Así impulsan distintas carreras el desarrollo de Cuidados Paliativos UC

Los cuidados paliativos son una especialidad médica que busca el alivio de los síntomas y del sufrimiento de una enfermedad terminal o avanzada que no responde a tratamientos curativos, esto, para entregar la mejor calidad de vida posible al paciente, y su familia, durante la etapa final de vida. 

“Para poder brindar un servicio de calidad en esta área se requiere de un equipo interdisciplinario compuesto por profesionales de medicina, enfermería, nutrición, kinesiología, fonoaudiología, terapia ocupacional, psicología, entre otras”, explica el doctor Alfredo Rodríguez, especialista en medicina paliativa, integrante del equipo UC.

Es por ello que Cuidados Paliativos UC, sección de la Escuela de Medicina, interactúa y cuenta con miembros en su equipo de distintas carreras de la salud. Con la Escuela de Enfermería, por ejemplo, realizan el Diplomado Interdisciplinario en Cuidados Paliativos y colaboran en la formación de enfermeras de práctica avanzada. En el Departamento de Ciencias de la Salud participan en clases de pre y postgrado de Nutrición, Kinesiología y Terapia Ocupacional; y en la Facultad de Química y de Farmacia, internos realizan su práctica junto al equipo, entre otras actividades. 

“Cuidados Paliativos UC generó una alianza con la Escuela de Trabajo Social mediante docencia y pasantías clínicas, y la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales a través de un huerto en Clínica Familia” - Alfredo Rodríguez, médico integrante equipo UC

Por otro lado, para entregar un servicio de calidad, también es muy importante que este equipo tenga características interdisciplinarias a través de integrantes que no son parte del mundo de la salud propiamente tal.

“Así es como Cuidados Paliativos UC generó una alianza con la Escuela de Trabajo Social mediante docencia y pasantías clínicas, y la Facultad de Agronomía a través de un huerto en Clínica Familia, campo clínico de la Facultad de Medicina UC”, agrega Rodríguez. 

Cuidados Paliativos UC en el Magíster de Trabajo Social Clínico

Entre 2019 y 2020, la malla curricular de Trabajo Social UC tuvo un rediseño en el que se incorporó una formación clínica dentro de Pregrado. “Esto significó que, como escuela, comenzamos a apostar por impartir la especialidad de trabajo social clínico, área que ha estado poco desarrollada en Chile en términos formativos”, indica Olaya Grau, académica de la Escuela de Trabajo Social UC e investigadora adjunta del Centro para Prevención y el Control del Cáncer (CECAN).

En paralelo, se comenzó a impartir el Magíster en Trabajo Social Clínico, el cual fue diseñado en colaboración con la Universidad de Texas, en Austin, quienes tienen una importante trayectoria en el área. Es a raíz de esta nueva apuesta que se generaron alianzas que aportarán en la formación de los estudiantes de Trabajo Social en el área clínica, entre ellas, la que tienen con la sección de Cuidados Paliativos UC. 

“El trabajo social clínico busca participar de prácticas especializadas o intervenciones desde un proceso terapéutico, el que colabora en el afrontamiento del sufrimiento y malestar subjetivo de las personas. Estamos hablando de intervenciones interdisciplinarias que permitan aliviar el sufrimiento desde la esfera social de los pacientes”, explica la académica.

Estos cambios en la malla de Trabajo Social UC coincidieron con los primeros años de pandemia. En ese momento, el Gobierno de Chile tenía dentro de sus proyectos un programa llamado Reconectado, al cual se les solicitó participar como escuela, incorporando a integrantes de su equipo en distintos hospitales de la red de salud pública de la Región Metropolitana. 

“La idea era acompañar a los pacientes que estaban con Covid-19 y que requerían contacto con sus familiares o su red de apoyo. Así fue como comenzamos a interactuar con el área de cuidados paliativos de la universidad, principalmente a través del doctor Pedro Pérez, jefe de la sección. Ellos nos proporcionaron algunas capacitaciones, nos instruyeron en el tema de fin de vida y el dolor”, cuenta Grau.

Una primera parte de esta colaboración fue a través de una pasantía realizada por las docentes de Trabajo Social, Valentina Garrido y Nicole Álamo, quienes, en plena crisis sanitaria, realizaron trabajos en conjunto con el equipo clínico que atendía a pacientes Covid-19 en la Red de Salud UC CHRISTUS, específicamente, los que se encontraban en el Hospital Clínico ubicado en Marcoleta. 

Con esta pasantía, para ambos equipos de la Universidad Católica, quedó clara la importancia de esta alianza, la cual se fortaleció con la llegada de Valentina Garrido al equipo de Cuidados Paliativos UC, para realizar visitas diagnósticas a través de atención directa, ambulatoria, hospitalización y domiciliaria, a algunos pacientes con necesidad de cuidados paliativos. 

Asimismo, se realizó un pilotaje de centro de práctica donde estudiantes de pregrado de Trabajo Social hicieron prácticas en la unidad de cuidados paliativos de la Red de Salud UC CHRITUS. De este modo, se incorporó un curso optativo en la malla de pregrado sobre trabajo social clínico en cuidados paliativos; y un curso mínimo en el Magíster de Trabajo Social Clínico llamado Estrategias de afrontamiento de pérdida y duelo.

Finalmente, la académica de la Escuela de Trabajo Social UC destaca que el abordaje de los factores sociales que influyen en el sufrimiento de las personas, deben ser acompañados no solo desde la gestión activa de servicio y beneficio, sino también a través de la promoción de factores protectores de resiliencia, lo que se logra desde una perspectiva social clínica.

El huerto "Alma verde" en la Clínica Familia

Desde hace ya tres años que la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales inició un proyecto llamado "Alma verde" en Clínica Familia, uno de los campus clínicos de la Facultad de Medicina. Este consiste en un huerto urbano que tiene por objetivo principal fomentar la integración comunitaria, en donde estudiantes de agronomía, profesionales de la salud, pacientes y familiares puedan participar y desarrollar un huerto que permita surtir de hortalizas a la clínica, disminuyendo los costos de alimentación y, sobre todo, generando espacios de encuentro y reflexión. 

Esta idea surgió en el curso "Taller 4, de Emprendimiento A+S" en la Facultad de Agronomía y Sistemas Naturales, en el cual, durante el primer semestre de pandemia, se apoyaron varias iniciativas de huertos urbanos. El profesor a cargo, Luis Mejías, levantó esta inquietud y el decano de ese momento, Rodrigo Figueroa, recordó que en Clínica Familia le habían hablado de un espacio que se podría usar con dicha finalidad. 

“En octubre partimos a ver el lugar, un terreno de entre cinco y seis mil metros cuadrados. Bastó esa primera visita para saber que definitivamente teníamos que levantar nuestro huerto urbano ahí. En ese momento no pensamos en los pacientes, sino que estábamos más bien expectantes de qué es lo que necesitaba la comunidad de la clínica del huerto, por ejemplo, que fuera fuente de hortalizas”, cuenta Mejías.

Luego de cuatro semestres desde su inicio, el equipo tras esta iniciativa se ha ido adaptando y ajustando a las necesidades de la clínica, lo que, sin pretenderlo, los  ha ido acercando a los pacientes que están bajo cuidados paliativos, naciendo así un objetivo comunitario y un rol social del curso. 

Este programa cuenta con dos docentes a cargo, uno es Luis Mejías, es ingeniero comercial, profesor de matemáticas y experto en proyectos de innovación social, y el otro es Francisco Fuentes, agrónomo de profesión y doctor en la especialidad, quien se sumó al año siguiente a aportar a este enorme desafío. El equipo también lo componen un practicante profesional y un ayudante del curso. 

Los estudiantes, quienes parten haciendo un diagnóstico sobre la relación de los miembros de la comunidad clínica y el huerto, son parte activa del trabajo comunitario, articulando las necesidades y viendo, por ejemplo, si es necesario poner otras especies, modificar el riego, generar accesos y nueva infraestructura, junto con socializar este espacio para que sea conocido por más miembros de Clínica Familia.

“Como seres humanos tenemos distintas dimensiones que si no están bien nos pueden causar dolor, y es por eso que como Cuidados Paliativos UC velamos por aliviar las posibles causas de sufrimiento mediante un trabajo interdisciplinario” - Alfredo Rodríguez, médico integrante equipo UC

Es así como han surgido distintas instancias participativas. “El primer martes de cada mes, los alumnos realizan actividades con los pacientes que puedan bajar al huerto o, si hace frío, nosotros subimos. Son actividades simples en torno a este espacio, flora o fauna local. La idea es cuidar y trabajar en el huerto todos juntos, y que al equipo médico también se le permita descansar y contemplar este hermoso espacio, que vengan a relajarse, conocer un poco más de plantas e incluso de aves”, explica Luis. La versatilidad del huerto "Alma verde" la lleva desde ser fuente de alimento hasta un lugar de espiritualidad al que los pacientes y trabajadores de la Clínica Familia pueden ir a sembrar, cosechar, reflexionar y relajarse. 

“De todo ese espacio, tenemos usado apenas un 10% con cultivos, entonces, si efectivamente todo ese terreno queda a nuestra disposición, hay mucha proyección. Hoy, por ejemplo, estamos empezando a levantar un invernadero, vamos a diseñar frutales y un lugar con más sombra y bancas para la comunidad”, agrega Luis. 

El foco en todas las dimensiones del paciente para lograr un trato integral

Estos trabajos mancomunados con distintas carreras de la Universidad Católica surgen debido a la esencia de los cuidados paliativos: dar alivio y disminuir el dolor y sufrimiento en los pacientes que ya están en el fin de sus vidas o con enfermedades graves o terminales, más allá del ámbito biomédico. 

“El sufrimiento muchas veces no es solo físico, también puede ser espiritual, psicológico y social. Como seres humanos tenemos distintas dimensiones que si no están bien nos pueden causar dolor, y es por eso que como Cuidados Paliativos UC velamos por aliviar las posibles causas de sufrimiento mediante un trabajo interdisciplinario”, finaliza Alfredo Rodríguez.