Piane UC realiza adecuaciones para estudiantes con discapacidad en medio de la pandemia
En la UC hay 166 estudiantes con necesidades educativas especiales que participan en el programa Piane. Cerca de la mitad de estos alumnos y alumnas requirieron ciertas adecuaciones para las clases online. Desde el programa han estado trabajando en capacitaciones para estudiantes y sus profesores y profesoras.
El ingreso de Matías Morales a la universidad no fue del todo fácil. No sólo porque en su primer año debió enfrentar la pandemia del Covid 19, sino porque siendo una persona sorda, el conectarse a clases online representa un doble desafío. Y es que este estudiante de Agronomía se comunica, casi de manera exclusiva, a través de lengua de señas y sus clases deben contar con la participación de un intérprete. Si el internet falla, debe avisarle a la intérprete para que ella sea su voz y oídos ante el profesor.
Por situaciones como ésta es que, desde que estalló la crisis del Coronavirus, en el programa Piane UC han estado trabajando para acompañar a los 166 estudiantes con discapacidad que actualmente cursan alguna de las carreras de la universidad. Y como Miguel, cerca de la mitad de los estudiantes vinculados al programa contactaron a las profesionales de Piane para buscar ajustes, en conjunto con profesores y profesoras de la universidad.
En el caso de clases en vivo se ha trabajado con los académicos para que siempre tengan a un intérprete a la vista, así, si la clase se graba, Matías también puede repetir los contenidos, igual que el resto de sus compañeros y compañeras.
“Ha habido profesores con muy buenas ideas. Miguel Gómez, por ejemplo, agrega a un intérprete de señas a sus clases. Puedo ver la clase con la intérprete, parecido a como lo hacen en las noticias en la tele”, explica Morales. Esta, precisamente es una de las adecuaciones que propone el programa. En el caso de clases en vivo se ha trabajado con los académicos para que siempre tengan a un intérprete a la vista, así, si la clase se graba, Matías también puede repetir los contenidos, igual que el resto de sus compañeros y compañeras.
“Ha habido profesores con muy buenas ideas. Hay profesores que agregan a un intérprete de señas a sus clases. Puedo ver la clase con la intérprete, parecido a como lo hacen en las noticias en la tele” -Matías Morales, estudiante UC
Cada estudiante, una adecuación distinta
Tal como explican desde Piane UC, así como Matías, cada estudiante necesita una adecuación específica. Según cifras oficiales, un 28% de los estudiantes vinculados a Piane tienen discapacidad motora, 19% discapacidad visual, 18% discapacidad auditiva, 17% dificultades específicas del aprendizaje, 15% tienen trastorno del espectro autista y 3% más de alguna de éstas condiciones.
“La tecnología usualmente baja las barreras de accesibilidad pero hay otros factores que se complejizan”, explica Catalina García, directora de Inclusión UC. En ese sentido, García sostiene que es importante identificar dónde están esas barreras para trabajar soluciones en conjunto con los académicos.
Un 28% de los estudiantes vinculados a Piane UC tienen discapacidad motora, 19% discapacidad visual, 18% discapacidad auditiva, 17% dificultades específicas del aprendizaje, 15% tienen trastorno del espectro autista y 3% más de alguna de éstas condiciones.
Según la coordinadora de Piane UC, Andrea Vásquez, en la universidad ha sido necesario acompañar a estudiantes y orientar a profesores. “Hay necesidades que se pueden agrupar por tipos. En el caso de estudiantes con discapacidad visual se pueden buscar plataformas que sean compatibles con las tecnologías que utilizan, así como descripciones del material gráfico”.
Asimismo, Vásquez explica que en el caso de estudiantes con discapacidad auditiva, no todos logran hacer lectura labial ni tampoco han desarrollado el lenguaje oral. Por eso son necesarias una serie de medidas, como el uso de subtítulos en los videos y el apoyo de intérpretes de señas. La universidad dispone de recursos para apoyar a los estudiantes con intérpretes de Lengua de Señas Chilena, que son complementados con algunos que otorga el Servicio Nacional de Discapacidad (Senadis).
Por otro lado, la principal dificultad que enfrentan estudiantes con trastorno del espectro autista es el cambio de formato. Esto, señala Vásquez, puede generar ansiedad e incertidumbre, por lo que se ha recomendado a académicos anticipar lo más posible los contenidos y la manera en que se va a trabajar. Finalmente, en el grupo de estudiantes con dificultades motoras admite que no se han detectado grandes dificultades, debido a las posibilidades que ofrece la tecnología. No obstante el requerimiento de tiempo extra en evaluaciones se ha mantenido, que es la posibilidad de tener más tiempo para rendir una prueba en caso de que escribas más lento, por ejemplo.
“A veces se piensa que se puede resolver este tipo de aspectos de forma masiva, pero esto no es así y mi impresión es que nunca será así. Existen un sinfín de variables y siempre hay que ir uno a uno si queremos apuntar a la equidad”, explica García.
“A veces se piensa que se puede resolver este tipo de aspectos de forma masiva, pero esto no es así y mi impresión es que nunca será así. Existen un sinfín de variables y siempre hay que ir uno a uno si queremos apuntar a la equidad”- Catalina García, directora de Inclusión UC