Ingenieros alertan sobre alta contaminación por ozono “malo” en meses de verano
El aumento del ozono a nivel de la superficie durante la temporada estival, acompañado de material particulado fino, constituye riesgo para la salud de la población.
El Departamento de Ingeniería Química y Bioprocesos UC abordó los efectos que tiene sobre la salud de los habitantes de Santiago el aumento de ozono superficial en la temporada estival.
A diferencia del ozono estratosférico (capa de ozono) que filtra los rayos ultravioletas, el que está ubicado a nivel superficial es conocido como “malo”, porque su alta concentración en verano se transforma en un importante contaminante.
“El impacto de este tipo de ozono no es menor, ya que su presencia viene acompañada de material particulado fino respirable (MP 2,5), también generado por reacciones en la atmósfera. Sin embargo, el problema es que en estos meses estivales su presencia pasa inadvertida para los santiaguinos, porque estamos acostumbrados a asociar la contaminación del aire con las estaciones de otoño e invierno”, destacó el ingeniero UC Héctor Jorquera.
Si bien la normativa nacional del ozono indica que los mayores problemas de salud están en las demandas de admisión hospitalaria o en los daños pulmonares, el investigador dice que estudios internacionales demuestran que la exposición a este tipo de contaminación también está asociada al aumento de la mortalidad prematura en la población.
El experto en contaminación atmosférica agregó que el ozono superficial se presenta en su nivel máximo en el sector oriente de Santiago. Esto, dijo, porque las emisiones son desplazadas por el viento hacia el noreste de la ciudad, al mismo tiempo que reciben alta radiación solar, que es la receta para formar ozono.
Jorquera precisó que dicho aumento se registra alrededor del mediodía. Agregó que desde octubre de 2014 a la fecha, hay 20 días en que se superó el nivel de la normativa de calidad del aire en la estación de monitoreo de Las Condes.
Este tipo de ozono se forma cerca del nivel del suelo, cuando los óxidos de nitrógeno y compuestos orgánicos volátiles emitidos por fuentes móviles y fijas reaccionan químicamente con la presencia de la luz solar.
Expertos UC esperan que la implementación de políticas para reducir el ozono superficial, conlleve también una disminución del material particulado fino (MP 2,5) que viene acompañado, lo que mejoraría la salud de la población de Santiago.
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Roberto Cárcamo, periodista, rcarcamo@ing.puc.cl