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Estudiantes presentaron una muestra artística luego de observar a la Virgen de Ayquina


Inspirada en la devoción a la Virgen de Guadalupe de Ayquina, la muestra interdisciplinaria reunió a estudiantes de diversas carreras, plasmando su experiencia del norte en una performance única. La Pastoral UC lidera esta iniciativa en conjunto con la Facultad de Artes, y además es patrocinada por las direcciones de Investigación, y de Artes y Cultura de la Vicerrectoría de Investigación.

grupo de mujeres de pie

photo_camera Estudiantes de la Escuela de Teatro que participaron en la muestra. Fotografía: César Dellepiane.

Todos los años, entre el 3 y el 10 de septiembre, personas de distintos lugares viajan hasta Ayquina, en el norte de nuestro país, tierra silenciosa que para esta fecha se enciende y recibe a cientos de familias y amigos, conocidos y desconocidos. Se reúnen para celebrar la fiesta de la Virgen de Guadalupe de Ayquina. Es su fe la que levanta el polvo: hace brotar la alegría, los sueños, anhelos, tristezas y promesas para ella. Son vibraciones que remueven los cuerpos y el territorio a través de bailes, música, vestimentas y cantos guiados por la devoción.

En esa misma fecha, estudiantes y profesores de la UC asisten a Ayquina para observar la fiesta en una llamada residencia artística. Parte fundamental de ella radica en su condición de interdisciplinaria. Si bien se inició con estudiantes de la Escuela de Arte, con el correr de los años se ha abierto a otras disciplinas que han enriquecido la experiencia incorporando nuevas formas de pensar y crear.

Este año viajaron hacia el norte  nueve estudiantes de las carreras de Arte, Música, Actuación, College, Teología y Arquitectura, acompañados por cuatro profesores y tres integrantes de la Pastoral UC. Entre todos, estudiaron y aprendieron sobre algún aspecto que el Espíritu les fue soplando. Esta fue una oportunidad para que los estudiantes vivieran la fiesta y pudieran traducir su experiencia en una obra artística donde cada uno plasmó eso en lo que pusieron especial atención durante su viaje.

Este bello evento es liderado por la Pastoral UC en conjunto con la Facultad de Artes, y además es patrocinado por las direcciones de Investigación, y de Artes y Cultura de la Vicerrectoría de Investigación. En la muestra artística hubo expresiones literarias y plásticas, unidas en una performance dedicada a amigos, familiares, a toda la comunidad UC y vecinos del campus.

En sus palabras de bienvenida, el rector Ignacio Sánchez destacó su emoción porque el día de la Muestra Artística coincidió con la visita de la imagen de la Virgen de Lo Vásquez al campus San Joaquín: “lo encuentro muy significativo”. Junto con ello, invitó a disfrutar y observar con atención las creaciones resultantes de esta maravillosa residencia artística que promueve el acercamiento del arte con la fe y “nos acerca, también, a expresiones espirituales y culturales de gran riqueza”.

El rector citó al papa Francisco para abrir el corazón a las diversas expresiones de devoción popular: “Para entender esta realidad hay que observar sin juzgar, permitiendo que las expresiones de fe nos hablen, entendiendo, por cierto, la relevancia que estas tienen para los distintos pueblos”, Evangelii Gaudium 125; y concluyó destacando: “la Residencia Artística es también un espacio de inclusión y de apertura a la interculturalidad. Este espacio, donde conviven estudiantes de diferentes creencias y espiritualidades, y una experiencia de escucha sin prejuicios, abre un camino de grandes aprendizajes”. 

“La Residencia Artística es también un espacio de inclusión y de apertura a la interculturalidad. Este espacio, donde conviven estudiantes de diferentes creencias y espiritualidades, y una experiencia de escucha sin prejuicios, abre un camino de grandes aprendizajes” - rector Ignacio Sánchez

En la muestra se expusieron las fotos de César Dellepiane y el video de Víctor Valenzuela. Fotografía: César Dellepiane.

Catártica y espiritual

Victoria Flemming Rojas, estudiante de Actuación, autora de la obra La fe en movimiento comentó lo que vivió: “La experiencia en Ayquina fue totalmente catártica y espiritual. Logré reconectar con la fe que estaba dentro de mí, y que creía perdida. Fue realmente conmovedor y cambió mi forma de crear, pensar y de ser. Volví a creer en las personas, porque a todos nos unió el mismo motivo: ir a la fiesta movidos por el amor y la fe".

-¿Cómo fue la creación después de la residencia? 

-Al principio estaba muy perdida porque era mucho material, la Virgen representa mucho amor y fe, y me preguntaba a mí misma ¿cómo traer eso a Santiago? ¿cómo mostrarles ese amor a las personas? Porque, por lo general, la vida en la ciudad es muy rápida y no nos detenemos en acciones pequeñas o sencillas. Fue un proceso muy difícil de saber qué recolectar, qué mostrar, a quiénes incluir. Hasta que descubrí la raíz de lo que más me gustó, que fue el movimiento del grupo, y ahí todo fluyó.

-¿Cómo convocaste a las bailarinas para tu muestra? 

-Son todas compañeras mías, estamos en tercer año. Eran muy lejanas al proyecto, no sabían de la Residencia, pero la carrera de Teatro se caracteriza por el apañe. Se entusiasmaron mucho después de que les conté de qué se trataba y les mostré fotos de la fiesta.

Experiencias que te dejan sin palabras

La coordinadora de Investigación y creación de la Pastoral, Catalina Salazar Moreno, tuvo la oportunidad de viajar a Ayquina con la delegación UC y acompañó a los estudiantes en todo su proceso creativo: reuniones semanales y la organización de la muestra: “Me dejó el corazón muy contento. Fue un regalo estar en la Residencia y haber visto cómo las ideas que nacieron allá crecieron, mejoraron y se concretaron”.

Al igual que muchos de los integrantes de la delegación, era la primera vez que Catalina participaba en una fiesta religiosa de esta magnitud: “son experiencias que te dejan sin palabras. A todos nos tocó de manera distinta, pero con un sentimiento muy fuerte, y tuve la oportunidad de ver a cada estudiante vivir la fiesta, sentir esa fe materializada en la cultura y crear a partir de eso. El resultado, la Muestra Artística, realmente dio cuenta de lo que vivimos allá”.

Catalina graficó esta afirmación hablando del proyecto de Domingo Acuña, estudiante de Arquitectura quien viajó a Ayquina, y para la muestra realizó una construcción en la que el agua se movía con sonido: “al mirarla, uno se perdía en la vibración y el oleaje que producía. Había momentos de mucha intensidad y otros de calma, tal como fueron el viaje y la fiesta”.

Por su parte la estudiante de Teología, Teresita Ossandón, realizó en la Muestra círculos concéntricos de sal: “De la fiesta, lo que me inspiró fue ver cómo otros viven la fe y la devoción —que están en el centro— cantando, bailando y tocando a Dios todo el tiempo; y eso resonó en mi interior.  Una alegría en la fe, una experiencia viva de la fe y del encuentro con María y con Dios. La música es muy fuerte y especial y resuena en todo el ser. Las relaciones, el encuentro comunitario, que hayamos sido de distintas carreras lo hizo muy especial por el aporte y visión distinta, pero complementaria”. 


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