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¿Cómo apoyar a los escolares en sus clases híbridas?


La pandemia y su contexto internacional van planteando nuevos desafíos en todo ámbito. Bajo este marco: ¿cómo se puede dar el apoyo correcto a los estudiantes en un sistema que mezclará lo presencial y lo virtual? Aquí, algunos consejos.

Manos de niño escolar escribiendo sobre un cuaderno.

photo_camera La psicóloga Katherine Strasser recomienda el uso de calendarios bien visibles, agenda o pizarra. “Es necesario cualquier sistema que haga visibles las fechas importantes y que permita al estudiante, solo o con ayuda de los padres, tener presente lo que tiene que hacer y distribuir la carga de trabajo”. Imagen: Pexels

Un total de 2.998 establecimientos educacionales abrieron sus puertas para recibir alumnos en todo Chile durante la primera semana de marzo, según cifras del Ministerio de Educación. La reapertura presencial llegó al 37% del total de colegios del país en comunas sin cuarentena. Los formatos de clases han sido llamados “híbridos” porque combinan días en que los alumnos asisten físicamente al colegio, y otros en que deben conectarse a clases en línea. Esto, con el objetivo de cumplir los aforos adecuados para resguardar la salud de la comunidad escolar.

Es así como alumnos y apoderados deben adaptarse a nuevos formatos de asistencia y de clases que imponen nuevos desafíos. La polémica surge por parte de quienes temen severamente los contagios, o de aquellos que consideran que en sus establecimientos no están dadas las condiciones de higiene adecuadas. Sin embargo, hay consenso en que niños y jóvenes necesitan asistir en persona para cuidar su salud mental. Con ese mismo enfoque, ofrecemos algunas recomendaciones para cuidar el bienestar de adultos, jóvenes y niños.

Equilibrar flexibilidad y rutinas definidas

“Dadas las condiciones de encierro e incertidumbre, lo primero que habría que considerar es la flexibilidad de parte de los docentes y los padres, el formato es sumamente nuevo para todos, por lo cual no se puede esperar que tenga fluidez y continuidad de las clases presenciales”, indica Andrés Ried, académico del campus Villarrica, quien dicta clases a futuros educadores.

“Si está la posibilidad de tener clases presenciales, acentuaría el encuentro personal entre profesores, niños y niñas. El valor fundamental que se debe preservar es la transmisión de afecto y humanidad que hacen los y las profesoras a los niños y niñas. En las sesiones presenciales pondría mucha atención en generar espacios íntimos de compartir estados de ánimo, temores y esperanzas”, recalca Ried.

“Si está la posibilidad de tener clases presenciales, acentuaría el encuentro personal entre profesores, niños y niñas. El valor fundamental que se debe preservar es la transmisión de afecto y humanidad que hacen los y las profesoras a los niños y niñas" - Andrés Ried, académico campus Villarrica UC

Por su parte, la académica de la Escuela de Psicología, Katherine Strasser, enfatiza que se debe tener algunas rutinas: “Los horarios y las rutinas son muy importantes. Ayuda mucho tener una estrategia explícita para verificar qué toca hacer, para cuándo, y distribuir el tiempo de estudio y tareas".

La enseñanza híbrida puede complicar un poco la rutina, porque algunos colegios harán turnos semanales y otros diarios -un día online, un día presencial; o una semana online y una semana presencial-. Este cambio constante puede dificultar la organización y distraer, en especial si hay demasiada carga escolar, o para aquellos estudiantes que presentan dificultades adicionales de concentración o autorregulación. 

Así, Strasser recomienda el uso de calendarios bien visibles, agenda o pizarra. “Es necesario cualquier sistema que haga visibles las fechas importantes y que permita al estudiante, solo o con ayuda de los padres, tener presente lo que tiene que hacer y distribuir la carga de trabajo”.

“Es necesario cualquier sistema que haga visibles las fechas importantes y que permita al estudiante, solo o con ayuda de los padres, tener presente lo que tiene que hacer y distribuir la carga de trabajo” - Katherine Strasser, académica de Psicología UC

Atender las preocupaciones

Muchas veces el agobio escolar surge de una sensación de incertidumbre sobre lo que hay que hacer, o inseguridad respecto a ser capaz de hacer lo que tengo que hacer. “Es útil dividir la tarea en partes pequeñas que el estudiante sepa que puede hacer, cada una por separado", dice la psicóloga Katherine Strasser. Foto: Karina Fuenzalida.

Otra consideración importante en el paso a lo híbrido es que algunos estudiantes pueden tener preocupaciones relacionadas con el contagio. Según la psicóloga Katherine Strasser, así como con cualquier otra preocupación, es importante escuchar, y dar la información lo más precisa posible sobre riesgos y medidas de prevención.    

Muchas veces el agobio escolar surge de una sensación de incertidumbre sobre lo que hay que hacer, o inseguridad respecto a ser capaz de hacer lo que tengo que hacer. “Es útil dividir la tarea en partes pequeñas que el estudiante sepa que puede hacer, cada una por separado. Otra cosa importante es aclarar cuáles son las expectativas de la tarea, ya que a veces los niños y niñas piensan que se espera un producto mucho más exigente que el que en verdad se les pide. Finalmente, asignar un tiempo específico a cada parte de la tarea dará una sensación de control y de eficacia que disminuirá el agobio”, expresa Strasser. 

Se debe considerar cultivar el interés por el aprender y el descubrimiento conjunto. “La atención debe estar en proporcionar experiencias de aprendizaje gozosas y ojalá grupales -aunque sea virtualmente-", dice con énfasis Andrés Ried.

Aprovechar las ventajas de cada modalidad

En un modelo de clases mixto, que combina momentos presenciales y otros virtuales, "es fundamental que los docentes diseñen secuencias de aprendizajes con momentos pedagógicos claros que tomen en cuenta la ventaja que tiene cada modalidad”, explica Magdalena Claro, académica de la Facultad de Educación y experta en prácticas educativas digitales.

“Es relevante organizar las secuencias pedagógicas vinculadas a un objetivo de aprendizaje reservando los momentos de encuentro presencial para resolver dudas, discutir y retroalimentar, mientras que los momentos virtuales para entregar contenidos de manera audiovisual o escrita y solicitar ejercicios o tareas de reflexión individual o grupal”, recalca Magdalena.

Los padres como mediadores

El trabajo de los estudiantes en sus casas requiere que desarrollen autonomía y responsabilidad para desarrollar las actividades, resolver dudas, entregar los productos y cumplir con los plazos.

“En esta tarea los padres y madres debieran entenderse como mediadores del proceso, no como protagonistas ni actores fundamentales. El papel específico que cumplen como mediadores depende de la edad de los niños y niñas. Con los más pequeños -hasta 4to o 5to básico- es importante preocuparse de los aspectos técnicos de acceso a los recursos educativos, facilitar espacios tranquilos y silenciosos -dentro de las posibilidades del hogar-, definir rutinas de estudio y monitorear el desarrollo y entrega de tareas”, explica Magdalena Claro.

"Los padres y madres debieran entenderse como mediadores del proceso, no como protagonistas ni actores fundamentales" - Magdalena Claro, académica de Educación UC

Con los más grandes, el apoyo debiera centrarse en generar las condiciones de tiempos y espacios para estudiar -nuevamente dentro de las posibilidades del hogar-, pero buscando de manera progresiva que resuelvan los problemas de forma autónoma y asumiendo la responsabilidad de su propio proceso de aprendizaje. "Abrir espacios de confianza para conversar sobre posibles dificultades que puedan estar teniendo en el proceso y transmitir criterios o formas de resolver los problemas puede ayudar a que vayan desarrollando autonomía y responsabilidad”, enfatiza la profesora Claro. 


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