Un Centro de Justicia Educacional para mejorar la calidad y equidad en la enseñanza
Los cambios sociales y culturales que el país ha experimentado en las últimas décadas generan una amalgama de desigualdades que no se expresan solamente a través de diferencias socioeconómicas, sino también como diferencias de género, etnia, migración, discapacidades, habilidades digitales, desarrollo cognitivo y escolarización temprana, entre otras.
photo_camera Archivo UC
El Centro de Estudios Avanzados sobre Justicia Educacional es un proyecto financiado por CONICYT, que surge de la asociación entre la UC y las Universidades de Tarapacá, Magallanes, de la Frontera y el Duoc-UC. El Centro integra a investigadores, postdoctorados y académicos del país, junto con importantes redes de profesores que colaboran desde universidades en el extranjero.
En las últimas décadas la investigación nacional en el campo de la educación se ha centrado principalmente en la díada “calidad y equidad”, según comenta el rector Ignacio Sánchez en una columna de opinión que publica este miércoles 22 de noviembre el vespertino La Segunda. No obstante, sostiene, los cambios sociales y culturales que el país ha experimentado generan una amalgama de desigualdades que, en educación, no se expresan solamente a través de diferencias en el acceso. En el marco de estos cambios se encuentran las nuevas expresiones de la diversidad social de los estudiantes y sus familias. Según apunta la autoridad, en nuestro país, estas se manifiestan no solo en términos socioeconómicos, sino también como diferencias de género, etnia, migración, discapacidades, habilidades digitales, desarrollo cognitivo y escolarización temprana, entre otras.
En este contexto, señala, el concepto de “Justicia Educacional” emerge como una nueva categoría, a través de la cual pueden evaluarse las respuestas que se plantean para responder a los desafíos que implican estas múltiples diversidades y oportunidades de aprendizaje. Se busca evaluar la exclusión escolar y ofrecer políticas públicas y prácticas pedagógicas capaces de lograr inclusión con identidad en variados contextos, niveles educacionales, y grupos sociales.
Por otra parte, explica Sánchez, el centro se ha propuesto desarrollar como objetivos específicos la investigación multidisciplinaria básica y aplicada, focalizada en importantes retos educativos en términos de justicia, inclusión y calidad, así como desarrollar competencias profesionales y técnicas en educación a través de la formación de profesores, investigadores jóvenes y posdoctorados, y también por medio de la colaboración con instituciones asociadas a diferentes territorios. Además, comenta que el Centro se propone desarrollar intervenciones basadas en evidencia para mejorar la calidad y equidad en la enseñanza, y comprender la dinámica de cambio social y su relación con las políticas públicas.
Por ello, sostiene que las acciones se deben orientar a llevar el ámbito de la investigación teórica y aplicada en educación a quienes son los protagonistas del proceso educativo y sus principales beneficiarios: las generaciones jóvenes de nuestro país en cuyas manos está el futuro de la nación. Y enfatiza: “El desafío que ha emprendido este Centro es prioritario para las instituciones que lo integramos, expresando así el testimonio de nuestra vocación pública al servicio de las personas”.
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