Colegios y escolares no vacunados

El lunes 27 de septiembre comenzó en el país la vacunación masiva contra el covid-19 de los niños entre 6 y 11 años de edad. El Ministerio de Salud definió que esto se realizará directamente en los establecimientos educacionales, donde los menores recibirán la vacuna CoronaVac –del laboratorio Sinovac–, que fue recientemente aprobada para ese grupo etario por el Instituto de Salud Pública (ISP).
Al tratarse de una vacuna voluntaria –y no parte del Plan Nacional de Inmunización–, los apoderados deben dar su consentimiento para que sus niños sean inoculados. El llamado de las autoridades ha sido claro. "Es fundamental que los padres faciliten el proceso de vacunación, que va en directo beneficio de sus hijos y de las comunidades educativas", señala el ministro de Educación, Raúl Figueroa. Mientras que la Defensora de la Niñez, Patricia Muñoz, sostiene que es "súper importante invitar a todos los papás, mamás y adultos responsables a llevar a los niños a vacunarse. Mientras más pronto se vacunen, más posibilidades tenemos de que su retorno al colegio sea más seguro".
No obstante, hay apoderados que ya han manifestado que no autorizarán que sus hijos sean vacunados. Y, según una encuesta de Educación 2020 –publicada en el mes de julio, antes de que se aprobara extender la vacuna a los a niños–, el 71% de los apoderados señalaba estar dispuesto a vacunar a su hijo, un 19% que tal vez lo haría y un 10% afirmaba que no.
Paulo Volante, académico de la Facultad de Educación UC, considera que éste "es un tema crítico". "La pandemia es una situación de total excepción, que amerita un alineamiento a nivel de Estado, de comuna y, por supuesto, a nivel de escuela. Que los padres tengan la posibilidad de que sus niños sean vacunados en las escuelas es un beneficio, y cuesta comprender decisiones individuales que vayan en una dirección contraria", comenta. Por eso, cree que la decisión de algunos apoderados de no vacunar a sus hijos "por supuesto va a ser una dificultad para la convivencia escolar". "Los niños que estén en esa situación van a estar expuestos a recibir de alguna manera la sanción social y, sobre todo, van a estar expuestos al riesgo de la infección", afirma a Emol. Dice que "un restorán puede no permitir que una persona entre si no tiene el pase de movilidad, y no estaría violando un derecho; en una escuela es diferente. Si bien el colegio no puede negarle el acceso al niño, por supuesto que se producen tensiones a nivel de la comunidad, de los padres, del ambiente social". (...)
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