23 julio 2020
En esta cuarentena se puede ser científico sin necesidad de salir a terreno. Aquí explicamos cómo colaborar en proyectos de biodiversidad de Chile y de otros países. Lo que más se necesita es curiosidad y motivación. ¿Por qué? Aquí las razones.
photo_camera "Incluso en pandemia y confinados podemos contribuir en la investigación científica de proyectos que son muy complejos de realizar sin la colaboración de todos. Hay proyectos en los que se necesita información no sólo de Chile, sino de todo el mundo", explica Sebastián Escobar, académico de Agronomía UC. Imagen: Pexels
La chinita arlequín es una especie invasora.
No hay certeza acerca de cómo llegó a Chile, puede que haya llegado en barcos que trasladan productos a nuestro país, o que alguien la haya introducido artificialmente por sus capacidades para erradicar plagas de pulgones.
Lo que sí se sabe es que ha tenido un aumento explosivo y está atentando contra las chinitas locales. Se trata de una especie muy voraz que no solo devora pulgones, sino también las larvas de sus competidoras, lo que está incidiendo en una pérdida de la biodiversidad de estos coleópteros.
Sin embargo, gracias al aporte de cientos de chilenos, se han podido detectar los lugares en que ella habita y la manera de controlarla. A este aporte de persona comunes y corrientes se le conoce como ciencia ciudadana.
Gracias al aporte de cientos de chilenos se han podido detectar los lugares en que habita la chinita arlequín y se busca la manera de controlarla. A esto se le conoce como ciencia ciudadana.
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Según informan desde el proyecto Chinita Arlequín, en el cual participa hace muchos años la académica Tania Zaviezo, entomóloga de la Facultad de Agronomía e Ingeniería Forestal, y gracias a los más de mil reportes recibidos por ciudadanos, se sabe que esta especie invasora se encuentra entre las regiones de Coquimbo y Los Ríos. No obstante, “aún no conocemos en forma detallada su distribución. Es fundamental tu ayuda para seguirle el rastro a esta chinita invasora, conocer su nivel de diseminación y así poder establecer un plan de control”, se lee en la web de la Fundación Ciencia Ciudadana.
Pero, ¿qué es la ciencia ciudadana?
“Es un enfoque de participación activa en proyectos de investigación científica reales. Se configura como una participación muy puntual en el proceso de recolección de datos, a través de la entrega de información o recursos, o bien, se incluye dentro de la discusión o interpretación de resultados científicos. En este enfoque se busca un involucramiento profundo de saberes y un diálogo abierto y flexible entre investigadores y voluntarios”, explica Sebastián Escobar, profesor de Agronomía UC y director de la Fundación Ciencia Ciudadana.
El profesor Sebastián Escobar entrega algunas recomendaciones para ser científico ciudadano en este confinamiento:
"Los datos que entrega una persona de un avistamiento, por sí solos, no tendrían ningún efecto. Sin embargo, la recolección masiva y tratamiento de esa información sí genera investigación científica relevante" - Sebastián Escobar, académico UC
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