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Columna del rector: Concurso Brain Chile


El 40 % de los emprendimientos que resultaron finalistas en el certamen de este año, estuvo integrado por estudiantes de pregrado de distintas instituciones, y en más del 60% de los proyectos participó un académico o investigador universitario. Según el rector, con este tipo de iniciativas que estimulan la creatividad, estamos contribuyendo desde la academia -y en conjunto con el sector privado y productivo-, a la generación de valor agregado a nuestros productos, lo que es un avance fundamental en el camino al desarrollo.

Uno de los prototipos del concurso Brain Chile.

photo_camera César Cortés

Recientemente en la UC se realizó la ceremonia de cierre y premiación del Concurso Brain Chile, que desde hace ya cuatro años promueve la aceleración de emprendimientos de base científico-tecnológica que emanan de estudiantes de pregrado y postgrado, académicos e investigadores provenientes de todo el país. Quienes han participado, comprenden la relevancia que tiene este programa para potenciar el desarrollo científico-tecnológico que, a través de la investigación, se orienta a mejorar la calidad de vida de las personas. Los participantes -que provienen en su gran mayoría de las universidades-, se incorporan al mundo de la innovación con propuestas de calidad. A través de su motivación y empleando todas sus capacidades, realizan un aporte al conocimiento de frontera, y contribuyen así de este modo al desarrollo económico y social del país.

Sobre esta iniciativa escribió el rector una columna que recoge El Pulso el pasado 17 de septiembre. En ella apunta que la idea surgió y se ha desarrollado desde la Escuela de Ingeniería, el Centro de Innovación, la Dirección de Transferencia y Desarrollo de la Vicerrectoría de Investigación y el apoyo decidido de Banco Santander, los que han trabajado de manera conjunta con los objetivos focalizados en aportar al país creatividad, innovación y nuevo desarrollo científico y tecnológico. El Programa -sostiene-  ha estimulado con convicción y gran trabajo a alrededor de un centenar de equipos en temas de propiedad intelectual, diseño y prototipado, modelo de negocios, mentalidad emprendedora, pitch, y conexión con empresas de la industria, entre otras actividades y aportes.

Entre los emprendimientos que resultaron finalistas este año, señala el rector,  el 40% estuvo integrado por estudiantes de pregrado, la mayoría provino de una gran variedad de instituciones, hubo una representante de Perú (el año pasado hubo de México), y en más del 60% de los proyectos participó un académico o investigador universitario dentro de los autores. Así, el Centro de Innovación UC Anacleto Angelini ha logrado constituírse en un espacio de intercambio de experiencias entre investigadores, jóvenes en formación y actores de los sectores público y privado. “De esta forma, se conectan los emprendedores en torno a proyectos comunes”, comenta Sánchez.

Entre las propuestas de este Concurso se incluyeron: fertilizantes para un mejor rendimiento en los suelos; uso de agentes naturales en el cuidado de las frutas; optimización del tiempo en un pabellón quirúrgico; ahorro energético en los hornos del pan; prótesis de caderas más durables y económicas; insumos para limpiar las aguas y otras propuestas que pueden mejorar la calidad de vida de nuestros habitantes.

Acerca de estos resultados, el rector afirma que  fortalecen nuestra confianza en que gracias a este tipo de iniciativas que estimulan la creatividad, estamos contribuyendo desde la academia -y en conjunto con el sector privado y productivo-, a la generación de valor agregado a nuestros productos, lo que es un avance fundamental en el camino al desarrollo. “De esta manera la universidad aporta a promover la creación de nuevas iniciativas que se basan en innovaciones y emprendimientos sociales, científicos y tecnológicos”, dice.
 

 


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