Rector escribió una columna sobre la Encíclica Laudato Si
El diario El Mercurio publicó una columna en la cual el rector Ignacio Sánchez destacó la nueva encíclica del Papa Francisco, dedicada al cuidado de la tierra y el medioambiente.
El rector Ignacio Sánchez escribió una columna titulada “Encíclica Laudato Si: Sobre el cuidado de la casa común”. El documento, publicado por El Mercurio, reúne algunas reflexiones acerca de la recientemente publicada encíclica del Papa Francisco.
El rector redactó: “La tierra es nuestra casa común, ‘como una madre bella que nos acoge en sus brazos’, son las hermosas y profundas palabras al inicio de la Carta Encíclica del Papa Francisco. La preocupación por la naturaleza, la protección de los más vulnerables, el compromiso con el desarrollo integral de la sociedad y la paz interior del hombre se presentan de manera conjunta. Así, se desarrolla el concepto de ecología integral, que busca la manera de articular las relaciones de la persona con sus pares, consigo misma, con la creación y con Dios. Una ecología que permita comprender ‘el lugar específico que el ser humano ocupa en este mundo y su relación con la realidad que lo rodea’”.
La autoridad académica señaló que la encíclica presenta de manera muy didáctica nuestra relación con la naturaleza. “Se realiza un diagnóstico de lo que ‘le está pasando a nuestra casa’, a través de la escasez de agua, el cambio climático, la pérdida de la diversidad con extinción de especies animales y vegetales, la disminución de la calidad de vida en las grandes ciudades y la inequidad en las relaciones entre los países. En particular, del mundo desarrollado con los países pobres, indicando que ‘el deterioro del ambiente y de la sociedad afectan de un modo especial a los más débiles del planeta’. Luego de este análisis crítico, se presenta el evangelio de la creación, a través de la luz de la fe y del diálogo multicultural que incluye a la espiritualidad y la religión. Nuestra historia se desarrolla en un espacio geográfico, expresa ‘quien ha crecido entre los montes, o quien de niño se sentaba junto al arroyo a beber, o quien jugaba en una plaza de su barrio, cuando vuelve a esos lugares, se siente llamado a recuperar su propia identidad’. Se enfatiza que los frutos de la tierra deben beneficiar a todos destacando la igual dignidad de ricos y pobres”, expresó.
“Al analizar la raíz humana de la crisis ecológica, se reconocen los avances en ciencia y tecnología, los que bien orientados significan un real avance. Sin embargo también se enfatiza en el poder que ello entrega, por lo que se requiere ‘una ética sólida, una cultura y una espiritualidad’ para poder avanzar con justicia y caridad. El Papa llama a una ‘revolución cultural’, para recuperar los valores. La propuesta de ecología integral busca incorporar las dimensiones humanas y sociales, y ‘también supone el cuidado de las riquezas culturales de la humanidad’. El llamado es a priorizar las decisiones de acuerdo a su impacto en la calidad de vida de las personas, a través del desarrollo de los espacios públicos, vivienda, transporte y otros servicios. ‘¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan, a los niños que están creciendo?’, la encíclica nos interpela a tener una opción preferente por los pobres, -que no puede esperar-, junto a pensar en las futuras generaciones para poder asegurar un desarrollo sostenible en el tiempo”, resaltó el rector Sánchez.
Con respecto a las líneas de acción que propone la encíclica, el académico destacó: “Se invita a un diálogo sobre el medio ambiente en la política internacional, con propuestas de soluciones a ‘partir de una perspectiva global y no sólo en defensa de intereses de algunos países’. Hace un llamado a que las religiones entren en un ‘diálogo entre ellas orientado al cuidado de la naturaleza, a la defensa de los pobres, a la construcción de una red de respeto y de fraternidad’. Finalmente, se nos invita a una conversión ecológica, que implica gratitud y gratuidad a través de un cambio que requiere ‘motivaciones y un camino educativo’, destacando el rol de la escuela y que ‘en la familia se cultivan los primeros hábitos de cuidado de la vida’”.
“La alabanza de esta encíclica se relaciona con nuestro mundo, la casa común, con la protección de los más vulnerables, la justicia, equidad y la protección de un desarrollo humano y sustentable en beneficio de las nuevas generaciones. Nos invita a todos a trabajar de manera activa en el cuidado de la casa de todos”, concluyó el rector.
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Virginia Soto-Aguilar C., periodista, msotoagu@uc.cl