Así navega un robot submarino en la primera piscina experimental UC
El pasado jueves se inauguró un innovador estanque para probar tecnologías locales como si estuvieran en el fondo del océano.
Un equipo de investigadores del Departamento de Ingeniería Mecánica y Metalúrgica puso en marcha la primera "piscina-laboratorio" para robots submarinos de bajo costo, que espera potenciar la investigación del fondo marino chileno. Se trata de una estructura cilíndrica que mide 5,5 por 3 metros de diámetro y de alto, respectivamente, fabricada en base a planchas de acero y con ventanas para visualizar las pruebas de los equipos en su interior.
El equipo de robótica UC contaba antes con una piscina básica, como las que se instalan en las casas, que tenía un metro de alto. Esta permitía probar el funcionamiento de los equipos, pero no los algoritmos que estaban operando en la universidad.
Ahora, con la piscina-laboratorio recién inaugurada, los robots podrán ver a través de sus sensores y cámaras. Además, tendrán la oportunidad de saber cómo navegarían en el océano, al permitir simular las mismas condiciones del fondo marino.
Puedes ver cómo funciona en el siguiente video:
Un valioso aporte
Durante la inauguración, el rector Ignacio Sánchez destacó esta importante iniciativa y el trabajo de todos los actores involucrados, relveando sobre todo el gran valor que tendrá este trabajo bajo la recreación de las condiciones del fondo marino, sino que además de su aporte clave a la investigación y a la conformación de redes con destacados centros a nivel mundial.
"Hoy se abre una valiosa oportunidad para la universidad, al desarrollar y potenciar la investigación del fondo marino, y de participar e incluso liderar colaboraciones en este ámbito con otras instituciones de reconocido valor en el investigación en el área a nivel mundial", enfatizó el rector Sánchez.
El decano Juan Carlos de la Llera, destacó el valor interdisciplinario que tiene este estanque. Por un lado está el desarrollo robótico, un tema que está muy en la frontera de la investigación mundial, y por otro el tema marítimo, uno fundamental para Chile. En ese sentido, valoró que esta iniciativa ayudará a conocer más sobre el fondo marino no solo para efectos de investigación, sino también a conocer más sobre muchos de los fenómenos que ocurren en el océano.
"Para poder diseñar esto, para probar los algoritmos, para poder controlar el sistema, tienes que ensayarlo en alguna condición realista. Y lo que permite este estaque es someter a este vehículo submarino a una condición realista, que permite probar mecanismos de control, los problemas de corrientes, probar cómo mapear, cómo obtener imágenes, cómo procesarlas en tiempo real, entre otros. Es una especie de laboratorio para realmente probar distintas tecnologías, pensando luego en llevarlas a la situación real en el océano", detalló el decano Juan Carlos de la Llera.
Asimismo, Giancarlo Troni, académico de Ingeniería UC y quien lidera el proyecto, explicó que teniendo dos tercios de nuestro planeta están cubiertos por agua, y solo un tercio por tierra, nos hemos preocupado mucho más por este último. De hecho, lo tenemos mapeado en detalle, e incluso tenemos mapas de alta resolución de la Luna o Marte. En el caso nuestros océanos, conocemos solo el 5% y no tan en detalle, entonces, es decir que hay un 95% que desconocemos.
El académico también destacó y agradeció el gran esfuerzo de todo el equipo tras el desarrollo del estanque y señaló que se abren nuevas oportunidades para desarrollar tecnología y profesionales que vayan en ayuda de diversas necesidades que enfrentamos.
"Esperamos que con esto podamos abrir la puerta a otro tipo de actividades. Ya no solo pensar en que estamos haciendo algoritmos para publicaciones científicas, sino que podamos pensar en cómo dar soluciones a grandes problemas que tiene el país y nuestra sociedad", agregó Troni.
Un laboratorio 24/7
Para los investigadores, estar a tres metros del fondo marino, permite hacer mediciones, reconstrucciones tridimensionales o monitorear cómo está cambiando el fondo marino.
Asimismo, gracias a esta estructura los investigadores podrán trabajar “24/7”, sin depender del tiempo o de un barco para ir a investigar a la mitad del océano. Esto facilita el desarrollo de diferentes algoritmos que podrán ser usados en futuros estudios.
La idea del proyecto partió a fines de 2018 y su diseño se llevó adelante el año siguiente. Sin embargo, el estallido social y la pandemia impidió tener lista la piscina-laboratorio en 2020, obligando a retomar su fabricación recién en marzo pasado.
En paralelo, esta instalación permitirá a los ingenieros chilenos ser parte del concierto internacional sobre la exploración de los océanos, donde se ha destacado que hay menos de un 5% investigado.
En el país existe un equipo científico importante que está trabajando en esta área, como el grupo del Instituto Milenio de Oceanografía. Sin embargo, la ingeniería tiene el desafío de avanzar en este campo, para apoyar el trabajo científico chileno.