Terremotos e imágenes religiosas
La nueva muestra que exhibe la UC en el Centro de Extensión es un aporte cultural de la institución a través de la Colección Gandarillas, del arte colonial americano; constituye una reflexión de la cultura y la devoción religiosa que comparten los países del área Sur Andina. Según comenta el rector, "este es otro ejemplo de arte, cultura y trayectoria histórica que muestra la influencia de la fe en nuestra historia a lo largo del desarrollo de nuestra nación”.
Se inauguró en la UC la XI muestra de la Colección Gandarillas de Arte Colonial Americano, la que aborda la historia del estudio de imágenes, en especial cuadros de Cristo crucificado, que en medio de catástrofes y momentos de inseguridad, devienen en imágenes milagrosas, capaces de brindar protección y consuelo a los creyentes, adquiriendo un carácter sagrado.
Sobre esta exposición, el rector Ignacio Sánchez escribe una columna que reproduce el 30 de marzo diario La Segunda. En ella, la autoridad sostiene que, cruzando diferentes saberes, esta muestra ofrece una investigación de imágenes milagrosas surgidas de la devoción popular tras la ocurrencia de grandes movimientos telúricos en el área Sur Andina, -sin duda la zona con mayor actividad sísmica del planeta-, y sobre la particular forma de percibir las catástrofes.
“La riqueza iconográfica de esta colección permite estrechar lazos entre países vecinos e indagar entre las disciplinas que constituyen el saber”, apunta.
“La riqueza iconográfica de esta colección permite estrechar lazos entre países vecinos e indagar entre las disciplinas que constituyen el saber” afirma el rector Ignacio Sánchez en la columna publicada en La Segunda.
Durante el siglo XVI ocurrieron fuertes sismos en Chile y Perú, los que están dentro de los más devastadores de la historia, que fueron dando forma, de cierta manera, a la cultura de devoción a los cristos milagrosos. En Perú, señala el rector, las magníficas pinturas del “Señor de los Temblores” de la Catedral de Cusco, nos contactan con el trágico terremoto de 1650 que destruyó la ciudad, salvo el edificio de la Catedral y la imagen del Cristo en ella albergada, transformándose en patrono de la ciudad. “Estas pinturas nos muestran la fe intensa y la variedad imaginativa de esa fascinante y trágica imagen del Cristo de los Temblores: al centro la misma figura hierática y doliente de rostro moreno, profusas heridas y largo faldón blanco sobre sus tibias enflaquecidas; cambian sus andas, su ornamentación, y sus acompañantes”, precisa Sánchez.
La experiencia chilena con los terremotos y las imágenes que cambian su iconografía y devienen protectoras bajo un culto local, ha precedido en este caso en tres años al evento cusqueño en un sismo tanto o más trágico. El terrible terremoto de Santiago, en mayo de 1647, levanta en medio de la postración y la muerte, la figura de un Crucificado de la Iglesia de San Agustín de Santiago. “Este Cristo salva enhiesto y sin lesión, transformándose en símbolo de acogida, esperanza y reconstrucción bajo el nombre de ‘Señor de Mayo’, del cual se resguarda el cuadro en tela que permanece en el convento de Las Carmelitas y que gracias a la generosidad de las religiosas, es posible contemplar en esta exposición”, comenta el rector.
Según Ignacio Sánchez, la nueva muestra es un aporte cultural de la UC a través de esta gran Colección Gandarillas, del arte colonial americano, que esperamos propicie una reflexión de la cultura y la devoción religiosa que compartimos los países del área Sur Andina. “Este es otro ejemplo de arte, cultura y trayectoria histórica que muestra la influencia de la fe en nuestra historia a lo largo del desarrollo de nuestra nación”, concluye el rector.