¿Cómo enfrentar el colapso global? Austeridad parece ser la respuesta
Frente a la actual crisis energética, la solución no pasa por cambiar a energías renovables, sino más bien lo fundamental es fomentar una cultura más moderada. Esto es parte de lo que plantea el profesor de la Facultad de Ciencias Biológicas en una entrevista publicada en Revista Universitaria.
*El presente texto es un extracto de la entrevista “Mauricio Lima: Lo que viene es austeridad o barbarie”, publicado en el número 175 de Revista Universitaria.
En su más reciente libro, “De expansiones y retiradas, el viaje poblacional del Homo sapiens” (Ediciones UC, 2023), Mauricio Lima, académico en el departamento de Ecología de la Facultad de Ciencias Biológicas e investigador en dinámica de las poblaciones, le sigue la pista a nuestra especie, con sus éxitos y fracasos.
En la publicación se plasma su interés en los colapsos demográficos de las sociedades en el pasado, aspecto que en la actualidad también es una amenaza debido a la crisis energética.
—Actualmente ha surgido con fuerza el concepto de ebullición global, y no solo el calentamiento. ¿Por qué hablar de colapso? ¿En qué punto se llega a eso?
—Se han analizado los colapsos a lo largo de la historia, por qué suceden y lo que se entiende de los ciclos es que se trata de algo inevitable. Joseph Tainter, que es un gran referente en este tema, al estudiar a los romanos y a los mayas, observó que llega un momento en que las sociedades complejas, que comienzan a extraer más y más energía del ambiente, en un mundo que es finito y posee límites, viven un desajuste y comienzan a mostrar rendimientos decrecientes. Es algo que “tiene” que suceder, porque al aumentar la burocracia, el ejército y las industrias, la tasa de cambio de la energía per cápita decrece y, como ya no se genera el mismo retorno, viene el colapso. De paso, se comienza a deteriorar el entorno natural.
—Entonces, ¿también habríamos iniciado el ciclo de los rendimientos decrecientes?
— Después de la Segunda Guerra Mundial vivimos un gran auge sostenido en hidrocarburos, pero en los años 70 se comenzó a perder esa capacidad de capturar energía y entramos en una tendencia regresiva. Estamos con un modelo de desarrollo agotado, con élites cada vez más adineradas escapando de los impuestos y las restricciones; hay menos ricos, pero más ricos, mientras son más los marginados en las democracias modernas liberales, lo que incluye a América Latina. Este proceso viene con una pérdida de poder del Estado y la aparición de economías paralelas, como la del narcotráfico, ocupando más espacios. Al mismo tiempo, está la descomposición del medio ambiente, con lo extractivo muy acelerado, la deforestación, la escasez hídrica y el abuso de los recursos marinos. Es decir, todo ahora es más complejo que antes y sin la energía necesaria. Estamos haciendo lo mismo que hacemos con la deuda financiera, postergarla para más adelante, suponiendo que después se podrá pagar; pero no es así.
Vivir en otra
A Mauricio Lima le importa el factor humano, porque incide directamente en los ciclos de expansión, estancamiento y colapso. La desigualdad provoca efectos y también la mayor o menor complejidad de una sociedad. Por eso le interesa la educación, por la necesidad de preparar a las nuevas generaciones para una nueva realidad. En paralelo, plantea, está el desafío de aportar más energía a los millones que hoy están bajo los estándares mínimos, cuya realidad ya es insostenible, moral y socialmente. Ve difícil la transición, aunque haya pensadores que creen que la salida está cercana.
—No hemos hablado de las energías renovables. ¿Cómo aparecen en este cuadro?
—Es peligroso el discurso de las energías renovables, creer que es la gran salvación. Pretender modificar la matriz energética, pero seguir viviendo en un entorno próspero y limpio, que supone altos consumos, es más peligroso que seguir acelerando. Muchos tendrán que usar al menos un 20% menos en los países desarrollados, para que el resto del mundo viva mejor. Y todo esto sin hablar de la intermitencia, que tienen horarios discontinuos, y que la mayoría de los materiales que ocupa la producción de equipos solares, eólicos, mareomotrices, son materiales que se extraen, trabajan y transportan consumiendo petróleo.
Mauricio Lima ve la naturaleza como otro protagonista, ahora más importante en este mundo nuevo: “La naturaleza sigue activa, sus entidades toman presencia, empiezan a ser actores relevantes en todos estos escenarios. Así como hay actores políticos que se reúnen para negociar, la naturaleza también va a necesitar tener sus representantes; ella ya no es inerte ni inocua. No son recursos solamente, ni paisajes de pura belleza en los parques nacionales; está formada por entidades vivas, que influyen decisivamente en nuestra calidad de vida.
Lee el artículo completo en Revista Universitaria nº 175, “Mauricio Lima: Lo que viene es austeridad o barbarie”
*Texto adaptado por Nicole Saffie, editora Web Home UC.