El Observatorio Foster UC celebra 120 años y busca acercar la astronomía a la comunidad
Explorar los cielos de Santiago para aprender más de la vía láctea, el sol, la luna, las estrellas y los planetas, con el Instituto de Astrofísica como anfitrión, es una experiencia única que ya vivieron 20 mil personas desde la reapertura del lugar, en junio de 2022. Este año, se buscarán fondos para mejorar accesos e infraestructura y consolidar este espacio para educar sobre el universo y, en el segundo semestre, avanzar a dictar cursos para todo público.
El domo blanco del Observatorio Manuel Foster UC, junto a la cima del Cerro San Cristóbal, se divisa desde varios sectores de la ciudad de Santiago. Y aunque muchos habitantes lo ven, ignoran que, desde ese sitio rodeado de arbustos, se hicieron grandes avances astronómicos de impacto mundial y se impulsó el desarrollo de esa ciencia en Chile, a comienzos del siglo XX.
En este telescopio y su equipamiento, instalados en Chile en 1903 por científicos del Observatorio Lick (el gemelo del Foster en San José, California), se guardan episodios relevantes de la historia astronómica que el Instituto de Astrofísica UC quiere divulgar para que se conozca y aprecie el valor de este lugar:
“Aquí se reconoció por primera vez que el universo era mucho más grande de lo que se pensaba en 1910 o 1920. No fue solo un hito para esa época, fue el inicio de la cosmología moderna. Se hizo un espectro muy amplio de la Gran Nube de Magallanes y se dieron cuenta de que se expande o se aleja de nosotros mucho más rápido que el resto de las estrellas cercanas al sol”, destaca el profesor Thomas Puzia, astrónomo y jefe de divulgación de esta unidad académica.
Es un hallazgo que revolucionó esta ciencia y sigue vigente hoy, dice, porque antes lo que se contemplaba como el universo era solo la Vía Láctea, sin saber que ésta era una más en miles de millones de galaxias.
Acercar este conocimiento a todo público, con las explicaciones científicas sobre el universo y los objetos visibles en el espacio, es una de las metas que se planteó el equipo del Foster, al reabrir en junio de 2022 las visitas guiadas.
Y el resultado de esta “marcha blanca” en curso ha sido muy positivo: el observatorio, declarado monumento nacional histórico en 2010, atrajo a unas 20 mil personas en seis meses, entre ellos más de mil estudiantes de 19 colegios que se encantaron con la observación de los astros, la exhibición de meteoritos y los experimentos. También ha recibido visitas notables, como la que hicieran el músico Jack White, el ex The White Stripes, junto al líder de Pixies, Black Francis, en el marco del show Road to Primavera Sound, en octubre de 2022. Poco después se abrieron tours nocturnos, desde diciembre a la fecha, los que han despertado gran interés.
Para los visitantes es una experiencia asombrosa, porque pueden ingresar al domo y conocer el telescopio original, con un espejo primario de 93 cm que pesa 252 kg, el mismo instrumento que permitió a los astrónomos del Lick conseguir unos 10 mil espectros estelares, medir la velocidad del sol y observar la nebulosa que dio las primeras señales de la expansión del universo.
Y enterarse, además, de que ahí se pudo observar el cometa Halley en 1910 y en 1986, y la supernova 1987a en la Gran Nube de Magallanes. Aprenden cómo los astrónomos trabajaban bajo esa cúpula, y conocen la sala de revelado y algunas de las imágenes de la época.
“Es un privilegio gigante cuidar este centro astronómico, que tiene una historia profunda y está en un parque con una vista espectacular a la ciudad, y que es único no solo en Santiago, también en Chile y en Sudamérica. Es un desafío grande abrir lo más posible el acceso a la ciencia, a los jóvenes y a todos los interesados que quieran subir” - Thomas Puzia, Instituto de Astrofísica UC.
Un proyecto que busca fondos
Al ver el creciente interés de las personas por subir al Observatorio, el Instituto de Astrofísica quiere materializar lo antes posible un plan de obras que permita multiplicar las visitas y generar mayores ingresos para la operación y cuidado de estas valiosas instalaciones.
La idea es pavimentar el camino de acceso, construir amplias terrazas con más equipos modernos para observación y habilitar salas para charlas y cursos, con el fin de consolidar el Foster como un espacio para la educación y divulgación de la astronomía. Porque hoy la capacidad se limita a grupos de máximo de 25 personas y obliga a turnos y largas esperas.
Es un desafío para este 2023, cuando se cumplen 120 años de la instalación de este telescopio y domo en la cumbre del Cerro San Cristóbal, que la UC recibió como una donación del profesor Manuel Foster en 1928, quien lo había adquirido al equipo del Lick.
El telescopio operó por décadas, con varias interrupciones en investigación y docencia, aunque con la llegada de nuevas tecnologías al norte de Chile, fue dejando atrás su pasado como el gran observatorio del Hemisferio Sur. Se cerró en 1995 y desde 2010 hasta ahora, sólo abría el día del Patrimonio y en el día de la Astronomía.
La remodelación propuesta para crecer en visitantes requiere de una inversión de $100 millones. Se difundió en la primera campaña del Giving Day UC a fines octubre del año pasado, pero hubo pocas donaciones en general, en un contexto económico difícil para el país.
Ese canal aún recibe aportes (ver link al final del artículo). Actualmente, se gestionan recursos en la propia universidad, que está comprometida con este proyecto, y se buscarán donaciones en empresas y en fundaciones chilenas y extranjeras.
El primer paso, dice Puzia, es mejorar la infraestructura. Y si eso se logra en el primer semestre de este año, se podría sumar en el segundo semestre a la difusión de la ciencia, la realización de cursos de formación general en la UC y para público externo.
“Tenemos muchos planes, pero nos faltan recursos. Por eso, vamos a ir paso a paso en este año. Es un privilegio gigante cuidar este centro astronómico, que tiene una historia profunda y está en un parque con una vista espectacular a la ciudad, y que es único no solo en Santiago, también en Chile y Sudamérica. Es un desafío grande abrir lo más posible el acceso a la ciencia, a los jóvenes y a todos los interesados que quieran subir”, remarca.
Para los docentes que asisten con sus cursos es una gran oportunidad acceder al Observatorio Foster, porque insertan la visita al Observatorio Foster en una actividad transversal de reconocimiento de la ciudad y sus espacios. Manuel Banchieri, profesor de Física en el Colegio Eleuterio Ramírez, de la comuna de La Reina, quien subió al Foster junto a seis profesores y tres cursos de 1º medio (116 personas en total), cuenta con orgullo que fueron el primer plantel escolar en asistir y ayudaron a los guías a hacer los ajustes en las charlas y experiencias.
“Muchos alumnos no sabían que existía ese observatorio en el cerro. Fue impresionante para ellos estar en la cúpula, ver cómo trabajaban antes y hacían los análisis. Me decían después “bacán, profe”. El entorno del parque favorece mucho, porque mientras unos observan, el grupo en espera realiza otras actividades”, destaca el docente, quien se declara un apasionado por el tema, que ha hecho cursos en Astrofísica de la UC y dirige un taller escolar de Astronomía.
Daniela Rodríguez, profesora de Matemática y Física del Liceo Bicentenario Guillermo Feliú Cruz, de Estación Central, relata que la experiencia marcó a su curso, que tiene 60% de alumnos inmigrantes que no conocen bien Santiago.
“Estaban fascinados, nunca habían estado en el cerro San Cristóbal, en el teleférico, en un observatorio astronómico donde vieron los experimentos, el movimiento de la Tierra, aprendieron a observar el sol, y saber que la luz que viaja distancias que no imaginaban. Es maravilloso el trabajo que hacen los guías. Estamos muy agradecidos de la UC que está dispuesta a dar becas y apoyar a quienes no pueden pagar”. Incluso, dice, los profesores y asistentes, que acompañaron la visita y tienen más de 50 años de edad, estaban muy conmovidos: nunca pensaron encontrar un lugar así en medio de la ciudad.
Erika Apablaza, orientadora vocacional del Liceo Estación Central, técnico profesional, acompañó la visita del profesor de Física, Alexander Contreras, y su curso de 2º medio. “Ellos estaban impresionados, con curiosidad en el sector de los meteoritos y en el observatorio mismo. Un chico mencionó que quería ser astrónomo, sabía mucho del espacio, y tuvo una linda interacción con el guía, dispuesto a responder todas las preguntas”, relata. Y añade que se cumplieron dos propósitos: aprender en terreno lo visto en clases y, para su área vocacional, “descubrirse en las posibilidades de elección”.
Cómo visitar el Observatorio Foster
Dónde: Cerro San Cristóbal, desde Plaza México.
Tour horario diurno: Sábado y domingo de 12:00 a 18:00 horas. No requiere reserva. Valor de la entrada: $1000.
Tour nocturno: $20 mil pesos por persona, con coffee-break. Adultos mayores: $10 mil. En turnos desde las 20:30 horas. Cupos limitados. Requiere reserva
Visitas de colegios y grupos: Son programadas con reservas. Se debe llenar un formulario.
Donaciones
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