Superintendencia de Educación Superior
Una reflexión profunda del reglamento de la Superintendencia es de gran relevancia, ya que permite plantear atribuciones que regulen y cuiden de manera transparente el desarrollo del sistema. Esto, según el rector, permitirá velar por la autonomía de las universidades, potenciará la diversidad del sistema y que las universidades desempeñen un rol clave en la innovación y transferencia de la investigación para el mayor desarrollo integral de nuestro país.
Hace ya un par de meses, el Consejo Asesor de la Ministra de Educación -con la participación de rectores y rectoras-, trabaja para lograr una mejor implementación de la ley de Educación Superior (ES).
El primer objetivo fue realizar aportes para definir el reglamento de inicio de las funciones de la Superintendencia. Al respecto, el rector Ignacio Sánchez escribió una carta que publica La Segunda, este 19 de marzo, en la que señala que este trabajo se ha realizado de manera dialogante, propositiva y con altura de miras, lo que se valora en bien de un mejor sistema de ES.
Esto, dice, porque “la importancia de la Superintendencia es muy evidente, -lo que ha quedado claro al presentarse casos de abusos y defraude a la fe pública en el pasado-, con el objeto de regular los aspectos financieros y de información hacia los estudiantes, sus familias y la comunidad”.
Para esto, las autoridades ministeriales, y el propio Superintendente, han presentado sus lineamientos y propuestas al Consejo.
Comenta la autoridad que, en lo fundamental, ha habido consenso en dos temas fundamentales a resguardar: en primer lugar, en el respeto de la autonomía de las universidades y la valoración de la diversidad del sistema de ES.
En segundo lugar, hay acuerdo en que su labor se oriente a las universidades que presentan mayor riesgo, lo que implica el desafío de definir cuáles son los criterios que lo determinan, dentro de los que se pueden identificar la acreditación institucional, los estados financieros, u otros parámetros.
Otro de los aspectos a trabajar dice que es la coordinación con organismos que tienen relación con materias académicas, legales y financieras.
Por otra parte, sostiene que es necesario abordar en detalle los mecanismos que permitan estimular y potenciar la innovación y el emprendimiento en beneficio del desarrollo del país. Para esto, son vitales normas claras de relación con el sector productivo, -las cuales deben estar en relación con estándares internacionales-, estimulando un trabajo conjunto que permita cumplir el rol innovador de las universidades.
“La reflexión amplia y profunda del reglamento de la Superintendencia es de gran relevancia, ya que permite plantear atribuciones que regulen y cuiden de manera transparente el desarrollo del sistema”, subraya.
Así también, agrega que va a permitir velar por la autonomía de las universidades, potenciará la diversidad del sistema y que las universidades desempeñen un rol clave en la innovación y transferencia de la investigación para el mayor desarrollo integral de nuestro país. “Ese debe ser el norte y su campo de acción”, concluye Sánchez.