Incendio afectó un 34% de la superficie de Viña del Mar y 38% de Valparaíso
Información clave para la toma de decisiones tras uno de los mayores desastres ocurridos en el país durante los últimos 30 años, fue generada por un equipo de investigadores y profesionales del Centro de Investigación para la Gestión Integrada del Riesgo de Desastres (CIGIDEN).
El equipo, apoyado por la Secretaría de Planificación (Secpla) de la Municipalidad de Viña del Mar, estuvo durante tres días realizando un catastro de daños en el área afectada de la comuna de Viña del Mar. Allí, realizaron un mapeo de las áreas afectadas con apoyo de imágenes satelitales, así como un levantamiento de infraestructura crítica y equipamiento urbano. Junto con lo anterior, se llevó a cabo la prospección de los principales factores de exposición y vulnerabilidad para la población, así como también los requerimientos y testimonios de las personas afectadas tras la emergencia. (…)
Los resultados permitieron determinar la superficie quemada durante los siniestros, equivalente a un total de 9.215,9 hectáreas que abarcan sectores urbanos, agrícolas y forestales en cinco comunas de la Región: Valparaíso, Viña del Mar, Quilpué, Villa Alemana y Limache.
En Viña del Mar, el incendio quemó el 45% de la cobertura de pastizal-arbustivo y el 10% del suelo construido, estimándose un total de 9.828 edificaciones afectadas en la comuna. El incendio afectó al 34% de la superficie de la comuna de Viña del Mar, con una parte importante de suelo construido y el 38% de la superficie comunal de Valparaíso.
Carolina Martínez, investigadora principal de CIGIDEN y directora del Centro UC Observatorio de la Costa, quien lideró el trabajo científico en el área siniestrada, explica que se generó un catastro de daños de infraestructura a través de 136 puntos levantados en terreno en los principales sectores afectados. (…)
La académica agrega que entre las causas que dificultaron la evacuación causando la pérdida de vidas humanas, se cuenta "el trazado de calles irregular, el colapso de la redes críticas (eléctrica y agua), el crecimiento urbano espontáneo, la materialidad de las construcciones, la falta de simulacros para incendios, el manejo de sustancias agravantes al fuego (tendido eléctrico, balones de gas) y la falta de diseño urbano resiliente (vías de evacuación, rutas expeditas para bomberos)".
Por su parte, Rodrigo Cienfuegos, director de CIGIDEN y académico de Ingeniería UC, explica que fruto de esta investigación se pudo también constatar una vez más la capacidad de autoorganización de la comunidad, "en especial a través de juntas de vecinos, identificándose elementos de resiliencia social que podrían reforzarse con programas locales de gestión del riesgo". (…)