Dignidad selectiva
Como muy a menudo pasa con muchos conceptos, sin embargo, su uso exagerado tiende a hacer desaparecer el real significado que se esconde detrás de esta palabra. De hecho, el término “dignidad” es uno de los más indefinibles, pero, al mismo tiempo, esenciales e irrenunciables para dar fundamentación a los derechos humanos. Ni siquiera los más importantes tratados internacionales sobre los derechos humanos –como el del 1948– definen esta palabra, sino que se limitan a destacar que la dignidad es “inherente a todos los miembros de la familia humana”, quienes son “libres e iguales en dignidad y derechos”. Si bien no la definen, sin embargo destacan que la dignidad es inseparable de la condición humana: está relacionada con el mero hecho de ser un “ser humano”. Por lo tanto, no hay seres humanos sin dignidad. (…)
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