“Condenamos la violencia, pero también los excesos en materia de derechos humanos”

La Alameda Bernardo O'Higgins está semiparalizada. Transitan apenas algunos autos y buses. Circulan jóvenes por el medio de la calle. Hay piedras en el piso. Restos de barricadas que todavía huelen a quemado. En Plaza Italia, encapuchados dispersos en distintos puntos les lanzan piedras a una docena de carabineros que se protegen con escudos y cargan lanzadores de bombas lacrimógenas.
Las puertas del frontis de la Universidad Católica están cerradas. El edificio tiene parte de sus vidrios quebrados, muros grafiteados con las más disímiles consignas —desde “hazte vegano” a “No+AFP"— y manchas de pintura.

El busto en honor a monseñor Carlos Casanueva, quien fuera rector de la UC durante 33 años, no ha corrido mejor suerte. Continúa pintarrajeado, pese a los intentos de sus funcionarios por repararlo.
A la universidad, por estos días, se ingresa por calle Lira, cruzando varias rejas. La clases están suspendidas y el rector Ignacio Sánchez aparece solitario en la puerta de su oficina del segundo piso. Muestra los vidrios quebrados de la rectoría y las piedras que han quedado junto a las ventanas.

• El lunes, criticó el accionar de Carabineros luego de una manifestación en el campus San Joaquín, por lo que le parecía un uso excesivo de la fuerza. ¿Por qué?

El lunes se produjeron enfrentamientos desde estudiantes a Carabineros y de Carabineros a estudiantes. Con uso de carros lanzagua, perdigones y balines. El saldo fue muy negativo. Tuvimos 4 estudiantes heridos y cerca de 60 bombas lacrimógenas lanzadas hacia dentro del campus. Nos pareció que hubo un uso desmedido de la fuerza. Por eso, nosotros lo denunciamos ese día.

•  Luego se hizo presente en el campus el jueves, cuando hubo una nueva manifestación...

Hasta donde sabemos, no se repitieron las lesiones. El uso de perdigones y balines no me consta que haya existido. Me alegra si ha habido un cambio. Nosotros hicimos una queja formal a Carabineros por su uso. Sinceramente, le veo solo riesgo a esa práctica. El perdigón y el balín no tienen un efecto más disuasivo que una bomba lacrimógena. Y pueden llegar a dar en partes del cuerpo que son complejas. En la cabeza, en lugares sensibles. No son proyectiles que se tiren al aire.

• Entiendo. Pero también hay ataques a Carabineros, y personas que señalan que hoy parte de las acciones en la calle no corresponde a una reivindicación social, sino solo a vandalismo y destrucción.

Por supuesto. Nosotros condenamos todo tipo de violencia, pero también los excesos en materia de derechos humanos. Yo he alabado la labor de Carabineros en muchas oportunidades. Su rol es mantener el orden público, y si se altera con actos de violencia y destrucción de bienes, Carabineros tendrá que detener a esas personas. Pero yo veo que hay más dispersiones y enfrentamientos que el hecho de quese lleven personas detenidas. Creo que tiene que haber un reanálisis sobre los procedimientos que está usando Carabineros.

• La universidad también fue vandalizada y se atacó una capilla. ¿Qué pasaría si estudiantes de la misma casa de estudios estuviesen involucrados?

No tenemos ningún antecedente de eso. Por la hora y porque no era parte de una marcha estudiantil, creo que es poco probable. Presentamos querellas por la agresión que sufrimos, pero no tengo ningún antecedente de que hubiesen sido estudiantes nuestros. Si hubiese sido así, se hace un sumario interno de inmediato.

Sánchez se muestra consternado también por lo sucedido con el ataque y la quema de la casa central de la Universidad Pedro de Valdivia: “Es un acto de barbarie que condenamos de manera enérgica. Es un atentado brutal a la cultura, al conocimiento y al patrimonio histórico. Toda mi solidaridad para esa comunidad universitaria”.

• ¿Cuáles cree que son los motivos de esta crisis?

Estas crisis no obedecen a una sola causal. La gran mayoría de la gente que se ha manifestado en forma pacífica, lo hace por situaciones de injusticia, inequidad e incertidumbre. Hay molestia y rabia por situaciones de abuso y también hay temor.

• También se habla de cambios constitucionales...

El debate constitucional está ahí. Hay que evaluar si se requiere una modificación de la actual Carta o si se requiere generar una nueva. Cuáles son los pros y los contras de una asamblea constituyente. Pero me parece, como señala el padre Felipe Berríos, que hay que ocupar las instituciones que tenemos. Pedirle al Parlamento que cumpla su labor y al Gobierno, que conduzca ese proceso. Me alegra que el Presidente Piñera haya dado un señal en ese sentido.

• ¿Cuál es el rol que puede cumplir una universidad en esta crisis?

Las universidades tenemos que cumplir nuestro rol. Por mucho que hoy las encuestas digan que las instituciones no gozan del mejor prestigio o la mejor salud, creo que más que dejar de lado a las instituciones, lo que hay que hacer es fortalecerlas. A tres semanas del inicio de este estallido crítico, lo que está en riesgo es la democracia y cómo vamos a tener un sistema de convivencia pacífica.

“Las universidades son un espacio apropiado para convocar no solo a estudiantes sino que también a la comunidad. Escuchar a los vecinos, a las organizaciones de base, a las comunidades parroquiales. Todos tenemos un rol en la superación de esta crisis, y tengo la esperanza de que el país saldrá fortalecido”, concluye.