¿Cómo celebrar el tiempo de Adviento?

Se acerca la Navidad y ya empiezan a resonar a nuestro alrededor algunas letras de villancicos que traen recuerdos de la infancia. Tradicionalmente, la Iglesia Católica empieza a prepararse con cuatro semanas de anticipación en el llamado “Adviento”. Pero, ¿cuál es el sentido de este tiempo? 

Fernando Soler, académico de la Facultad de Teología, explica: “Nuestra palabra “Adviento” viene del latín que, literalmente, significa “venida” o “llegada”. Esta “venida” es la de Jesús, cuyo nacimiento se celebra simbólicamente, desde hace unos diecisiete siglos, el 25 de diciembre. De este modo, quienes creen en Jesús viven el adviento como un tiempo de preparación, marcado por un sentimiento de entusiasmo que anticipa una presencia inédita en el mundo”.

El período de preparación se vive con un sentimiento de alegría. Según explica el académico, es el gozo y la estupefacción por la certeza de que Dios se ha hecho presente como un ser humano. “Este tiempo tiene el sentido de la reflexión gozosa, mediante la cual el corazón y la mente se agudizan para mirar la realidad, reconociendo en ella lo que anticipa y propicia este nacimiento, y también qué valores representan. El adviento es un espacio de conversión, ya que reconocer en realidad el mensaje de Jesús, Dios nacido en el pesebre, es la paradoja más eficaz para darle una forma nueva a la existencia”.

"Quienes creen en Jesús viven el adviento como un tiempo de preparación, marcado por un sentimiento de entusiasmo que anticipa una presencia inédita en el mundo” - Fernando Soler, académico Teología UC

El presbítero Jorge Merino, capellán mayor de la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana, invita a que este año el tiempo de adviento se viva poniendo especial énfasis en compartir con los demás. “La Iglesia una vez más nos regala esta oportunidad de vivir el tiempo de Adviento, donde la palabra esperanza cobra tanta importancia, ya que esperamos que Jesús nazca de nuevo en nuestros corazones y nos regale la paz que tanto anhelamos. Invitamos a que volvamos a mirarnos como hermanos y vivamos con la certeza de saber que tenemos un Padre en el cielo que nos ama tanto que envía a su hijo a la Tierra, en el regalo de la Encarnación", expresa el sacerdote.

"El desafío para nosotros es compartir con los demás este tiempo de espera y esperanza. Y también compartir con quienes nos rodean los regalos que Jesús nos da", recalca el padre Jorge Merino.

Por su parte, Ángela Pérez, académica de la Facultad de Teología, explica que la Iglesia hace un llamado especial a vivir el Adviento con “una esperanza activa, confiada y alegre en la llegada del Señor, que nació y vivió entre nosotros, que está siempre viniendo, que “es, que viene y que vendrá” al fin de los tiempos. (Comisión nacional de liturgia, Ordo litúrgico pastoral para el tiempo de adviento 2022). 

“Se trata de una invitación a abrirse a la esperanza, como una fuerza capaz de orientar nuestras fuerzas hacia ese futuro abierto en el acontecimiento de Jesucristo, que mira hacia la plenitud definitiva que solo en Dios podemos encontrar”, enfatiza la profesora.

"El desafío para nosotros es compartir con los demás este tiempo de espera y esperanza. Y también compartir con quienes nos rodean los regalos que Jesús nos da" - Padre Jorge Merino, Capellán Mayor Pastoral UC

Cantos, símbolos y cosas dulces

Hay diversas formas de celebrar y pueden variar según el país, sin embargo, algunas están establecidas para realizarse paralelamente en todo el mundo.

“Una tradición muy especial es la llamada “corona de adviento”, que representa precisamente el sentimiento de “espera”, y tiene cuatro velas que se prenden en cada una de las cuatro semanas de Adviento”, explica el profesor Soler. Esta corona se puede comprar hecha o se puede armar en familia con ramas verdes, velas y cinta roja. 

“Es como cuando alguien que amamos llegará tarde en la noche y le dejamos una luz prendida, esperando que esa luz le haga más fácil entrar en la casa. Los cristianos y cristianas esperan la venida de Jesús, quien hace un largo viaje en el vientre de su madre, y prendiendo esta vela, le muestran que le están esperando, que será acogido y que, en medio de cierta oscuridad, esperan que la luz le guíe hasta sus corazones y casas”, recalca el académico.

“Armar el pesebre y rezar la novena es una manera de ir entrando, paso a paso, en el misterio que celebramos en Navidad. Por medio de gestos sencillos y oraciones muy bellas cada uno de nosotros tiene la oportunidad de esperar la celebración del nacimiento de Jesús desde dentro del pesebre, ya no como un espectador pasivo, sino involucrándonos, de verdad, en lo que ahí está sucediendo: todo un Dios ha decidido poner su tienda en nuestro suelo y traernos salvación”, agrega Ángela Pérez. 

A esto se suma una tradición culinaria: comer cosas dulces, por ejemplo, “pan de pascua”. “Como se sabe, esta tradición viene del norte, donde el frío ha vuelto la fruta difícil de hallar en este tiempo y, por tanto, la fruta confitada surge como un modo de devolver el sabor en tiempos en que el espíritu, entre el frío y la oscuridad, tiende a deprimirse. En Chile no tendremos mucho frío ni oscuridad en este tiempo, pero juntarse en familia a prender las velas de la corona de adviento, a comer algo rico, y a conversar acerca de qué significa la Navidad, sí es una acción necesaria para este tiempo. Seguramente nos levantará el corazón, y será un eficaz símbolo de que se está a la espera del gran acontecimiento del nacimiento de Jesús”, invita Soler. 

Un concierto y algo más

Cada año, la Dirección de Pastoral y Cultura Cristiana prepara materiales, ceremonias y ritos para que la comunidad universitaria pueda celebrar el Adviento en todos los campus y también en las casas.

Con una fiesta de música y colores dio inicio al Adviento en la casa de estudios con la XIII Celebración de Adviento UC, comenzando el tiempo litúrgico de preparación para el nacimiento de Jesús. 

En la ocasión, jóvenes actores contaron el cuento “Un faro en Navidad”, escrito por María Luisa Lecaros. Se trataba de la historia de cuatro niños que celebraban la Navidad con sus abuelos. Cada niño iba descubriendo misterios del nacimiento de Jesús por medio de su imaginación y aventuras en un faro. 

Los personajes del cuento fueron personificados por integrantes de la comunidad universitaria: secretarias, profesores, funcionarios y niños del jardín infantil. 

Además se contó con los villancicos que interpretó el Conjunto Folclórico UC, los más aplaudidos fueron: "Mi burrito sabanero", "Noche de paz", "Arrurú" y "A las doce de la noche", entre otros. Por su parte, el Coro Ciudadano del Barrio San Borja interpretó "Adornemos nuestras casas", "Adeste fideles" y "Pero mira cómo beben".

La fiesta se realizó en el Patio Juan Pablo II de la Casa Central de la UC. Asistieron niños y adultos integrantes de la comunidad UC y vecinos del campus. 

Durante el adviento, la Pastoral UC también invitó a armar pesebres para ir bendiciéndolos en las oficinas, salas y patios. Para coordinarlo, escribir a funcionariospastoral@uc.cl. 

Como cada año, la Pastoral también invita a ser parte de la tradicional campaña de Cenas de Navidad. Este año, hay varias maneras de participar. Además de los aportes monetarios para la compra de una cena, los distintos miembros de la comunidad y sus familias se pueden sumar y celebrar el nacimiento del Niño Jesús, colaborando en la entrega de las cenas a las personas beneficiadas, cocinando una rica comida, difundiendo la campaña o rezando por quienes las van a recibir.

Para más información, se puede contactar con el delegado de Pastoral de cada unidad o al correo pastoraluniversitaria@uc.cl.