Competencia de los colegios no se vincula con mayor desarrollo de los alumnos asegura experto de Illinois
Los investigadores de sistemas educativos Christopher Lubienski y Martin Thrupp, compartieron sus visiones en el seminario "Sistemas escolares con colegios públicos y privados: la experiencia de los países desarrollados", organizado por CEPPE y la Facultad de Educación UC.
Con el objeto de analizar ejemplos de países con sistemas escolares que incluyen colegios públicos y privados, en sus dimensiones de calidad, innovación y diversidad, se desarrolló el seminario "Sistemas escolares con colegios públicos y privados: la experiencia de los países desarrollados", el pasado 22 de enero en el Centro de Extensión de la UC.
La jornada fue moderada por el subdirector del Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación, CEPPE, y experto en política educativa Alejandro Carrasco, y contó con la participación de Martin Thrupp y Christopher Lubienski, sociólogos de la educación que han estudiado los efectos de los procesos de privatización de la provisión pública de educación escolar en países como EE.UU., Reino Unido, Nueva Zelanda y Australia.
Carrasco destacó que ambos son autores autorizados para hablar del tema: Thrupp proviene Nueva Zelanda, un país donde el 93 por ciento de la educación es pública, y Lubienski de Estados Unidos, donde esa cifra alcanza casi el 90 por ciento.
Cuestionamiento al mercado
Christopher Lubienski, profesor de la Universidad de Illinois, se refirió a las expectativas y experiencias que trajo consigo la autonomía de los colegios privados. “Se espera que muchos beneficios del mercado puedan ayudar a la educación. Bajar los precios, diversificar la oferta, que niños no acogidos serían incorporados y mayor cobertura. Si bien existen esos beneficios potenciales, surgen inquietudes que no hay que dejar pasar. Se está delegando el sentido de lo público en actores no estatales, quizás lo más preocupante tiene que ver con la segregación”, expresó.
El expositor explicó también que mucha evidencia académica pone en entredicho el supuesto de que la competencia mejoraría la calidad. “Se suele afirmar que los cuasimercados suponen mejoras para la sociedad en general. Que todos se van a beneficiar de la mayor competencia. Pero buena parte de la experiencia recopilada por la OCDE muestra que la competencia de los colegios no está vinculada a un mayor desarrollo de los alumnos. Me gustan los mercados para muchas cosas, pero para un bien público como la educación los mercados van en perjuicio”, afirmó y agregó: “El mercado perjudica la educación y la autonomía va en perjuicio de lo social. Regular el mercado es como ponerle una cadena al tigre. Está atado pero sigue siendo un tigre”.
Buenas prácticas y desafíos
Por su parte, el sociólogo de la educación de la Universidad de Waikato Martin Thrupp, se refirió a algunos elementos positivos del modelo público en países con buenos resultados escolares. “A Nueva Zelanda la han beneficiado políticas como una ley que lleva a que profesores, directivos y auxiliares se les pague según una escala nacional. También existe una malla curricular general y otra maorí. Las escuelas que están ubicadas tanto en los sectores pobres y ricos se encuentran bien mantenidas y son inspeccionadas de forma periódica. La carrera docente se ha profesionalizado y hay integración del sector indígena”, destacó.
Sin embargo, Thrupp aclaró que aunque el sistema de escuelas públicas en Nueva Zelanda tiene muchos beneficios, no ofrece un desarrollo equitativo. Al respecto, aclaró que “hay escuelas públicas pobres y escuelas públicas ricas. Los logros reflejan esas inequidades. A medida que aumenta el decil socioeconómico, aumentan los resultados en las pruebas de evaluación y hay una mayor proporción de alumnos que puede ingresar a las principales universidades”.
El investigador de la Universidad de Waikato también se refirió a los sistemas de evaluación que califican a las escuelas, en base a su observación de distintos casos a nivel mundial. “Creo que hay un lugar para las pruebas en todos los sistemas. El problema es cuando se cree que las pruebas pueden entregarnos respuesta a todo, y cuando todas las medidas se toman a partir de los resultados de estas pruebas. Ahí es donde uno se pregunta ¿el perro mueve la cola o la cola mueve al perro? Lo cierto es que las evaluaciones pueden ser positivas, pero no debemos olvidar que el eje de la profesión está en la sala de clases. Muchos sistemas hacen que los profesores estén más pendientes de responder evaluaciones que de la enseñanza”, afirmó Thrumpp.
El seminario fue organizado por CEPPE y la Facultad de Educación UC, en el marco del Proyecto Anillo SOC 1107.
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Luis Gómez, CEPPE, lhgomez@uc.cl