos contribuir a comprender lo que estaba ocurriendo y ofrecer soluciones?"- rector Ignacio Sánchez

Como respuesta a lo anterior, hubo una parte minoritaria de la población que protagonizó significativos hechos de violencia y destrucción extrema, que afectaron a iglesias, la red de Metro, la vía pública, monumentos, a nuestra propia universidad, propiedad privada y otros, que terminaron por distorsionar las legítimas demandas de una parte importante de la sociedad. Estos hechos los condenamos con fuerza en ese momento y lo reiteramos hoy, es inaceptable realizar acciones violentas con el fin de conseguir, justamente, esas legítimas demandas. 

En medio de este contexto, nuestra Universidad, con un campus situado en el corazón de las manifestaciones, la llamada zona cero, y también en los otros sectores de la ciudad, se planteó una pregunta fundamental: ¿cómo podíamos contribuir a comprender lo que estaba ocurriendo y ofrecer soluciones? Desde las calles cercanas a nuestros Campus, hasta cada rincón del país, nos vimos en la necesidad de reflexionar sobre nuestro rol y el aporte que podíamos hacer en esos momentos cruciales.

Desde el primer momento nuestra respuesta fue más allá de ser meros espectadores. Académicos, investigadores, estudiantes y unidades de nuestra Universidad se movilizaron para entender las causas profundas de la crisis, aportando con estudios e investigaciones que enriquecieron el debate nacional. Ejemplos de este compromiso incluyen la organización del primer encuentro por la paz, realizado solo unos días después del estallido social en el Campus San Joaquín. Este evento dio origen al trabajo realizado en conjunto con la Universidad de Chile en el proyecto denominado “Tenemos que hablar de Chile" que se realizó durante los años de pandemia, conectando a personas de diferentes lugares de Chile, una conversación de personas diversas que reflexionaron sobres sus dolores, sus problemas y también sus sueños. 

Por otra parte, el avance de estas reflexiones y oportunidades, junto al desarrollo de la situación social de nuestro país, dio origen a un trabajo académico en profundidad y de mucha reflexión, de la que surgen iniciativas tales como la creación del Centro para el Diálogo y la Paz, la puesta en marcha del Instituto Milenio para la Investigación en Violencia y Democracia (Viodemos), y múltiples iniciativas académicas de diálogo que abrieron espacio para el análisis desde nuestras aulas orientadas a comunicarse con la sociedad.

"Seguimos comprometidos con nuestro rol de servir al país, aportando desde el conocimiento, la reflexión y el diálogo. Históricamente, las universidades hemos sido espacios de encuentro y reflexión, y esta ha sido, y seguirá siendo, nuestra forma de enfrentar los desafíos sociales y contribuir al desarrollo de una sociedad más justa y equitativa"- rector Ignacio Sánchez

Es preciso recordar además, que nuestra Universidad tuvo un rol destacado en los procesos constituyentes, a través del Foro Constitucional UC y de la constitución de la Secretaría de Participación ciudadana, conducida por el Centro de Políticas Públicas, en conjunto con la Universidad de Chile, aglutinando a todo el sistema de Educación Superior del país, con el objetivo de promover la participación y generar instancias que buscaron representar diversas perspectivas y miradas en un momento clave para nuestra democracia.
  
Para tener una visión global y panorámica de los aportes que hemos realizado como institución en este periodo, dejo la invitación a visitar este repositorio preparado por el Centro de Políticas Públicas, en el cual se presentan las iniciativas que se han impulsado desde las distintas áreas de nuestro quehacer.

A cinco años de los eventos que vivimos en octubre de 2019, seguimos comprometidos con nuestro rol de servir al país, aportando desde el conocimiento, la reflexión y el diálogo. Históricamente, las universidades hemos sido espacios de encuentro y reflexión, y esta ha sido, y seguirá siendo, nuestra forma de enfrentar los desafíos sociales y contribuir al desarrollo de una sociedad más justa y equitativa. Nuestra Universidad es patrimonio de nuestro país y se orienta a servir a Chile y el mundo.

Envío un especial agradecimiento y un reconocimiento a todos los miembros de nuestra comunidad que han sido parte de estos esfuerzos, y a través de este mensaje les invito a seguir participando activamente en las instancias que continuaremos promoviendo.

Un saludo afectuoso,

Ignacio Sánchez D.
Rector, Pontificia Universidad Católica de Chile

Notas relacionadas:

"18/OCT. Chile frente al descontento", número especial de la Revista Universitaria publicado en abril de 2020.