Una estrategia de minerales críticos para Chile
La competencia global por los minerales críticos está desatada. Las potencias saben que un mayor acceso a recursos naturales estratégicos para la transición energética equivale a mayor poder global. Chile tiene un espacio clave en la discusión, como principal país en reservas de litio, primer productor de cobre a nivel mundial y lugar con abundante cantidad de yodo, molibdeno, cobalto, manganeso y tierras raras, entre otros.
Estados Unidos y China –confrontados a nivel geopolítico- buscan asegurar el suministro de litio para desarrollar sus respectivas industrias de vehículos eléctricos y tecnologías de energía renovable. La Unión Europea, en tanto, busca su autonomía estratégica frente a las grandes potencias y ha liderado los esfuerzos por dotar de un marco regulatorio el tratamiento de los minerales críticos y las tierras raras a través de la European Critical Raw Material Act.
¿Cómo debiéramos entonces abordar esta materia? Como señalamos en un reciente estudio para Cancillería, es necesario avanzar en una “Estrategia de Minerales Críticos”. Basados en la revisión internacional y especialmente en la experiencia de Australia, Canadá y EE.UU., proponemos cinco recomendaciones para nuestro país.
Primero, realizar en el corto plazo una estrategia de minerales críticos para la próxima década, en línea con la experiencia de Australia y Canadá. Esta estrategia debiera implementarse de manera urgente, considerando la opinión de actores de la industria, la academia, el gobierno y las comunidades y servir de referente para impulsar las inversiones necesarias en capital físico y humano que permitan tener un rol protagónico y estratégico en la industria minera del futuro.
Segundo, el desarrollo de proyectos y la atracción de inversión son elementos centrales de una estrategia de minerales críticos. Proponemos que sea un objetivo país frenar el retroceso en la participación mundial de producción de litio. Esto es posible, por ejemplo, si se considerara una expansión del modelo vigente para acelerar el aumento de la producción, tanto de las empresas actuales como de nuevas compañías durante los próximos años. (...)