Académicas de Campus Villarrica escribieron cuento para aprender a hacer huertas

Por medio del relato y de las ilustraciones de Mirla Vega, se van transmitiendo enseñanzas acerca de la clasificación de los desechos, la basura orgánica y la forma de cultivarla en espacios pequeños.

Soila Chinchilla, Flor Picaflor, Huillín del Sur y Zorro Culpeo son cuatro escolares que conversan acerca de un basurero lleno hasta el borde. Ante la inquietud que surge en ellos sobre el destino de los desechos cotidianos, su profesora Becacina les enseña a hacer una huerta con restos de frutas, verduras y elementos reutilizables.

Las académicas Ester Villagrán y María de la Luz Marqués, del Campus Villarrica, son las autoras del libro “¿Y si hacemos una huerta?”. En él relatan la historia de cuatro amigos y su aprendizaje acerca del reciclaje y el cuidado del medioambiente. Por medio del cuento y de las ilustraciones de Mirla Vega, van transmitiendo enseñanzas acerca de la clasificación de los desechos, la basura orgánica y la forma de cultivarlos en espacios pequeños.

Este documento surgió del proyecto “Educar a través de la literatura infantil para la sustentabilidad desde la infancia”.

La profesora María de la Luz, cuenta que la motivación para el proyecto y el libro se origina en la certeza de que la educación para la sustentabilidad es un tema importante hoy en día. “Su complejidad y trascendencia demanda buscar alternativas que permitan llegar hasta los niños y las niñas con planteamientos simples, cercanos a su cotidianidad y que les permitan comprender de qué estamos hablando y cómo ellos, desde su rol en la infancia, pueden colaborar para hacer de su entorno, un espacio sustentable”, expresa.

Según la académica, desde estas premisas pensaron que un libro álbum podía ser una opción para acercar a los niños a esta temática, comprometerlos con ella y, a partir de su contenido, realizar acciones concretas que les permitieran desarrollarse como ciudadanos activos.

Además explica que los personajes son animales endémicos humanizados, todos en peligro. "Intentamos representar, en los personajes, las diversas especies que desde el norte al sur de Chile, están en riesgo. El picaflor de Juan Fernández, el Huillín de la zona sur, la chinchilla en el norte, y el zorro culpeo y la becacina a lo largo de todo nuestro territorio".

“La idea inicial surgió de una maqueta realizada por la ilustradora del cuento, Mirla. Ella diseñó, como parte de las tareas que debía desarrollar durante su formación, un cuento que trata de los espacios exteriores y la necesidad que los niños y niñas tienen de acceder e intervenir en ellos. A partir de esta propuesta surgió la idea de abordar la temática de la sustentatibilidad en espacios exteriores que son comunes, en este caso, a una comunidad educativa. Uno de los personajes de esta historia era Soila chinchilla y su madre”, detalla Marqués.

“Se observó que era posible abordar los conceptos de reducción y reutilización a partir de lo que sucede en los establecimientos educacionales. El reducir nuestros desechos orgánicos y reutilizar recipientes y contenedores es una forma de contribuir a la preservación de nuestro ambiente, brindando oportunidades para que los que vendrán puedan disfrutar de lo que hoy tenemos”, enfatiza la profesora.

Puedes descargar el libro gratuitamente.