UC y Fundación Para la Confianza crean el Centro CUIDA para prevenir el abuso y la adversidad temprana
Ambas instituciones se comprometen a potenciar la investigación y el conocimiento científico y aportar a políticas públicas que vayan en beneficio de la niñez y la adolescencia. "Desde ambas partes existe un genuino interés de aportar a un problema de grandes proporciones sociales, en el que las dos instituciones pueden contribuir desde sus fortalezas. La fundación desde la experiencia y la credibilidad social y la universidad desde su capacidad y experiencia académica para investigar en este ámbito”, afirmó el rector.
En una colaboración inédita, la Universidad Católica y la Fundación Para la Confianzasellaron una alianza para crear el Centro CUIDA (Centro de Investigación Para el Abuso y la Adversidad Temprana), en el que confluirán la investigación, la academia y el rol de la fundación con el trabajo con las víctimas de abusos.
Dicha alianza se hizo efectiva con la firma de un convenio en el que participaron el rector Ignacio Sánchez y el presidente ejecutivo de la Fundación Para la Confianza, José Andrés Murillo. En la ceremonia estuvieron también presentes autoridades de la universidad y de la fundación, como asimismo, el administrador apostólico del Arzobispado de Santiago y pro Gran Canciller de la UC, monseñor Celestino Aós; la subsecretaria de la Niñez, Carol Bown; los obispos auxiliares de Santiago, monseñores Cristián Roncagliolo y Alberto Lorenzelli; representantes del Sename, del departamento de Prevención de Abusos de la Conferencia Episcopal de Chile, decanos, representantes de fundaciones y académicos.
En este marco, las dos instituciones se comprometieron en la prevención de experiencias adversas a temprana edad, con especial foco en el abuso sexual de niños, niñas y adolescentes.
Al inicio de la ceremonia, se exhibió un video con el saludo del Papa Francisco y sus buenos augurios para el trabajo que realizarán profesores e investigadores en el nuevo centro. (Ver video abajo)
CUIDA constituye un espacio académico y de investigación para responder a la urgente necesidad de avanzar como sociedad en la prevención de las experiencias adversas a temprana edad. Su propósito es reunir evidencia científica, impulsar políticas públicas y desarrollar herramientas de prevención, intervención y reparación. Está conformado por académicos y profesionales de diversas áreas y pretende ser un espacio interdisciplinario de estudio de los eventos adversos tempranos y el abuso sexual infantil en la sociedad, con especial atención al contexto eclesial.
Dolor, vergüenza y rabia
Según palabras del rector Ignacio Sánchez, CUIDA busca identificar los aspectos sociales, culturales y familiares que permiten el abuso, así como aquellos que promueven la protección de la infancia y facilitan la reparación del daño. “Es al interior de la familia en donde se debe proteger de manera especial a los niños y niñas. Sin embargo, es allí donde de manera más frecuente su dignidad y derechos son más vulnerados”, señaló. Agregó que “desde la evidencia recogida y comparada, esperamos aportar a la política pública que nos permita avanzar hacia una sociedad más respetuosa y protectora de la niñez y de la adolescencia”.
Asimismo, Sánchez enfatizó: “En nuestro país y al interior de la universidad, hemos sentido dolor, vergüenza y también rabia por lo que ha ocurrido en Chile, en especial al interior de nuestra Iglesia”. Dijo que este mismo dolor y vergüenza lo expresó el Papa Francisco en su carta de abril del año pasado a los obispos. En ella pidió perdón a las víctimas y ofreció su voluntad para reparar el daño cometido.Luego, a fines de mayo 2018, en su carta ‘Al pueblo de Dios que peregrina en Chile’, pidió mirar de frente el dolor causado y el rostro de las víctimas. “Y lo más importante -manifestó la autoridad académica- nos invita a los cristianos a ser protagonistas de la transformación que hoy la sociedad reclama. Debemos recoger su llamado a rechazar la cultura del abuso tanto de poder como la lacra de los abusos sexuales a menores”.
El trabajo conjunto de ambas instituciones data desde octubre del año pasado, cuando autoridades de la universidad se reunieron con los directores de la Fundación Para la Confianza, donde se conversó por primera vez sobre la posibilidad de una colaboración en la modalidad de un centro de excelencia de investigación, con un directorio de diez miembros que fuera paritario, con un presidente elegido por consenso y un director académico perteneciente a la UC. En abril de este año se incorporó la directora académica del centro, la investigadora UC María Pía Santelices. Su amplia experiencia en investigación se centra en temáticas de primera infancia, tales como apego, parentalidad y desarrollo infantil en contextos vulnerables.
Por su parte, el prorrector Guillermo Marshall, quien lideró el trabajo desde la UC, comentó que la firma de este convenio con la Fundación Para la Confianza es el término de un largo y cuidadoso trabajo que han estado realizando representantes de ambas instituciones. En primer término, para restablecer las confianzas y en segundo, para diseñar un centro de investigación que se aboque a estudiar el abuso y la adversidad temprana. “Creemos que es tiempo de iniciar un camino que ofrezca soluciones basadas en la evidencia para poner fin a los abusos que hemos sido testigos en el contexto eclesiástico, pero que están presente muy generalizadamente en toda la sociedad”, enfatizó.
En su intervención, el presidente ejecutivo de la Fundación Para la Confianza, José Andrés Murillo, reflexionó: “Tengo que ser honesto y reconocer que no me es del todo fácil estar aquí. Este lugar representa lo que muchas veces hemos cuestionado como origen del abuso: el poder. Por suerte, y hablo desde un lugar biográfico, nos hemos identificado muchas veces con lo contrario del poder, y no me refiero solo a las víctimas, sino a la discrepancia”.
Murillo recalcó que este es un proyecto que, a pesar del abuso, de la cultura del abuso y encubrimiento que se tejía no solo en la Iglesia sino en la sociedad en general, quería nuevamente disentir. “Lo natural habría sido el odio, el deseo de venganza, la desconfianza. Pero nos quisimos jugar por otro enfoque. Sin dejar de golpear cuando ha sido necesario, quisimos confiar, no de cualquier modo sino lúcidamente. Es decir, queríamos prender la luz en un lugar que brillaba por su oscuridad”, reflexionó.
A continuación, tuvo lugar la firma de la alianza entre las dos instituciones, en la Sala de Audiencias de la Casa Central de la universidad. Lo hicieron el rector Ignacio Sánchez y el presidente ejecutivo de la Fundación, José Andrés Murillo.
El acuerdo suscrito conjuga la trayectoria académica de la UC con la experiencia en atención integral de la Fundación Para la Confianza, con el fin de desarrollar investigación de excelencia, en colaboración con instituciones nacionales e internacionales. El abuso sexual, el maltrato, el abandono y otros eventos adversos a temprana edad son muy frecuentes y provocan enfermedades tanto físicas como mentales en la infancia y la adultez, con altos costos sociales y económicos. Estudios científicos muestran que muchos problemas de salud pueden ser el resultado del estrés crónico causado por la exposición temprana a la adversidad. De hecho, haber experimentado tres o más experiencias traumáticas en la niñez puede reducir hasta en 20 años las expectativas de vida de una persona.
Respuestas científicas sólidas
Tras la firma del acuerdo, y en el ámbito de sus perspectivas, el director de la Fundación Para la Confianza, James Hamilton, destacó que CUIDA nace de la necesidad de entender, de buscar respuestas científicas sólidas, que nos iluminen en un camino de conocimiento del cual adolecemos y que hoy es esquivo para poder modificar nuestras conductas en favor de la prevención y la reparación del daño que quita salud, expectativa de vida y alegría en nuestros semejantes. Luego advirtió que los eventos adversos de infancia constituyen la peor epidemia que afecta a nuestra humanidad y que aún no son visibles a la mayoría. “El maltrato y el desamparo a nuestra infancia es el germen de la enfermedad crónica, de la violencia y de la inequidad de nuestra sociedad. Como sobrevivientes no podemos quedarnos solo en la atención que brinda nuestra fundación, estamos urgidos a entender sus raíces y consideramos que con el prisma de la academia podremos develar los patrones del abuso de poder que ejercemos consciente y también de manera desapercibida sobre nuestros semejantes, con especial foco en niñas, niños y adolescentes”, afirmó.
En su camino hacia la generación de nuevo conocimiento, CUIDA emprenderá tres líneas de investigación: Impacto de la adversidad temprana en la salud, a cargo de James Hamilton; Contexto social e institucional, especialmente eclesiástico, del abuso en la niñez, liderado por José Andrés Murillo; y Apego y prevención de la adversidad temprana, encabezada por la psicóloga y directora académica del Centro CUIDA, María Pía Santelices. Junto a ellos trabajarán equipos de académicos y profesionales de diversas disciplinas: psicología, psiquiatría, genética, psicofisiología, neurociencias, teología, antropología, sociología, epidemiología, medicina, salud pública, derecho, historia y economía.
Respecto del trabajo científico que desarrollará el centro, la directora académica, María Pía Santelices, señaló que CUIDA quiere ser una ventana importante para América Latina y conectarse con el mundo para nutrirse de las experiencias de otros y poder aportar la propia. “Queremos influir en la política pública y en la construcción de una sociedad más respetuosa y protectora a la niñez. Sabemos que el bienestar en la niñez es un elemento transformador de la sociedad. La paradoja es que, teniendo eso claro en la teoría, existe aún una gran desprotección de la infancia y esta situación facilita la exposición de niños, niñas y adolescentes a experiencias adversas y traumáticas, y ellas afectan gravemente el desarrollo y la salud integral a lo largo de la vida y a nuestra sociedad”, advirtió. Finalmente, agregó: “Un círculo que debemos romper de una vez y para siempre. Ese es el camino que iniciamos hoy y pienso, sinceramente, que este proyecto conjunto con la Fundación Para la Confianza, nos permitirá hacer sinergia para avanzar hacia una sociedad mejor”.
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