¿Por qué es importante la solidaridad?
Sonreír, abrazar y escuchar son algunas representaciones solidarias para San Alberto Hurtado, quien ha sido nombrado patrono de este mes y es en su honor, que cada 18 de agosto, fecha de su muerte, se conmemora como el día de la solidaridad. Pastoral UC ha preparado una serie de actividades para que podamos vivir este valor de manera cotidiana y recordar cuál es su significado más profundo.
Cada lunes y miércoles, un grupo de unos 30 a 50 voluntarios, la mayoría estudiantes de pregrado de la UC, salen del campus Casa Central –en pleno centro de Santiago- a eso de las seis de la tarde, a recorrer algunos sectores aledaños: el parque San Borja, las afueras de la Posta Central, la esquina de las calles Diagonal Paraguay con Marcoleta, el parque Forestal y el río Mapocho... con un solo objetivo: escuchar a las personas en situación de calle que han tomado esos lugares como su “hogar”.
“El proyecto surgió de la inquietud de un grupo de estudiantes de la universidad, de compartir con estas personas en situación de calle y de reconocer su dignidad. Vieron que era necesario que existiera un proyecto que los acompañara, y ahí es donde surge la iniciativa ROSTROS dentro de la Pastoral, entre el 2020 y 2021, en plena pandemia”, cuenta la coordinadora María Jesús Rojas, estudiante de tercer año de Derecho.
Los jóvenes se dividen en cuadrillas y recorren el sector, acercándose a las personas que viven en carpas o rucos improvisados entre plásticos y cartones, en plena vía pública, ofreciéndoles una taza de café o té caliente y una “oreja” para escuchar. “Son personas con realidades muy distintas, pero siempre nos han recibido muy bien, con mucho respeto, la mayoría está dispuesta a sentarse con nosotros y nos ven ‘uno a uno’, como un par”, relata Pedro de la Barra, estudiante de segundo año de Ingeniería y también coordinador de ROSTROS.
“A la gente le gusta ser escuchada y muchas de estas personas con las que nosotros compartimos tienen historias de sufrimiento, de dolor y mucha soledad también, se encuentran en situaciones súper aisladas, súper desconectadas en general con la sociedad, con la familia, con las personas”, agrega María Jesús.
Una vez al mes, los voluntarios ponen la mesa –literalmente- en la calle, con loza, vasos y flores, donde ofrecen una cena a las personas que visitan y a quien quiera sumarse, simplemente para conversar y compartir. La actividad se repite con una once, también de manera mensual. “Como no es un proyecto asistencialista, nosotros nos sentamos a comer con las personas, a conocerlas más que nada, y a expandir este mensaje de alegría y de amor de Cristo resucitado, al ser también un proyecto con sello católico”, explica Pedro.
“A la gente le gusta ser escuchada y muchas de estas personas con las que nosotros compartimos tienen historias de sufrimiento, de dolor y mucha soledad también, se encuentran en situaciones súper aisladas, súper desconectadas en general con la sociedad, con la familia, con las personas” - María Jesús Rojas, coordinadora proyecto ROSTROS y estudiante de Derecho UC.
La asistencia depende del día -si hace frío o llueve, baja, y aumenta en los días estivales- pero en general cocinan para 100 personas, entre los comensales que se sientan a la mesa y otros que se acercan para llevarse un plato caliente. “Creemos que la mesa y todo tiene que estar muy bonito y preparado para que sea una comida que cualquier persona podría tener en su casa”, dice María Jesús.
El próximo paso es ampliar la red de voluntarios, que actualmente llega a unas 400 personas en total. Actualmente, la gran mayoría son estudiantes de pregrado de la UC, si bien también participan alumnos de otras universidades. “Uno de los anhelos que tenemos es que este proyecto no se quede solo en la Universidad Católica y que también participen profesores, funcionarios, estudiantes de postgrado, exalumnos... que todos puedan vivir esta experiencia alguna vez”, agrega la coordinadora. Y como concluye: “es un proyecto muy transversal, porque es una inquietud que creemos llega a todos”.
*Conoce las distintas iniciativas para colaborar y participar con el proyecto ROSTROS, a través de su Instagram @rostros_uc
*Durante el mes de la solidaridad estarán ofreciendo vales solidarios equivalentes a una o más cenas. Para adquirirlos, contactarse a través del Instagram o al correo constanza.rehbein@uc.cl
Vivir la solidaridad durante todo el mes
“¿Qué haría Cristo en mi lugar? Esa es la pregunta que san Alberto Hurtado, patrono del Mes de la Solidaridad, hacía incansablemente, ya durante su vida universitaria como exalumno y profesor de nuestra casa de estudios: “Fue un lugar privilegiado para entregarse al Señor y servir a los hombres”, escribió. Hoy, en el día que se conmemora su muerte hace 52 años, su interrogante continúa resonando con fuerza. Este es un llamado y una invitación a mirar al otro, a ponerse en su lugar”, dice el rector Ignacio Sánchez.
Y agrega: “La solidaridad solidifica los vínculos entre las personas y promueve sentimientos de confianza que son la base de una sociedad que quiere avanzar hacia un desarrollo integral con mayor inclusión. A veces, simplemente basta con escuchar o dar una palabra de aliento; otras, podemos hacer un gesto para ayudar a aliviar alguna necesidad o contribuir con alguna organización. Lo importante, es generar ese encuentro, que es la base para construir una sociedad con mayor confianza y empatía”.
Para conmemorar el mes de la solidaridad, la Pastoral UC ha organizado una serie de actividades en las cuales pueden participar los alumnos, profesores, profesionales y funcionarios. Se trata de un tiempo muy relevante para todos los integrantes de la comunidad UC. Así lo explica Ángela Parra, directora de la Pastoral: “Lo que hacemos es motivar a la comunidad universitaria, a toda la UC, a que pueda vivir este mes siguiendo el ejemplo de San Alberto Hurtado, quien además es exalumno de nuestra universidad. A ejemplo suyo se nos invita a ver a Cristo en el otro. Entonces hablamos de un mes que es importante porque podemos, independiente que ojalá lo hagamos todos los días, ir en ayuda de las personas más necesitadas del país viendo a Cristo en ellos”.
“La solidaridad solidifica los vínculos entre las personas y promueve sentimientos de confianza que son la base de una sociedad que quiere avanzar hacia un desarrollo integral con mayor inclusión" - Ignacio Sánchez, rector de la UC.
La directora cuenta que una de las acciones más importantes de este mes es la recolección de donaciones para un campamento de inmigrantes situado en Viña del Mar. “Este año hemos querido darle un énfasis importante al mes de la solidaridad respecto de las personas que lo perdieron todo en los incendios de la Quinta Región en el verano. Cuando esto sucedió, la universidad respondió con voluntarios de emergencia, con centros de acopio realizados por la Pastoral, la DAE, la FEUC y otras organizaciones. Hoy queremos volver, siete meses después de lo sucedido, con una ayuda en directo beneficio de las personas que viven en una vivienda de emergencia construida por Techo y otras organizaciones, y que siguen necesitando materiales -ya sea de abrigo, de higiene y limpieza- para vivir dignamente”.
“Sabemos que esto no es suficiente, pero es una ayuda que está llegando en un tiempo en el cual queremos darle continuidad al trabajo específico con el campamento de Naciones Unidas, al cual de alguna manera hemos apadrinado en este mes de la solidaridad”, recalca Ángela Parra.
El adn del cristiano es ser solidario
Sumado a las campañas de donaciones, se realizarán cursos, misas e instancias de reflexión acerca de este tiempo. Al respecto, el Pbro. Jorge Merino, Capellán Mayor UC, destaca: “La solidaridad es importante para el cristiano porque es parte fundamental de su esencia, está en su adn podríamos decir. El adn de ser cristiano es ser solidario. Y doy un paso más atrás: ¿de dónde nace la solidaridad? Nace de un encuentro profundo con Cristo, eso es ser cristiano: es haberse encontrado con Cristo y en ese encuentro, entonces, es donde el cristiano se ve impulsado no solamente a dar, sino que a darse a sí mismo”.
“La solidaridad no es solamente una acción social, sino que es algo que compromete a toda la persona, a todo el cristiano que no solamente busca dar algo material o tiempo, sino, sobre todo, darse a sí mismo. Lo bonito es que esa acción solidaria es la que alimenta la vida espiritual, es la que alimenta el encuentro con el Señor”, recalca el sacerdote.
Según el padre Merino, el cristiano busca vivir de una manera solidaria, es decir, dándose a sí mismo, de manera muy palpable. "Eso se vive en acciones concretas, por ejemplo, compartiendo mis talentos con los demás, con mis compañeros de estudio, con mis compañeros de trabajo, preocupándome de necesidades concretas y materiales de los que me rodean o, incluso, no de aquellos que me rodean, sino que, yendo un poco más lejos, de los demás”, enfatiza.
Otras actividades que se están realizando son: una peregrinación al Santuario de San Alberto Hurtado, salidas a la calle con el proyecto Rostros en las cercanías de Casa Central, Misa del Mes de la Solidaridad en la Catedral de Villarrica, el panel Dignitas Infinita en Casa Central, visitas al Hospital San Juan de Dios, visitas a la Fundación Las Rosas que atiende a personas mayores, jornada de construcción de un patio de un jardín infantil, visita de la camioneta verde del Padre Hurtado a Casa Central y a campus San Joaquín, Misa en conmemoración de San Alberto Hurtado y armado de cajas de donaciones.
Participa en las actividades del Mes de la Solidaridad. Lee el programa completo e inscríbete con Matías Guzmán a matgzman@uc.cl.