Margarita Yuraszeck Krebs, amor a construir en comunidad

Profundamente orientada a los demás es la vida de Margarita Yuraszeck Krebs (22). Desde que ingresó a su primer año de Enfermería UC en 2014, no ha pasado un solo invierno en que no haya participado en Trabajo País, proyecto para construir capillas y salones parroquiales en zonas rurales de Chile y organizado por la Dirección de Pastoral.

Su generosidad, dedicación y entrega la hicieron merecedora del Premio Espíritu UC, el cual recibe con sorpresa y alegría. “Me acuerdo perfecto que iba manejando el auto cuando me llamó el rector para contarme que había ganado el premio. Fue muy impresionante que me llamara él y también recibir el premio siendo que en la UC hay tantas personas que lo merecen”, dice sonriendo.

La estudiante, que en este semestre está realizando su internado en el área del cuidado del adulto, cuenta que admira profundamente a sus padres porque le enseñaron a estar al servicio de los demás. Menor de siete hermanos y camarera de la Virgen del Carmen, fue presidenta del centro de alumnos en su colegio Los Andes. “Mi colegio desarrolla una labor social importante, admiro la formación que me entregaron. En las labores que realicé ahí, y después, he aprendido que el servicio es la manera de agradecer a Dios por lo que he recibido”.

¿Por qué eligió enfermería? “Enfermería me encanta porque me permite hacer tres acciones que me llenan el corazón: cuidar, acompañar y escuchar. Tengo una tía y una tía abuela que son enfermeras y que me han inspirado mucho”, explica y agrega que hace talleres de primeros auxilios y además es ayudante en su escuela en talleres prácticos del plan del adulto.

Moviendo a la juventud

Desde su primer momento en la UC, Margarita participó en el proyecto Trabajo País. Debido a su alta motivación fue avanzando desde ser voluntaria a tomar diferentes responsabilidades que culminaron en su cargo de jefa nacional para los trabajos que se efectuaron en julio de 2017, en los cuales participaron 1.200 jóvenes que construyeron o repararon capillas y salones parroquiales rurales desde Arica a Puerto Montt. Fue una enorme tarea que le requirió largas horas de trabajo pues hubo que organizar los equipos que lideraron 37 zonas geográficas, además de conseguir los fondos para los materiales, las donaciones de alimentos para todos los voluntarios, entre muchas otras labores.

“Me encanta que a nuestro equipo lo unió el anhelo de transformar y mejorar a Chile a la manera de Cristo. Ese desafío común, nos hizo trabajar de muy buena forma y alineados”, dice la joven, quien explica que la misión era construir espacios comunitarios en torno a la fe. Por eso también hicieron labores de formación tales como: oraciones, ritos de primera piedra, formar catequistas, unir a los niños de una zona, entre muchas otras.

“Lo que me gusta de Trabajo País, en comparación con otros proyectos de servicio, es ver algo más concreto, construir algo en conjunto y que queda en el lugar”, expresa Margarita, quien luego de finalizar su labor en Trabajo País, ayudó a coordinar a más de 1.000 voluntarios UC que ayudaron en la visita papal, en actividades en Santiago y en Casa Central UC. “Fue muy especial el mensaje del Papa, que reconoció y elogió el trabajo que hemos hecho en Pastoral UC. Me emocionó mucho”.
 
En tantos años de servicio, la futura enfermera ha conocido hombres y mujeres que la han inspirado: “La persona que más me ha marcado en mis años de Trabajo País fue el Padre Miguel Riveros, sacerdote de la comunidad de Codegua, donde fuimos a construir el techo del salón parroquial. Él era el párroco de Virgen del Carmen de San Enrique, Chimbarongo, quien fue y es el principal motor de las 16 capillas en la zona que dependen de él. Él jugó un rol muy importante en la preparación del corazón y también de la recaudación de fondos de la comunidad. Su alegría, buena disposición, esfuerzo y cercanía con la gente, me marcó muchísimo. Su vocación, cien por ciento al servicio de sus fieles y también la alegría del día a día, nuevamente me hicieron darme cuenta que la Iglesia está viva, y que las maneras de vivir la fe son muchísimas, pero que lo que nos reúne como católicos es Cristo”, comparte.

La alumna tiene nuevos planes sociales que esta vez se unen directamente con su carrera: “En agosto viajaré junto a una amiga a un voluntariado que he estado esperando desde hace un par de años en Nairobi, Kenya. Se trata de un proyecto de la Fundación Maisha que entrega apoyo en salud a mujeres embarazadas en riesgo social. La idea es darles acompañamiento y asesoramiento en sus controles prenatales. También algunos talleres de educación sexual para otros integrantes. Iremos desde agosto a diciembre”, relata muy entusiasmada.

“Trabajo País me ha permitido también conocer a estudiantes de todas las carreras de la universidad y también de otras universidades que viven su fe día a día, y que están trabajando por hacer de Chile un país más humano y santo. Me encantaría agradecer a la Pastoral por las oportunidades que me ha ofrecido para poder ser parte de estos increíbles proyectos que sin lugar a dudas marcarán también mi futuro como enfermera”, finaliza la estudiante.