Francisco Rosende: un hombre y académico ejemplar

“Conocí a Francisco hace cincuenta años, cuando en la micro de regreso del colegio me relataba historias del oeste americano. De imaginación admirable, su descripción de los detalles era inigualable y aún hoy imposible de olvidar”, relata el rector Ignacio Sánchez en una columna que publicó este lunes 29 el diario Pulso.  Su interés por la economía comenzó en la secundaria, “época en que lo cautivaron los temas vinculados a la pobreza, los bienes, el progreso y la inflación, entre otros”, recuerda el rector.  Al egresar, entró a Ingeniería Comercial en la Universidad de Chile, cursando posteriormente un Master of Arts en Economía en la Universidad de Chicago. Formó una gran familia con Karin Jürgensen y sus cinco hijos.

Según señala el rector,  en su trayectoria laboral, el Banco Central constituyó una escuela marcadora para Francisco Rosende. En particular, respecto de la importancia y el necesario respeto por los datos: “son las cifras rigurosas las que permiten hacer los diagnósticos correctos", decía. Esta visión la reforzó en su paso por la Universidad de Chicago, donde fortaleció su interés por el desarrollo de una economía rigurosa, que contribuyera con solidez al debate y la aplicación de políticas de desarrollo para el país.

La  historia de Rosende en la UC se inició en 1984 como profesor auxiliar, en cursos de macroeconomía. En 1990, pasó a formar parte de los académicos de jornada completa del Instituto de Economía. Desde entonces destacó como profesor en temas de macroeconomía, teoría macroeconómica y crisis financieras, tanto debido a su calidad humana y cercanía con los estudiantes como a su rigurosidad académica traducida en una constante actualización en los cursos. “Estos aspectos constituyeron el fundamento del Premio al Reconocimiento de la Excelencia Docente que obtuvo en 2013, promovido por los alumnos y la comunidad”, advierte el rector Sánchez.   En 2003 fue nombrado Profesor Titular, valorando esta trayectoria, sus investigaciones y publicaciones, que cuentan más de 30 artículos en revistas internacionales, 6 libros y 12 capítulos de libro.

En el año 1995 fue elegido decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Administrativas, cargo en que fue reelegido en seis oportunidades. Durante estos 18 años, lideró una importante transformación de la Facultad, “dándole una significativa relevancia  a la investigación y multiplicando el número de profesores, paso fundamental para alcanzar alta calidad y prestigio internacional”, destaca el rector.  Junto a ello, impulsó el desarrollo docente y el fortalecimiento del pregrado, que incluyó la creación de programas de postgrado, entre los que figuran el MBA y el Doctorado en Economía.

Recuerda el rector: “Con Francisco nos volvimos a encontrar en la UC hace más de 15 años, con motivo de su colaboración al desarrollo de la Facultad de Medicina y la Red de Salud. Sus aportes y consejos contribuyeron a una mejor toma de decisiones. Su conocimiento, trabajo y rigurosidad en los análisis fueron notables. Al asumir como decano de Medicina, me ayudó a conocer con mayor profundidad el funcionamiento del Honorable Consejo Superior y a interactuar con las autoridades y decanos”.  Luego agrega: “Francisco era un claro referente en este Consejo, al que aportaba con una opinión certera, ponderada y de futuro. Participó en múltiples comisiones y comités de la Universidad, como los Comités de Títulos y Grados, Asuntos Económicos y Patrimonio, por mencionar algunos. En todos, la visión fundada de Francisco fue una clara guía. Asimismo participó de otras instancias, como el comité editorial de Revista Humanitas y de la Revista de Antropología y Cultura Cristiana”.   

Asimismo, el rector se refiere a su período como rector: “Desde que asumí la rectoría de la UC el año 2010, Francisco fue un gran colaborador. Sus aportes fueron siempre con generosidad, sabiduría y bondad, así como con ese gran sentido de bien común que lo caracterizó al interior de nuestra comunidad: Recibió este año el Premio a la trayectoria UC el que reconoce al profesor que se ha destacado por su entrega y excelencia académica”.  Y concluye,  “A la universidad Francisco nos deja un gran legado: un ejemplo de persona, profesor y académico, que nos ayuda a comprender e iluminar la vida universitaria”.
 

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