Seminario de Historia tuvo como protagonista a la justicia, el escándalo y la risa
El encuentro “Formas de conciliación y mecanismos de resolución de conflictos en Hispanoamérica, siglos XVIII y XIX”, profundizó sobre los métodos informales que existían en el pasado para resolver controversias, temática que a la vez forma parte de una investigación mayor.
La justicia vecinal y los acuerdos extrajudiciales tienen larga data en nuestro país. A partir de esta premisa, la jefa de Postgrado y académica del Instituto de Historia UC Verónica Undurraga desarrolló el trabajo llamado “Formas de conciliación y mecanismos informales de resolución de conflictos” en el marco de una investigación del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt). Este fue a la vez el tema de un seminario realizado en la universidad, donde la profesora buscó reflejar parte del trabajo realizado.
El proyecto está en su último año de ejecución y cuenta con el historiador René salinas (Usach) como co investigador y tesistas de diversas universidades. “Nos interesó ver cómo las personas resolvían sus desavenencias fuera de la justicia, cómo se resolvían conflictos tan graves como homicidios, por ejemplo, cómo se compensaba a una viuda que perdió a su marido en el marco de una riña”, explicó Undurraga.
Estos tópicos fueron analizados en un encuentro realizado el mes pasado, donde diversos investigadores abordaron conflictos en ámbitos como las pensiones de alimentos en casos de divorciados, disciplina doméstica y conciliaciones. Undurraga por su parte, dictó una ponencia donde analizó su artículo “Prácticas de justicia conciliatoria y sus dimensiones sociales. Chile, 1830-1836”, que a la vez será publicado en el próximo número de la Revista de Indias.
Los tribunales, explica la historiadora, correspondían a “un esfuerzo del Estado republicano cuando se estaba recién organizando esta técnica social de la conciliación, instancia previa a un proceso de desarrollo judicial” y agrega que este mecanismo se asemeja a reformas actuales sobre mediaciones y tribunales de familia.
La risa como categoría de relaciones humanas
Otra expositora del encuentro fue la académica del Departamento de Historia de Carleton University, Sonia Lipsett-Rivera, quien comentó su investigación en curso llamada “El poder de la risa: Humor, violencia y consenso en la Nueva España”. Su ponencia se centró en cómo la risa y el humor pueden regir las relaciones humanas, específicamente en los grupos masculinos, en este caso los mexicanos principalmente en el siglo XVII.
Lipsett-Rivera relató que en esos años los oficiales españoles intentaron controlar a la población, pues “las diversiones de los locales les parecían banales y buscaban inculcar diversión más cultural”. Sin embargo, los grupos de amistades tenían costumbres muy marcadas como ir de pulquería en pulquería (bares donde se vendía la bebida alcohólica llamada pulque).
Por otro lado, explicó la historiadora, en eventos sociales mixtos se realizaban ceremonias de matrimonios fingidos entre mascotas y muñecos, lo que era considerado hereje por otras esferas sociales. Estos temas además, manifestó, forman parte de un proyecto literario sobre la masculinidad en Nuevo México, DF y sus alrededores como Xochimilco y Coyoacán. Cronología: periodo colonial. Los tumultos. S XVII mayor cantidad de casos.
“En la risa hay momentos para compartir y también hay relaciones de jerarquías y el humor del mundo masculino está centrado en la calle”, señaló la profesora, quien relató una serie de formas de diversiones hilarantes de los mexicanos de la época. De hecho, ejemplificó, el cabildo tuvo la necesidad de poner reglas cuando los ciudadanos estaban en misa, pues entraban con armas, hablaban mucho, se mandaban notas o leían. “No hacer chanzas (bromas) o gestos que provocaran la risa de los asistentes” fue la orden de ese entonces.
Por otro lado, expuso formas de resolución de conflictos que se daban en ese contexto, tales como duelos de insultos o bailes con cuchillos, encuentros que se daban en la esfera pública y que si bien muchas veces tenían ingredientes jocosos, a veces pasaban a mayores y terminaban en homicidios.
El escándalo en su noción tangible
Entre las investigaciones que se presentaron durante el seminario, expuso también el historiador Nicolás Celis, quien presentó “La noción de escándalo como categoría de análisis para lo público y lo privado en el Chile tradicional”, donde dio a conocer una serie de casos registrados que daban cuenta de transgresiones a la esfera pública en siglos pasados.
El académico manifestó en su ponencia que “el escándalo posee una categoría tangible” -y citó al historiador colombiano Germán Colmenares- “posee la virtualidad de convertir en hecho sociales, conductas privadas, aún las más íntimas”, es decir, transgresiones que revelan cuestiones que idealmente deberían estar ocultas según las convenciones sociales.
Para ejemplificar, dio a conocer el caso se una pareja que fue acusada de manifestar conductas impropias en una plaza el 12 de agosto de 1795, ocasión en que el diputado San Francisco del Monte remitió un oficio contra Rosa Yáñez y Carlos Castillo por haber sido sorprendidos a las 10 de la noche “en el camino de la relajación y del vicio”.
Celis mostró una serie de ejemplos que pretendían demostrar que “en el corazón del escándalo está lo público” y que existen tres requisitos para que se cumpla un escándalo: conducta transgresiva de valores sociales, acción que rompe con el marco moral de una época y que la desviación fuera interpretada como un mal ejemplo para el entorno social.
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Violeta Bustos Vaccia, periodista, vsbustos@uc.cl