Patricia Masalán: "Quiero ser proactiva y anticiparme a los problemas"

“Las personas se entienden hablando”, asevera la enfermera matrona de la UC, y magíster en salud pública, Patricia Masalán.

Precisamente el diálogo es la principal fórmula del ombuds, nombre de origen sueco de un mediador entre partes en conflicto, que propone soluciones de modo imparcial, independiente, informal y confidencial. 

Un comité de búsqueda propuso al rector Sánchez el nombre de Patricia Masalán para suceder al primer ombuds que tuvo la UC,José Ignacio González, al concluir su periodo de siete años.

Según los registros, poco más de 200 casos recibió el ombuds en 2018-2019, y las principales causas se relacionan con hostilidad, seguidas de medidas disciplinarias y, en tercer lugar, con trámites estudiantiles. 

La prevención

La nueva consejera mediadora considera que muchas veces se desconocen las formas de resolver problemas que, si existe la voluntad de las partes, se pueden solucionar en los niveles correspondientes, sin llegar a instancias mayores.

En cuanto a los objetivos que se ha planteado al asumir como ombuds, Patricia Masalán buscará potenciar la conciliación.

“Quiero difundir la misión del ombuds dentro de la universidad, aún más de lo que ya se ha hecho”. También se ha propuesto aprender de experiencias nacionales e internacionales y adoptar buenas prácticas.

“Y, por último, quizá algo muy ambicioso, ser proactiva anticipando los problemas antes de que surjan, buscando acciones para prevenirlos”, indica la nueva Ombuds.

“Quiero difundir la misión del ombuds dentro de la universidad, aún más de lo que ya se ha hecho” - Patricia Masalán, nueva ombuds de la UC.

Patricia Masalán está desarrollando sus actividades por teletrabajo. Para pedir su mediación hay que ingresar a ombuds.uc.cl/contacto.

Cuando se instale la nueva normalidad, su oficina estará en el Edificio MIDE UC, visitará los otros campus de Santiago los días miércoles, y una vez al semestre irá al campus Villarrica.

La experta del sueño

Cuatro hijas tiene Patricia Masalán, y la exigente experiencia de criarlas mientras estudiaba su magíster, fue el fortuito inicio de su área de especialización como académica e investigadora en los trastornos del sueño. “Me quedaba dormida en la micro en el trayecto a las clases, y tuve que consultar por insomnio. En ese momento nadie me daba una solución definitiva, solo medicamentos”.

Resolvió hacer tu tesis sobre este tema iniciando un camino que la llevó a realizar una pasantía en la Universidad de Stanford; a ser parte del equipo fundador del Centro de Sueño de la Universidad Católica donde trabajó por más de 30 años, hasta el año pasado; y a crear un curso que continúa dictando en la Escuela de Enfermería. 

También estudió hipnosis clínica y Reiki, herramientas que, asegura, sirven mucho de apoyo en los tratamientos.

Más de 33 publicaciones científicas sobre trastornos del sueño tiene la nueva consejera mediadora UC.

Al relatar episodios de su vida, cuenta que sus padres, ambos inmigrantes sirios, se instalaron con una paquetería en el Barrio Bellavista, un negocio en el que ella ayudó desde muy pequeña, incluso cuando estudiaba en la Escuela Pública N.º 23.

Sus padres soñaban con que Patricia ingresara a Medicina, carrera a la que postuló y fue aceptada. Pero, primó su vocación y estudió para ser enfermera matrona. En la vida familiar había aprendido a perseverar en los objetivos.

“Cuando yo tenía ocho años vivimos un incendio, pero logramos recuperarnos. Eso me enseñó que en la vida no hay nada que no se pueda lograr, si uno se lo propone”.  En su capacidad de resiliencia también influyó el haber luchado contra la obesidad en su niñez y adolescencia, condición que, asegura, no le afectó en la relación con sus pares, pero le hizo mirar la vida de manera diferente.

“Cuando yo tenía ocho años vivimos un incendio, pero logramos recuperarnos. Eso me enseñó que en la vida no hay nada que no se pueda lograr, si uno se lo propone”- Patricia Masalán, nueva ombuds de la UC.

En la actualidad, la comunicación online tiene gran importancia para ella, ya que sus cuatro hijas y sus cinco nietos viven fuera de Chile. “Si bien los echo de menos, los tengo por video”, señala Patricia, quien valora mucho la compañía de su actual marido, el profesor estadounidense Gerald Kellogg.  

“Enviudé hace ocho años y hace cuatro me reencontré con Gerald. Lo había conocido hace 25 años como asesor de un proyecto desarrollado en la Escuela de Enfermería”, relata. 

Sobre la pandemia, destaca que la experiencia ha demostrado la unión de la comunidad de la UC. “Se ha visto el compromiso de cada uno, y hemos aprendido que juntos podemos lograr mucho. Nuestras autoridades nos han cuidado, y eso se agradece”.