Cómo celebrar el rol de las mamás durante la pandemia
Cuarentena, teletrabajo, educación de los hijos, labores domésticas y rutina diaria. Son muchas las mujeres que deben conjugar todas estas tareas en el día a día. Por ello, contribuir a su bienestar y a su contención emocional sigue siendo más necesario que nunca. Algunos especialistas entregan aquí variados tips para agasajarlas desde la empatía y con acciones concretas.
Los múltiples roles que cumplen las mujeres están nuevamente en el tapete en estos tiempos de pandemia y cuarentena. Y, si bien, históricamente el trabajo doméstico y el cuidado de los hijos suele recaer principalmente en las mujeres, ha habido una evolución positiva al respecto. Se trata de un cambio cultural evidenciado por los resultados de la Encuesta Nacional Bicentenario UC 2020*.
Según el reporte, cada vez son menos las mujeres en las que recae todo el trabajo doméstico y ha aumentado el porcentaje de las que consideran que la distribución de las tareas del hogar es justa para ellas y su pareja. En comparación con otros años, la medición arrojó una caída sostenida en la proporción de mujeres que dicen hacer todas o casi todas las tareas familiares y domésticas. Así, si en el año 2008, estas eran el 71% de las encuestadas, en 2017 fueron el 61% y este año se redujo al 55%.
"Es importante que se fortalezcan las redes de apoyo, para que las labores maternales y domésticas sean compartidas, y dar espacio a la mujer para su autocuidado" - Camila Carvajal, académica de la Facultad de Medicina
La medición también indagó en el nivel de estrés y la salud mental de las personas. Y el resultado reveló una enorme brecha: los problemas psicológicos serios alcanzan al 21% de las mujeres frente al 9% de los hombres. Esta diferencia tan grande pone de manifiesto que probablemente hay un conflicto en los hogares chilenos donde las mujeres tienen más carga de algún tipo, pues, si bien la distribución de las tareas ha ido mejorando, todavía hay una desigualdad que podría explicar estos resultados.
Estrés individual y familiar
Según los resultados de la encuesta referida, la presencia de los hijos en el hogar agudiza el estrés familiar. De hecho, del 21% de las mujeres que presentan problemas de salud mental, aquellas con niños en el hogar, son las que sufren un mayor nivel de estrés psicológico. Pero en este punto también hay diferencias por género, ya que solo el 15% de los hombres con menores en casa declaran sufrir este problema, frente a un número bastante mayor de las mujeres (25%).
Tradicionalmente el cuidado ha estado reservado esencialmente a las mujeres, siendo muchas veces invisibilizado y subvalorado como trabajo. "Persisten en las familias inequidades de género con respecto al cuidado", sostiene Fabiola Cortez-Monroy, académica e investigadora de la Escuela de Trabajo Social UC. "Esto se ve reflejado también en la Encuesta Nacional sobre Uso del Tiempo (INE, 2015), cuyos resultados muestran que en nuestro país, mujeres y hombres distribuyen desigualmente el uso del tiempo, lo que se traduce en desigualdad social, inequidad y discriminación de género", pues mientras los hombres dedican 2.74 hrs. al trabajo no remunerado, las mujeres duplican este número, destinando 5.89 hrs.
Según la académica, durante esta pandemia "las mujeres que desempeñan el rol de madres han debido intensificar los cuidados emocionales y materiales de hijos e hijas, lo que para muchas de ellas ha provocado estrés y otros cuadros más complejos. Al mismo tiempo, en ciertos casos, también ha sido una oportunidad para renegociar roles familiares, para plantearse nuevos proyectos y para redefinir prioridades".
¿Cómo mejorar el bienestar de las madres en el día a día?
El Día de la Madre "nos invita reflexionar acerca del rol relevante que cumplen las mujeres en el ejercicio de la parentalidad y en el cuidado, y cómo el desempeño de este rol tiene relación con el género", dice Fabiola Cortez-Monroy. Se trata de un día en que, "junto con reconocer que para muchas mujeres la maternidad significa una donación, una entrega total de amor, fuente de grandes satisfacciones, al mismo tiempo, se trata de un rol difícil de compatibilizar con otras aspiraciones, generando frustración, cansancio, estrés, angustia y culpabilidad".
Para la académica de Trabajo Social UC las ideas y discursos que circulan en torno a la maternidad provocan un efecto en el imaginario colectivo, donde "no solo debemos ser madres, sino 'madres a tiempo completo, 100% efectivas'. Se trata de una imaginario colectivo de 'maternidad intensiva', difícil de sobrellevar para muchas mujeres, más aún en este contexto de pandemia, donde ha producido una privatización extrema de los cuidados".
La pandemia ha traído consigo una incertidumbre que ha exaltando estados y sentimientos como la ansiedad, el temor y la culpa, especialmente en el caso de las madres, que han debido desempeñar un rol con multiplicidad de tareas, debiendo intensificar los cuidados de hijos e hijas en una diversidad de contextos.
“Las madres se sienten culpables porque no logran cumplir con todo. Lo primero que necesitan es empatía y comprensión. Ella misma y todo sus cercanos deben entender que se vive una situación excepcional y que no es posible cumplir con todo”, afirma Nuria Pedrals, psicóloga y subdirectora de Desarrollo de la Dirección de Personal UC.
“Lo recomendable es quitarse la culpa, conservar la calma, priorizar y pedir ayuda”. Nuria Pedrals, psicóloga y subdirectora de Desarrollo de la Dirección de Personal UC
Consejos para reducir el trabajo cotidiano de las mujeres
● Camila Carvajal, enfermera y académica del Departamento de Enfermedades Infecciosas de la Facultad de Medicina, recomienda que las mujeres fortalezcan sus redes de apoyo y el autocuidado.
“Desde el punto de vista de la salud pública, las mujeres son pilares en sus comunidades, son quienes cuidan y procrean. Si ellas se enferman, perjudica a la comunidad. Por eso es necesario ayudarlas a alivianar su carga. Este no es un problema personal, sino que un problema social que se soluciona con políticas públicas que garanticen una amplia cobertura. Es importante que se fortalezcan las redes de apoyo, para que las labores maternales y domésticas sean compartidas, y dar espacio a la mujer para su autocuidado. El propio empleador debe entregar apoyo con horarios flexibles en las cuarentenas y protegiendo los tiempos de desconexión laboral. Contando con esos soportes, la mujer podrá dedicarse mejor a su autocuidado”.
● Nuria Pedrals, psicóloga y subdirectora de Desarrollo de la Dirección de Personal UC recomienda generar instancias cotidianas que den calma y tranquilidad a la mente.
"No se necesita dinero para contener a las madres. Un gran abrazo o una llamada telefónica, empatizar con ellas en el día a día reforzará la sensación de cariño, afecto y amor”, señala. También, ante la incertidumbre de la pandemia, es recomendable conservar la energía positiva. “Es necesario darse cuenta de qué nos aumenta la energía y qué la quita, como la culpa. Lo recomendable es quitarse la culpa, conservar la calma, priorizar y pedir ayuda”.
Ante la culpa, la profesional indica que es necesario instalar un mejor clima emocional en el hogar, asimilando que "no somos perfectas y que es necesario que nos ayudemos mutuamente, delegando tareas, haciendo rutinas, turnándose”. Incorporar rutinas con los hijos o hijas también contribuye a este buen clima emocional. “Los niños y niñas entienden mucho más de lo que uno cree, inclusive cuándo la mamá es accesible. Las rutinas pueden contribuir en esto”, sostiene.
Es indispendable, además, determinar los tiempos dedicados al trabajo. “Es necesario educar a los equipos de trabajo para que no invadan los horarios personales y así las madres –y todas las personas– tengan ciertos momentos para que la mente, el corazón y el cuerpo estén con la familia”.
Crear espacios de distensión, por difícil que parezca, también ayuda a la tranquilidad mental y emocional de las madres. Con el teletrabajo y los cambios de rutina, se han relegado los espacios de distensión con amigos y compañeros de trabajo. “Las conversaciones triviales –aunque necesarias– ya no tienen lugar día a día, tampoco el placer de conversar por conversar. Estos momentos antes eran espontáneos, hoy hay que intencionarlos, aún cuando parezcan irrelevantes, pero sí son importantes”.
● Fabiola Cortez-Monroy, académica e investigadora de la Escuela de Trabajo Social UC llama a toda la comunidad a reflexionar acerca del rol de las madres. "Si de mí dependiera, les regalaría a todas ellas un tiempo exclusivo para que la rutina y el encierro no intensifique su agobio, anulando sus proyectos personales y profesionales. Les obsequiaría, finalmente, un nuevo imaginario del cuidado, en que definitivamente deje de ser considerado como un tema privado. El cuidado, no es una cuestión de mujeres, es un asunto social y político que se da en un espacio donde se articulan roles e instituciones y que, por tanto, interpela a individuos (hombres y mujeres), familias, comunidad y Estado".
● Gloria Jiménez-Moya, académica Escuela de Psicología UC e investigadora asociada del Centro de Conflicto y Cohesión Social (COES) aconseja des-automatizar las conductas y creencias que llevan a la desigualdad entre hombre y mujeres. "Es decir, hacernos conscientes de los propios sesgos que, cuando se trata de desigualdad entre hombres y mujeres, en la mayoría de las ocasiones pasan desapercibidos. A partir de ahí, es importante educar a niños y niñas en igualdad, sin asignarle roles, gustos, tareas, etc., en función de su sexo. Por ejemplo, no esperar que las niñas van a ser mejores cuidadoras que los niños, por el mero hecho de ser muejeres".
La académica enfatiza que es importante erradicar el género -estas características socialmente construidas que se asocian a los hombres y a las mujeres- sin imponer esquemas o patrones sobre cómo hombres y mujeres deben comportarse y desarrollarse. "De esta forma, podemos empezar a cambiar las normas sociales, a constuir nuevas realidades donde hombres y mujeres tengan los mismos derechos", recalca.
"Efectivamente en el periodo de cuarentena hemos visto cómo la famosa “doble jornada” de la mujer ha sido más visible que nunca, sin embargo, yo no diría que se ha estancado el rol de la mujer, diría que esta situación desaventajada que hemos visto durante la pandemia, ha sido detectada muy pronto. No ha sido aceptada por las mujeres, sino que rapidamente se ha visibilizado y la sociedad se ha hecho eco de esta situación. Esta capacidad de detectar el problema probablemente no hubiera estado presente hace unos años. En este sentido, la cuarentena se ha presentado como una oportunidad para empezar a cambiar las cosas, desde los hogares, en nuestras vidas cotidianas", expresa Gloria.
*Encuesta Nacional Bicentenario UC 2020: se realizó entre el 24 de junio y el 5 de agosto de 2020. El sondeo encuestó a 1.002 personas de 18 años o más vía telefónica, debido a la pandemia de covid-19.