Con el Papamóvil y variadas actividades, la UC conmemoró 30 años de la visita de Juan Pablo II
Con motivo de la visita apostólica de San Juan Pablo II realizada a Chile entre el 1 y el 6 de abril de 1987, la Universidad Católica y la Conferencia Episcopal celebraron este hito analizando el significado de su impacto social, político y cultural.
Con el Papamóvil que utilizó San Juan Pablo II hace 30 años, instalado en el acceso principal de la Casa Central de la Universidad Católica, se dio inicio a las actividades para recordar la visita del Pontífice a nuestro país y a esta casa de estudios.
Como parte de las actividades oficiales se realizó un coloquio presidido por el rector Ignacio Sánchez y Monseñor Santiago Silva, presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, además de un panel conformado por Sol Serrano, profesora del Instituto de Historia de la UC; Alberto Etchegaray, presidente de la comisión de la visita papal (1987); y Cristián Zegers, director del diario El Mercurio.
“Fue aquí, en esta universidad, donde se dirigió al mundo de la cultura y a los constructores de la sociedad y nos invitó a participar en la búsqueda de la verdad y servir sin descanso al hombre y a la mujer de Chile”, dijo el rector, recordando la visita donde el Papa dio un discurso en el patio de la universidad que hoy lleva su nombre.
Según el rector, en esa oportunidad el Papa dirigió “un saludo de aprecio a la universidad” expresándole su reconocimiento por la labor realizada y su aliento para seguir en la consecución de los objetivos propios de una universidad católica. Entre esos objetivos el Papa destacó la calidad, la competencia científica y profesional, la investigación de la verdad al servicio de todos, la formación de las personas en un clima de concepción integral del ser humano, con rigor científico y una visión cristiana del hombre, de la vida y de la sociedad, de los valores morales y religiosos, participación en la misión de la Iglesia en favor de la cultura.
Por su parte, en su exposición, Monseñor Santiago Silva destacó algunos aspectos que marcaron la visita, tanto a nivel histórico como político y social. “Queremos recordar el rostro y la palabra de Juan Pablo II para mirar el hoy a la luz del ayer, para ver nuestras realidades a la luz del mensaje que Juan Pablo II nos dejó hace 30 años. Agradecidos y convencidos de que esta experiencia de encuentro con el Señor dé lucidez para encontrarnos y recibir estas orientaciones del Magisterio Pontificio, sabemos que su palabra hoy, sin duda, nos ayuda a encarar los desafíos del tiempo presente”, señaló.
Según Monseñor, la visita de Juan Pablo II fue clave para Chile, en el sentido de que ayudó a los chilenos a recuperar espacios públicos, los medios de comunicación como lugares de visibilización y encuentro de la sociedad chilena, a validar y reconocer los sufrimientos, los conflictos y desafíos que agitaban el Chile de aquel momento.
El conversatorio en torno a la visita
En el panel donde participó la profesora Sol Serrano, Alberto Etchegaray y Cristián Zegers, y que fue moderado por la vicerrectora de Comunicaciones, Paulina Gómez, los invitados expusieron algunas repercusiones que la visita tuvo, desde el punto de vista de sus áreas de trabajo. La profesora Serrano inició su intervención explicando que desde que la universidad fue constituida, se esperaba una visita pontificia. Además, rescató aspectos del contexto histórico imperante en esa fecha.
Cristián Zegers, por su parte, destacó la importancia que tuvo y sigue teniendo la prensa al difundir este tipo de hechos históricos. Además, recordó algunos aspectos icónicos de la visita, tales como la oración realizada en el cerro San Cristóbal, el rol del pontífice en las relaciones bilaterales con Argentina y el diferendo de paz, la beatificación de Teresa de los Andes y los disturbios producidos durante esa ceremonia y el discurso en el Estadio Nacional, entre otras cosas.
Finalmente, Alberto Etchegaray, contó su experiencia organizando la visita en un contexto de dictadura. Según Etchegaray, parte del espíritu de la comisión fue llevar al Papa por calles principales y populares pensando transmitir de esta manera mayor cercanía con la gente. La decisión implicaba, según contaba, mucha seguridad. Emocionado, Etchegaray explicó que la visita del Pontífice tocó el alma de Chile.
Además del coloquio, se realizó una exposición fotográfica que da cuenta de la visita del Papa y de su significado para la UC. Además, en el patio Juan Pablo II hubo una oración y ofrenda floral, para luego dar paso al canto del Himno "Mensajero de la vida", a cargo de los creadores de esta icónica canción, los Huasos del Algarrobal, junto a un coro conformado por integrantes de la Comunidad UC.