Alumnos de diversas zonas de Chile expusieron proyectos sobre cosecha y reutilización del agua

Decenas de alumnos de escuelas, principalmente del norte del país, expusieron sus proyectos científicos en una actividad organizada por el Instituto de Geografía UC, la empresa Engie y la fundación Un Alto en el Desierto. 

Esta última entidad articuló la primera red de cosechadores y reutilizadores de agua en Chile en zonas afectadas por la sequía y la desertificación. Las escuelas participantes de la actividad son justamente parte de esta red, instancia que no sólo ha compartido sus experiencias en espacios académicos, sino también en estratos gubernamentales como el Senado.

Previo a las presentaciones de los niños, el decano de la facultad de Historia, Geografía y Ciencia Política, Patricio Bernedo aseguró que este tipo de actividades revela la “potencia de las comunidades escolares” en términos de cómo pueden materializar ideas relevantes para sociedad a través del trabajo en equipo. 

Además, Bernedo destacó el financiamiento por parte del Parque Eólico Monte Redondo de Engie, además de su contribución al desarrollo de las comunidades y el enfrentamiento del cambio climático a través de la sustentabilidad. 

El geógrafo UC y creador de Un Alto en el Desierto, Nicolás Schneider explicó que este encuentro correspondió a la sexta edición y valoró que la iniciativa –originada cuando pertenecía al Instituto de Geografía- se mantenga en el tiempo.

Schneider agregó que la provincia de Limarí, donde se han aplicado la mayoría de los proyectos escolares, “no sólo es una zona exportadora de frutas, sino que también es exportadora de talentos” aludiendo a las ideas de los alumnos.

Además, manifestó que uno de los desafíos pendientes es incorporar nuevos colegios a la red desde Elqui a la región Metropolitana.   

Reutilización de las aguas grises

Uno de los siete proyectos presentados fue el de la escuela “El Guindo” de Ovalle. Las alumnas de quinto básico Teresita Sorricueta y Yesenia Rodríguez dieron a conocer “Una gotita de agua para frenar la sequía”, iniciativa que consiste en reverdecer su escuela gracias a la reutilización del agua de los lavamanos para el riego.

“El objetivo es reutilizar el agua de los 11 lavamanos de la escuela, plantar árboles nativos, plantas medicinales y flores en la entrada de la escuela”, detalló Teresita. Se delimitaron ocho zonas de reverdecimiento y tras reunir el agua reciclada desde agosto a noviembre lograron acumular 25 mil litros de agua para el riego. Las niñas llegaron a la conclusión de que si plantaban 50 árboles, el reverdecimiento sería logrado.