El futuro trabajo de la convención constitucional
El acento argentino de Valeria Palanza resuena de entusiasmo cuando habla del momento político chileno.
“Estoy encantada de ser analista y observadora directa de este proceso que es fascinante”, dice la profesora, subdirectora y jefa del pregrado del Instituto de Ciencia Política de la UC, también miembro de la Red de Politólogas. A nuestro país llegó hace una década tras doctorarse en Princeton y con un posdoctorado en Notre Dame.
“Fue una buena decisión quedarme acá, estoy contenta, sobre todo comparado con Argentina... ”. Aunque añade: “Claro que la situación allá se ha utilizado como cuco para decir que Chile va en el mismo camino... Alguien por ahí habló de que estamos viviendo la peronización de la política chilena... Es no entender nada. Lo de allá es el resultado de una larga cadena de malas decisiones durante un siglo de historia... En cambio hoy en Chile el espíritu es cómo hacer un país mejor para todos.
Ojalá que eso se mantenga en la convención”. Dicho esto, Palanza se lanza con las alertas... “Los últimos 30 años de democracia no prepararon a la clase dirigente para la negociación; había un statu quo y reglas del juego que sólo se podían cambiar a menos que hubieran grandes consensos para superarlos dos tercios. Ahora el escenario es muy distinto. La clase política estará obligada a ejercitar un músculo muy poco tonificado que es el de la negociación para poder generar acuerdos, aprender por fin a ceder y a conceder. Eso es lo que debiera caracterizar la política a partir de ahora... ”. —¿ Se podrá? —Lamento decir que el sistema está mal preparado.