UC despide a José Aldunate, sacerdote jesuita y académico de la Facultad de Teología

A los 102 años falleció el sacerdote cuya vida estuvo marcada por la labor social y por la defensa de los Derechos Humanos, especialmente en el período de la dictadura militar. Autoridades del mundo público, social y privado han despedido a Aldunate. El rector Ignacio Sánchez, lo definió como “un gran profesor, ejemplo de fe y de dedicación a sus estudiantes y al desarrollo de la Teología en la UC”.

El padre José Aldunate, en primer perfil, en una fotografía en blanco y negro.

Cura obrero. Este fue el concepto con el que mucha gente identificaba cariñosamente al sacerdote José Aldunate, quien falleció este sábado a los 102 años. Es que fue el propio Aldunate quien se vinculó directamente con el sector. “Si yo estaba hablando de justicia en mi cátedra como profesor de moral, me daba la impresión de que no estaba responsabilizándome de lo que es en verdad la justicia. Jesús dice que no el que habla sino el que hace la voluntad de Dios, ése cumple”, dijo en julio de 2016 para la Revista Mensaje.

Corría la década de los 60’ cuando Aldunate, terminaba su período como Provincial de la Compañía de Jesús y cuando decidió viajar a la ciudad de Calama para reflexionar sobre la posibilidad de convertirse en “sacerdote obrero”. Esto, respondiendo al movimiento que se inició en Francia en 1944 y que buscaba que sacerdotes católicos se aproximaran al movimiento obrero, viviendo en sus mismas condiciones y realizando sus mismas labores.

“Al pasar al mundo obrero me sentí instintivamente solidario de su mundo, preocupado de la justicia, sintiendo constantemente esa distancia que hay entre el rico y el pobre. Una distancia que es excesiva, injusta, una injusticia estructural. Uno quiere entonces cambiar las estructuras del país, hacer cambios más revolucionarios”, dijo en la misma entrevista. Sin bien participó del movimiento, Aldunate decidió compatibilizar estas labores con la docencia en la Facultad de Teología de la UC, dedicando seis meses para cada función.

Aldunate tuvo un rol más protagónico durante la dictadura militar chilena, con una decidida defensa por los Derechos Humanos, acción que lo llevó a recibir el Premio Nacional de Derechos Humanos el año 2016. El reconocimiento se le otorgó “por su destacada labor y trayectoria en la promoción y defensa de los derechos humanos y libertades fundamentales, a la protección y amparo de los/las trabajadores/as y obreros/as, a la denuncia de los derechos humanos amenazados o vulnerados y a la protección de los grupos históricamente vulnerabilizados”, según dice el documento.

Según el rector Ignacio Sánchez, el sacerdote fue “un gran profesor, ejemplo de fe y de dedicación a sus estudiantes y al desarrollo de la Teología en la UC. Su aporte al país se demostró en la defensa de los más pobres y de los perseguidos por sus ideas, cumpliendo una labor señera y profunda durante la dictadura. Fue reconocido con el Premio Nacional de Derechos Humanos lo que nos honra y alegra, sirviendo de ejemplo para las futuras generaciones. Los testimonios que reconocen al padre Pepe atesoran nuestra memoria para el presente y en especial para el futuro”.

Una visita de Dios para Chile

Por su parte, el sacerdote Tomás Scherz, Vice Gran Canciller de la UC, manifestó que el padre Aldunate fue “un religioso muy destacado” que en “movimientos álgidos de nuestro país tuvo gran altura de miras”. “Él generó incomodidad para muchos en la comunidad eclesial pues fue un hombre que, pese a su avanzada edad, era de los más avanzados, junto al padre Mariano Puga y al padre Alfonso Baeza, que sigue entre nosotros”, dice Scherz.

A pesar de que reconoce que lo conoció poco, el Vice Gran Canciller define a Aldunate como un sacerdote capaz de extender puentes hacia distintos sectores. “Fue un hombre crítico y profundo y de él nos queda esa visión profética y profunda en la fe. Lo más característico de él era su capacidad de atreverse. Fue una persona inspiradora, una gran visita de Dios en medio de nosotros”, concluye.