Cambios en las condiciones del PACE afectarán los sueños de muchos jóvenes vulnerables

En los últimos años, con el apoyo del Ministerio de Educación un grupo de  universidades ha desarrollado el Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo (PACE).  Sobre este programa escribieron en El Mercurio el rector Ignacio Sánchez y la presidenta de Feuc, Sofía Barahona. En la carta, publicada por el matutino este jueves 29 de diciembre, señalan que este es un sistema de admisión especial a la Educación Superior, orientado a los estudiantes de colegios vulnerables afiliados al programa, para ampliar sus oportunidades y poder corregir al menos en parte, las inequidades del sistema de admisión a las universidades.

Apuntan que uno de los principales objetivos del  programa es trabajar en conjunto con  los alumnos desde 3° medio, realizando nivelaciones académicas por medio de talleres y actividades de reforzamiento. De esta forma,  “se trata de disminuir las brechas educacionales que caracterizan a nuestro sistema”. Dentro de las condiciones y requisitos acordados entre la UC y el Mineduc, se planteó de manera oficial la exigencia de una asistencia mínima a los talleres para poder optar a los cupos del sistema de admisión PACE, lo que reconocía y premiaba el esfuerzo y dedicación al estudio. Sin embargo, aducen, durante este segundo semestre recién pasado, el Ministerio decidió cambiar y determinó borrar este requisito sin previa consulta a las universidades.

Según explican los autores,  esta decisión trae dos consecuencias negativas: primero, no se reconoce el valor del esfuerzo y sacrificio que realizaron los estudiantes que asistieron de manera regular a los talleres. Segundo, debido a la ausencia de un número mayor de actividades de nivelación, un número significativo de estudiantes no recuperarán sus brechas y vacíos académicos, por lo que difícilmente podrán mantenerse en el sistema. En síntesis, sostienen, esta  decisión significa afectar los sueños e ilusiones de las familias y jóvenes vulnerables, que con esfuerzo y dedicación desean estudiar y surgir.

“Hacemos un llamado al Ministerio de Educación a revertir esta decisión. Creemos que las universidades deben ser más inclusivas y a través del programa PACE podemos avanzar y cambiar el destino de estudiantes en condiciones de vulnerabilidad. La invitación es a que sigamos trabajando en conjunto, pero de forma dialogante y respetuosa por mayores oportunidades de los jóvenes de nuestro país”, señalan.