Skip to content

El rol que tuvo la UC en el hallazgo del dinosaurio chileno


El investigador de Veterinaria UC, Joao Botelho y el estudiante José Antonio Palma del Programa de Doctorado de la Facultad de Ciencias Biológicas, fueron parte de esta investigación en el sur de Chile que fue portada de la última edición de la revista científica Nature. Este es un artículo de la edición 294 de Visión, el periódico de la comunidad universitaria.

Portada revista Nature con el dinosaurio chileno.

photo_camera El llamado Stegouros elengassen es un nuevo tipo de dinosaurio acorazado, y que le valió al estudio ser la portada de la prestigiosa revista científica Nature durante el mes de diciembre.

El cierre de año en Chile estuvo marcado por una investigación científica de carácter global, el descubrimiento de un nuevo tipo de dinosaurio desde nada más ni nada menos que el sur del país.

Hablamos del Stegouros elengassen, un espécimen de unos dos metros de tamaño y que los investigadores definen como la “Piedra Rosetta” de los anquilosaurios del Hemisferio Sur. Es decir, un eslabón evolutivo que explica la falta de restos de este espécimen en nuestra región, hasta ahora.

“Para hacer el scanner tuvimos que ir a UC Christus una mañana de enero, muy temprano para evitar encontrarnos con alguna manifestación, porque íbamos con el fósil completo. Incluso debimos salir durante el análisis, porque habían pacientes que necesitaban exámenes urgentes” - Joao Botelho, académico de la Facultad Ciencias Biológicas

Todo comenzó en febrero de 2018 con el hallazgo de un enigmático fósil en un empinado cerro del Valle del Río las Chinas, una inhóspita zona de la Región de Magallanes cercana a las Torres del Paine, a partir de una investigación de los investigadores Alexander Vargas y Sergio Soto de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Chile, ambos cercanos del investigador UC, Joao Botelho, quien nos cuenta esta historia.

“Somos amigos y colegas. Cuando comenzó el proyecto Anillo detrás de esta investigación, yo estaba en Yale y estaba trabajando con una nueva tecnología de segmentación digital, que funciona a través de una máquina de rayos X que genera una imagen 3D. Gracias a un software especial, permite identificar cada uno de los huesos analizados, diferenciarlos por color y crear un molde digital, que en el caso de este estudio, nos permitió ‘rearmar’ al dinosaurio. Alex me dijo que tenía que ver su descubrimiento, y regresé a Chile para hacerlo con esta tecnología”, dice el investigador y docente de Medicina Veterinaria UC.

Colaboración

El fósil completo fue escaneado en el Hospital UC Christus Marcoleta.

La colaboración de Joao y del estudiante José Antonio Palma del Programa de Doctorado de Ciencias Biológicas, no llegaría sino que un año más tarde dentro del análisis del fósil, increíblemente preservado después de 74 millones de años, con prácticamente todos sus huesos presentes y con una llamativa cola que no se parecía a la ningún dinosaurio conocido hasta la fecha. ¿El problema? Fue justamente en el periodo entre el estallido social y la pandemia.

“Para hacer el scanner tuvimos que ir a UC Christus una mañana de enero, muy temprano para evitar encontrarnos con alguna manifestación, porque íbamos con el fósil completo. Incluso debimos salir durante el análisis, porque habían pacientes que necesitaban exámenes urgentes que no podían esperar a que terminara el escáner con el dinosaurio. En tanto, durante la pandemia, José debió llevarse el software a su casa para poder continuar con la segmentación a pesar de que nos encontrábamos en cuarentena, que incluía un computador y el pendrive con los permisos para usar esta tecnología”, comenta Botelho sobre su participación y la de Palma en el estudio.

“Toda gran universidad del mundo tiene una colección zoológica. La UC ha ido apareciendo en un nivel muy alto en cuanto a ciencia; sería muy hermoso que pudiera seguir este camino con una muestra unificada con las diferentes áreas de la universidad - Joao Botelho, académico de la Facultad Ciencias Biológicas

Gracias a este análisis que tomó varios meses, y el uso de una tecnología única en Chile y traída directamente desde la Universidad de Yale por el investigador UC, pudieron revisar a detalle las siete pares de huesos de esta cola. Esto les permitió compararla en su descripción a un garrote de guerra utilizado por los antiguos aztecas llamado macuahuitl.

Fue precisamente esta cola la que permitió identificar al Stegouros elengassen con un nuevo tipo de dinosaurio acorazado, y que le valió al estudio ser la portada de la prestigiosa revista científica Nature durante el mes de diciembre.

Una de las características de este dinosaurio es su cola única.

Además, la investigación permitió identificar que este dinosaurio tenía características asociadas tanto a los estegosaurios como a los anquilosaurios, como si se tratara de una singular especie híbrida: de menor tamaño, con armadura más ligera, miembros más esbeltos, y su cola única.

Esto no sería posible sin el importante avance que ha tenido la paleontología en Chile en esta década.

En 2011 recién se describió la primera especie de dinosaurio para Chile (Atacamatitan chilensis), hoy, 10 años más tarde ya existen cuatro, dos de las cuales han aparecido en la prestigiosa revista Nature (Chilesaurus diegosuarezi y Stegouros elengassen). Este último realizado totalmente por investigadores que viven en Chile y financiado completamente por proyectos nacionales.

“Un país se genera con una red de conocimiento y en Chile faltaban algunos nodos. Ahora tenemos gente capaz de llegar al terreno, datar el seguimiento del estudio, ver cómo murió este animal, con tecnologías y logística de transporte, con la habilidad para generar imágenes y estudiarlas. Esto representa para nuestro país la madurez de nuevas áreas de conocimiento, y para la UC, es un gran descubrimiento para la Escuela de Medicina Veterinaria, con estudios de carácter global interdisciplinarios desde la morfología, biología, ingeniería, y por sobre todo, con una publicación en Nature teniendo menos de 3 años de vida”, dice el investigador. 

¿Qué queda ahora? “Toda gran universidad del mundo tiene una colección zoológica. Harvard, Yale, Cambridge, Oxford son algunos ejemplos claros, también en Ciudad de México y Sao Paulo hay algunos casos regionales. La UC ha ido apareciendo en un nivel muy alto en cuanto a ciencia, sería muy hermoso que pudiera seguir este camino con una muestra unificada con las diferentes áreas de la universidad, que sea abierta al público, imagínate en Campus Oriente, con acceso a la calle, con patrimonio de todo el país y cuidado por la Universidad Católica. Ese es mi sueño, espero estar acá si en algún minuto se da ese paso”, responde para cerrar Joao.

Revise la última edición de Visión, edición 294 de verano, aquí.


¿te gusta esta publicación?
Comparte esta publicación

Contenido relacionado