Archivo Pedro Prado se renueva con importante donación
Junto con mejoras en las condiciones de almacenamiento y la realización de un catálogo completo, se digitalizaron y pusieron en línea documentos relevantes de este archivo donado a la UC hace 30 años, y que hoy también recibe nuevos documentos por parte de la familia del autor y Premio Nacional de Literatura 1949.
Hace más de 30 años la familia del escritor y Premio Nacional de Literatura 1949, Pedro Prado, donó parte de su legado a la universidad. Hoy, con nuevos documentos y materiales, el Archivo Pedro Prado perteneciente al Centro de Estudios Literarios (CELICH), de la Facultad de Letras, se renueva con una nueva donación de la familia del vate.
"Hemos estado trabajando para poder fortalecer el patrimonio cultural, no solamente de la universidad, sino que del país para proyectarlo. Y en ese sentido, una de las alegrías más grandes es ver que algo que se entregó hace más de 30 años hoy día está en la condición que está. Muchas familias nos han entregado su patrimonio cultural y nos hemos comprometido a que lo vamos a cuidar, proyectar y difundir a lo largo del tiempo. 30 años después estamos honrando esa palabra", manifesta el rector Ignacio Sánchez.
El Archivo Pedro Prado alojado en la Biblioteca de Humanidades alberga material manuscrito y mecanografiado, elaborado por el escritor entre los años 1911 y 1952, dentro del cual se encuentran ediciones originales de obras literarias, relatos y poemas inéditos. Contiene una amplia selección de más de mil cartas con intelectuales latinoamericanos, así como correspondencia relativa al trabajo editorial de la revista Los Diez, publicada por iniciativa de Prado entre 1916 y 1917. Hay, además, materiales de trabajo del escritor como borradores, índices y cuadernos de notas.
"Muchas familias nos han entregado su patrimonio cultural y nos hemos comprometido a que lo vamos a cuidar, proyectar y difundir a lo largo del tiempo. 30 años después (en el caso del Archivo Pedro Prado) estamos honrando esa palabra" –Rector Ignacio Sánchez
Pedro Prado "fue un escritor faro, un referente que junto con promover la apertura al legado artístico-cultural europeo, resignificó este patrimonio universal para dar cabida a otras identidades, valoró lo propio con el afán de forjar un arte ligado al territorio que conocía en profundidad, y buscó dar sentido a la vida humana en su dimensión inmanente y trascendente", afirma Patricio Lizama, decano de la Facultad de Letras.
Además de los textos literarios, la colección cuenta con ensayos, conferencias y discursos sobre una amplia gama de temas que abordan la cultura, las artes, la educación y el acontecer político de la época. El archivo contiene también un registro de la actividad cultural del Grupo de los Diez, elementos gráficos, como folletos o tarjetas de invitación a exposiciones. Por último, están los materiales que dan cuenta de la recepción crítica de su obra, como recortes de prensa de artículos periodísticos alusivos al autor y trabajos de índole académica.
Recientemente se trabajó en la conservación del archivo. Gracias a un proyecto Fondart Patrimonio adjudicado por el CELICH en 2021, se mejoraron las condiciones de almacenamiento, se realizó un catálogo completo, con inventario y descripción de los materiales y se digitalizaron y pusieron en línea materiales relevantes, como los manuscritos de Alsino (1920) considerada una de las principales obras del escritor.
La familia de Pedro Prado entregó recientemente seis nuevos documentos: el Decreto Premio Nacional de Literatura otorgado en 1949; el Diploma Premio Roma otorgado al escritor, de 1935; el Diploma Miembro académico de la Universidad de Chile, en 1944; Diploma Premio Camilo Henríquez otorgado en 1950; un diploma bautismo ecuatorial de la Hermandad de la Costa; y un libro del filósofo Plotino, con anotaciones del autor.
Prolífica carrera
Prado fue el primer escritor que utilizó el verso libre en la poesía chilena en 1912 y el poeta que por primera vez publicó un libro completo de poemas en prosa, en el año 1915. Con su novela Alsino (1920), uno de los clásicos de la literatura chilena del siglo XX, abandonó la rigidez de los géneros de la época, experimentando la mezcla productiva de ellos.
"La relevancia de Pedro Prado en la literatura chilena se puede plantear en varios niveles. El fue un intelectual público que manifestó sus opiniones en aparatos comunicativos y formativos, dio visibilidad a nuevas voces y sensibilidades en las artes y trabajó para alcanzar mayores grados de autonomía en el campo cultural", explica Patricio Lizama.
"Pedro Prado fue un escritor faro, un referente que junto con promover la apertura al legado artístico-cultural europeo, resignificó este patrimonio universal para dar cabida a otras identidades" –Patricio Lizama, decano de la Facultad de Letras
Prado tuvo una prolífica carrera no solo como escritor. Como director de las revistas Contemporánea (1910-1911) y Los Diez (1916-1917) y fundador de "Ediciones de los Diez", dio a conocer autores y obras de Chile, América Latina y Europa que expandieron la reflexión sobre la literatura y el arte. Además, fue líder del grupo Los Diez, colectivo independiente y alternativo, "verdadera 'formación cultural' como la define Raymond Williams, que contribuyó a renovar las artes en el país y a profesionalizar la actividad del artista", dice el decano de Letras. Su liderazgo tuvo gran impacto entre destacados escritores como Pablo Neruda y Gabriela Mistral. Y como estos dos Premios Nobel, fue también diplomático, desempeñándose en Colombia, entre 1927 y 1928.
Inés Prado Jaramillo, hija del escritor, donó hace 30 años más de 2 mil documentos en el período del rector Jorge Swett, entre ellos, cartas, manuscritos, programas, artículos de prensa. Hoy estos materiales están ordenados en 42 cajas, "curiosamente numeradas del 38 al 80 y se desconoce la razón", comenta Macarena Areco, directora del CELICH y académica de Letras. "Hoy estamos dando un nuevo paso con la donación que la nieta del escritor, Valeria Maino, está haciendo. Son documentos en los que se reconoce la importancia de la obra del intelectual. Entre ellos el decreto del Premio Nacional de 1949", agrega. Destacan, además, los manuscritos y la primera versión mecanografiada de Alsino, el manuscrito de El hijo del hombre, Un juez rural, Viaje de Antón Páez a la Ciudad de los Césares y seis cuadernillos manuscritos de Lázaro, texto en prosa.