Antropología dio la bienvenida al 2018 con miras a su independización
El programa de Antropología inauguró el año académico de forma simbólica con una clase magistral de la antropóloga Clara Han (John Hopkins University), quien dio a conocer una de sus investigaciones en Chile. Han convivió con familias afectadas por situaciones de vulnerabilidad y abordó su relación con la muerte. El decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Eduardo Valenzuela, abrió la jornada con el compromiso de consolidar la independencia del programa.
Un nuevo año se inauguró en el programa de Antropología UC, que este 2018 debutó con la apertura de la carrera de Arqueología. El decano de la Facultad de Ciencias Sociales, Eduardo Valenzuela, destacó los hitos de esta unidad académica y enfatizó en que la Escuela de Antropología es una realidad próxima. “Es un programa que cuenta con madurez académica e institucional y me comprometo a apoyar su independización”, manifestó.
Sobre los desafíos pendientes, manifestó que la tarea científica debe ser la principal, con miras a la amplitud y variedad de redes internacionales. Al mismo tiempo, destacó la iniciativa que abre el cupo a migrantes y minorías en la Facultad a través de admisión especial, pues llama a “tener en cuenta las desventajas culturales y no sólo socioeconómicas. La idea es incentivar la diversidad cultural en ambientes académicos plurales y abiertos”.
Por su parte, la directora del programa, Marjorie Murray dio la bienvenida a los alumnos y académicos presentes e introdujo la clase magistral de la antropóloga Clara Han (John Hopkins University). “Han ha realizado una relevante contribución sobre la vida contemporánea en Chile en temas de pobreza, Derechos Humanos y etnografía”, explicó.
La muerte en la vida cotidiana
“Ecos de una muerte” fue el título de la clase dictada por Han. En ella se refirió al trabajo realizado en una comuna de Santiago donde se planteó si relatar una vida en la etnografía o relatar una muerte para contar una vida. Así, se centró en los efectos del fallecimiento de un joven proveniente de una familia vulnerable, en la vida de los otros que rodeaban su existencia “¿Se puede relatar una vida sin dejar de reconocer la importancia de la especificidad de esa vida?”, se preguntó Han en su trabajo "My second book project, Echoes of a Death, is based in a low-income neighborhood under police occupation in Santiago, Chile.".
El caso que analizó, buscó conocer el impacto del asesinato de un joven en manos de una unidad policial de la PDI asociada al control del narcotráfico. La madre, la hija, la novia y la suegra del joven fueron personas con quienes se relacionó Han después de lo ocurrido. “Pasé tiempo con esas personas, las acompañé al cementerio, estuve en sus casas”, explicó y agregó que “las formas en que las historias rodean una muerte proporcionan una trama”.
La búsqueda de justicia fue una de las luchas que exploró Han junto a la familia del joven asesinado. Los sueños que tenían sus familiares con él, explicó, le dieron el pie para hacer un análisis al respecto. “A la madre del joven le preocupaba no soñar con él”, contó.
En la red de personas que conoció Han fue familiarizándose con otras historias anexas. Fue así como conoció la historia de una amiga de la familia, cuyo padre murió de cáncer al esófago. “Ella contaba que el padre la visitaba en sueños, es decir, los sueños se mezclaban con un profundo sentido de realidad. Freud decía que el contenido oculto del sueño es la lucha psíquica del sueño. Es tal vez una zona intermedia entre los muertos y los vivos”.
Han añadió que por otro lado, Lacan señalaba que los sueños “son una zona límite donde el sujeto es golpeado. No está en casa. Está afuera”. A la vez, explicó, hay quienes sostienen que el sueño es un sitio de ética, que instruye a los soñadores en su actuar. “Hay sueños presentes por imperativos morales. El sueño se entrelaza a lo cotidiano, a la vida como un todo”, manifestó.
Por otro lado, la antropóloga conoció otras historias cuya profundidad se reveló en la medida que generaba confianza con el entorno. Tras este proceso, Han explicó que pudo constatar cómo los sueños se convertían en pequeñas muertes y cómo la presencia se asocia con sonidos. “La presencia persiste si su eco repercute en nosotros”.
Finalmente, Han se refirió a las constituciones de sujetos legales en casos como el abordado. “La biografía en orden a la ley crea puntos ciegos a la pregunta ‘dime lo que sucedió’”. En este sentido, concluyó que “el sujeto legal como víctima y perpetrador se entrelaza en el recuento de los sueños y marca las relaciones de los muertos con los vivos”.
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Violeta Bustos, Dirección de Comunicaciones, vsbustos@uc.cl