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Imagen del desierto al atrdecer, con el océano al fondo y unos atrapanieblas en primer plano.

National Geographic Society reconoce proyecto que explora la niebla como fuente de agua dulce


Más de 200 propuestas de todo el mundo que buscan proteger los recursos de agua dulce en áreas de escasez hídrica, se presentaron en el concurso “Freshwater Conservation Projects”. Solo cuatro resultaron premiadas y de ellas, una es chilena. Se trata de la investigación liderada por el Centro UC Desierto de Atacama, que evaluará el potencial de la niebla como fuente de agua dulce, trabajando en conjunto con las comunidades locales.

Vista aérea de niebla y desierto.

photo_camera La propuesta del CDA UC consiste en la evaluación del potencial de la niebla como fuente de agua dulce y el trabajo con las comunidades locales, en un proyecto basado en agua de niebla en el desierto de Atacama a lo largo de la costa norte de Chile. (Crédito fotográfico: Felipe Lobos)

La escasez de agua es uno de los desafíos más apremiantes que enfrenta el mundo en la actualidad. Con más de 2 mil millones de personas viviendo en países con estrés hídrico, la crisis del agua dulce impacta profundamente en la agricultura, la salud y el desarrollo sostenible. A medida que el cambio climático agrava esta situación, es crucial encontrar soluciones innovadoras y sostenibles que permitan gestionar eficientemente los recursos hídricos.

Chile enfrenta una crisis hídrica significativa donde la disponibilidad de agua dulce es cada vez más limitada, debido al cambio climático, la disminución de precipitaciones y la sobreexplotación de recursos, entre otras causas. En este contexto, un equipo de investigadores del Centro UC Desierto de Atacama (CDA UC) fue seleccionado por la National Geographic Society en su concurso global “Freshwater Conservation Projects”, siendo el único proyecto chileno de los cuatro seleccionados, entre 200 propuestas de todo el mundo.

El certamen apoya proyectos comunitarios de conservación del agua dulce en regiones críticas de escasez hídrica y se enmarca en la Iniciativa Mundial de Agua Dulce lanzada en 2023, en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Agua, para abordar la crisis de escasez hídrica en el mundo y fomentar acciones sostenibles. Cada iniciativa seleccionada recibirá un fondo de hasta 50 mil dólares para implementar las soluciones propuestas.

La propuesta del CDA UC consiste en la evaluación del potencial de la niebla como fuente de agua dulce y el trabajo con las comunidades locales, en un proyecto basado en agua de niebla en el desierto de Atacama a lo largo de la costa norte de Chile. El proyecto destaca no solo por su rigor científico, sino también por su potencial impacto en la conservación de ecosistemas y la gestión sostenible del agua.

“Como Universidad nos llena de orgullo que este tipo de proyectos sea reconocido internacionalmente, ya que son un ejemplo muy claro de cómo la transferencia de la investigación que se realiza en la academia va en directo beneficio de las comunidades y los territorios, en este caso, en un tema tan vital como la crisis hídrica y la necesidad de generar fuentes de agua limpia en zonas áridas. Asimismo, felicito al equipo del Centro UC Desierto de Atacama por haber sido seleccionado en un fondo altamente competitivo a nivel global, como el de National Geographic Society”, afirma el vicerrector de Investigación de la UC Pedro Bouchon.

Las otras iniciativas adjudicadas son:
-       La restauración liderada por la comunidad de campos de arroz abandonados para convertirlos en un humedal natural y un hábitat forestal para mejorar la recarga de aguas subterráneas y la biodiversidad de agua dulce en la cuenca del río Notori en Japón.
-       El trabajo con una comunidad agrícola local para integrar la Internet de las cosas, con una solución indígena basada en la naturaleza, para conservar y distribuir equitativamente el agua en la isla de Java, en Indonesia.
-       La colaboración con grupos locales interesados en el establecimiento de zonas de conservación y rehabilitación de humedales en el delta del río Asi-Orontes, para mejorar la calidad del agua, luego del terremoto de 2023 cerca de la frontera de Turquía y Siria.

Un mapa de niebla

Vista aérea de la niebla sobre el desierto.
Gracias a la Red de Monitoreo de Niebla del CDA UC, es posible evaluar cómo la niebla varía en el tiempo y el espacio en una gran extensión latitudinal y en diferentes ecosistemas. (Crédito fotográfico: Felipe Lobos)

El proyecto premiado por National Geographic Society es liderado por Virginia Carter, investigadora del Centro UC Desierto de Atacama y académica de la Universidad Mayor, y Camilo del Río, profesor del Instituto de Geografía UC y director del mismo Centro. Con más de 20 años de experiencia en el estudio de la niebla, han dedicado gran parte de sus carreras a comprender este fenómeno y su relación con el cambio climático.

“Mi aproximación al tema de la niebla siempre ha sido desde una perspectiva climática”, explica Camilo del Río, doctor en Ciencias Naturales (Dr. rer. nat.) por la Universidad de Heidelberg, Alemania, y Magíster en Geografía y Geomática por la Pontificia Universidad Católica de Chile. Uno de sus principales intereses es entender cómo el cambio en la presencia y formación de la nube estratocúmulo que da origen a la niebla, podría estar relacionado con cambios en los ecosistemas y en el potencial uso de este fenómeno como recurso hídrico.

“La nube de niebla, que durante años ha sido una presencia constante en las costas del desierto, representa una posible solución a la crisis hídrica, pero su comportamiento es incierto. ¿Qué pasa si construimos un sistema de recolección de agua de niebla y, al año siguiente, la nube ya no está?”, plantea el académico.

Para responder a esta interrogante, el equipo del profesor del Río ha liderado la construcción de una Red de Monitoreo de Niebla, permitiendo al CDA UC evaluar cómo la niebla varía en el tiempo y el espacio en una gran extensión latitudinal y en diferentes ecosistemas. Inicialmente, la niebla había sido estudiada principalmente en las zonas hiperáridas y áridas del territorio nacional. Con la megasequía que afecta a Chile central, el investigador amplió su enfoque a una región donde la niebla históricamente no había sido un foco de estudio: Chile central. “La niebla siempre ha estado presente en Chile central, pero no había estado en nuestro foco de investigación. La megasequía y las necesidades de recursos hídricos trajeron este tema con más fuerza”, acota.

La Red actualmente cuenta con 25 estaciones, gracias a los recursos obtenidos mediante postulaciones a fondos, lo que ha permitido al Centro profundizar en los estudios sobre la niebla y su variabilidad. “Hemos hecho distintos esfuerzos para mantener y extender esta red, y estamos muy contentos de habernos adjudicado el proyecto con la National Geographic Society, que nos permitirá expandir la red y nos dará visibilidad global”, dice Camilo del Río y añade: “Gracias a este apoyo podremos transmitir nuestros avances al mundo y contribuir al conocimiento sobre los recursos hídricos y la conservación de la biodiversidad”.

Los investigadores del Centro UC Desierto de Atacama Virginia Carter, Camilo del Río y Felipe Lobos junto a un atrapanieblas a escala.
De der a izq: Los investigadores del Centro UC Desierto de Atacama Virginia Carter, Camilo del Río y Felipe Lobos. (Fotografía gentileza de CDA UC)

Por su parte, Virginia Carter posee amplia experiencia en la implementación de proyectos de captación de agua de niebla, que permiten transformarla en un recurso aprovechable en zonas con escasez hídrica. “Me inicié en la construcción de atrapanieblas cuando tenía aproximadamente 21 años, y hoy puedo decir con orgullo, que soy una de las pocas mujeres en el mundo que ha construido estos sistemas en diferentes lugares, como Guatemala, áreas rurales de África y Chile”, comenta la investigadora formada en el Instituto de Geografía UC. A lo largo de los años, ha trabajado en diversas regiones del mundo, llevando su conocimiento y experiencia a comunidades rurales, donde el acceso al agua dulce es limitado.

Doctora en Geografía por la Universidad de Gent, Bélgica (PhD–Sciences), Virginia Carter además es actualmente coordinadora de Proyectos de Campo en la ONG FogQuest, en donde ha trabajado de cerca con comunidades rurales en países en desarrollo, promoviendo su participación en el proceso de recolección de agua de niebla y en la gestión del recurso. Asimismo lidera el trabajo con las comunidades, especialmente empoderando a las mujeres, en diversas localidades del norte de Chile como parte de su labor en el Centro UC Desierto de Atacama.

Su trabajo también se ha enfocado en investigar cómo integrar este tipo de soluciones en las políticas públicas de planificación y gestión del agua, entendiendo que la ciencia debe ser un eje central en la toma de decisiones que puedan aliviar los efectos del cambio climático en las comunidades más afectadas. De esta forma, su investigación busca no solo generar conocimientos, sino también influir en las políticas de gestión hídrica, llevando la ciencia a las comunidades y ayudando a transformar la realidad de quienes enfrentan la escasez de agua.

En la actualidad, ambos académicos dirigen el proyecto Mapa de Agua de Niebla, cuyo objetivo es desarrollar una plataforma pública que proporcione información detallada sobre la disponibilidad de agua de niebla en siete regiones de Chile, desde Arica hasta el Maule. Se espera que esta herramienta sea un recurso clave para la toma de decisiones en la gestión hídrica, así como un apoyo valioso para el avance de la investigación científica.

Además, se contempla que el mapa juegue un papel fundamental en la mejora de la gobernanza de los recursos hídricos y en la gestión de los desafíos asociados a la seguridad hídrica, especialmente en el marco de los procesos de adaptación al cambio climático.

Un proyecto con alcance global

Atrapanieblas al atardecer
Los atrapanieblas permiten captar las gotas de agua de la también conocida camanchaca, las que caen por la malla hasta un tubo de pvc, siendo trasladada hasta tambores en los que se recolecta este recurso hídrico. (Crédito fotográfico: Nicole Saffie)

La iniciativa financiada por la National Geographic Society, se desarrollará entre noviembre de 2024 y mayo de 2026, con el objetivo de consolidar la Red de Monitoreo del Agua de Niebla gestionada por el Centro y promover su uso como un recurso hídrico complementario en zonas con escasez de agua.

A lo largo de la costa norte y centro de Chile, el proyecto evaluará el potencial de la niebla como fuente de agua dulce y su impacto en la conservación de los ecosistemas. A través de una red extendida, el CDA UC busca comprender mejor este fenómeno y su viabilidad como un recurso sostenible, especialmente en un contexto de creciente crisis hídrica.

En un escenario donde las fuentes tradicionales de agua, como los ríos y embalses, están cada vez más agotadas, la niebla emerge como una posible alternativa complementaria que podría aliviar la presión sobre estos recursos. Las regiones áridas del norte y centro de Chile son un claro ejemplo de esta necesidad urgente, y el proyecto del Centro se inserta en este contexto global de búsqueda de alternativas para asegurar el acceso al agua en zonas vulnerables.

La investigación sobre cómo captar y utilizar el agua de niebla no solo podría cambiar la realidad hídrica local, sino que también podría ofrecer un enfoque replicable en otras áreas del planeta que enfrentan situaciones similares.

La National Geographic Society seleccionó este proyecto como uno de los cuatro financiados globalmente dentro de su programa de conservación de agua dulce. Recibiendo más de 200 propuestas de todo el mundo, la postulación del CDA fue altamente competitiva, y resultó ser la única de Chile en alcanzar la fase final. El proyecto fue valorado por su enfoque innovador y por la sólida Red de Monitoreo de Niebla que el Centro UC ha venido desarrollando, así como por su compromiso con la participación comunitaria y la transferencia de conocimiento.

Una de las claves de esta iniciativa es el trabajo en colaboración con las comunidades locales. En un contexto donde las soluciones tecnológicas por sí solas no son suficientes, los investigadores del CDA UC entiende que el éxito de un proyecto de recolección de agua de niebla depende en gran medida de la integración de las comunidades en el proceso. La colaboración con estas no solo busca la adopción de la tecnología, sino también el fortalecimiento de la capacidad local para gestionar este recurso de manera integral.

La profesora Virginia Carter enfatizó la importancia de utilizar una plataforma tan influyente como National Geographic Society para divulgar la investigación y el conocimiento generado hacia dos sectores clave: las comunidades potencialmente beneficiarias y los tomadores de decisiones. Esto busca facilitar la inclusión del agua de niebla en políticas y estrategias territoriales e hídricas.

Expandiendo el estudio de la niebla

Instrumentos de medición de la niebla en la Estación Atacama UC
El neblinometro, llamado colector de niebla estándar, es el instrumento que se utiliza para medir el potencial de recolección de niebla. (Crédito fotográfico: Nicole Saffie)

En el equipo de investigación también participa Felipe Lobos, profesor de la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales, y también investigador del CDA UC, quien ha desarrollado el modelo meteorológico que sustenta el Mapa del Agua de Niebla, una herramienta clave para identificar las zonas más aptas para la recolección de este recurso. Asimismo, forman parte Marcos Zegers, fotógrafo enfocado en la relación entre el ser humano y el territorio; y Orlando Rojas, presidente de la Agrupación de Atrapanieblas de Atacama.

En este contexto, Felipe Lobos detalló varios objetivos específicos del proyecto, que incluyen el fortalecimiento de la red de monitoreo de niebla mediante la adición de dos estaciones en lugares donde el agua de niebla ya se utiliza para cultivos, pero donde actualmente no existen mediciones. También se busca conocer los volúmenes exactos de agua que se pueden colectar en zonas de Falda Verde, en la comuna de Chañaral en la Región de Atacama, donde se producen hortalizas con agua de niebla; así como levantar información sobre la colecta de niebla en Paposo, en la Región de Antofagasta, un ecosistema poco explorado y de alta biodiversidad.

Esta iniciativa no solo promete fortalecer el conocimiento sobre este recurso vital, sino también inspirar acciones concretas para la conservación del agua dulce en el contexto de la creciente escasez hídrica global.

Con esta adjudicación, el CDA UC se consolida como un referente en la investigación del agua de niebla a nivel nacional e internacional, y se espera que la Red de Monitoreo de la Niebla y el Mapa del Agua de Niebla logren una visibilidad significativa en el World Water Map de la National Geographic Society, un recurso fundamental para ayudar a las personas de todo el mundo a comprender los problemas de escasez de agua exacerbados por factores como el cambio climático, el aumento del consumo y el desarrollo económico.


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