Conoce al funcionario más “histórico” del Instituto de Historia UC

Hugo Briñero, conocido como “el pelao” lleva 49 años en la UC. Llegó a la universidad a los 19 años tras dejar la Escuela de Suboficiales y experimentó la transición que tuvo esta unidad por los campus Apoquindo, Oriente y San Joaquín.

En 1969, Jorge Chacón, administrador de Casa Central UC, recibió a un joven Hugo Briñero con 19 años y recién salido de la Escuela de Suboficiales, a quien citó para presentarse en el campus Apoquindo que estaba ubicado en Apoquindo y Tomás Moro, en este lugar hoy funciona una sede de Inacap. “Llegué allá cuando estaba en el tercer piso y eran alrededor de 20 oficinas más una Sala de Consejo. Hacía menos de un año que se habían separado Historia y Geografía”, comenta el funcionario.

De esta época, Hugo recuerda las conversaciones que tenía con Fernando Castillo Velasco, rector UC de ese entonces. “Cómo estai Huguito me decía, mientras yo le llevaba El Mercurio y su café, me pedía que me sentara a conversar en el otro extremo de la mesa”.

Historia en Oriente

Hugo guarda los mejores recuerdos de campus Oriente donde se cambió Historia a finales de 1972. “Llegamos a una gran sala porque aún no estaba listo el Instituto. Ahí estábamos el director, su secretaria y yo que era quien recibía a los profesores. Ellos firmaban el libro, se iban a clases y después a su casa porque no tenían oficina”.

“En campus Oriente, Hugo jugaba fútbol después de terminar el trabajo los días viernes e invitaba a estudiantes a ‘parchar’ a su equipo cuando le faltaba alguien. Una de sus características es su cercanía transversal con autoridades, académicos, personal administrativo y estudiantes”, destaca Fernando Purcell, quien fue director del Instituto de Historia y actual académico de esta unidad.

Si bien es aficionado al fútbol, Hugo confiesa que su verdadera pasión es el folclor chileno, siendo uno de los fundadores desde hace 25 años del grupo folclórico de la UC, donde además de bailar cueca, chilote, nortino, entre otros bailes típicos, toca el tormento, instrumento de percusión que consiste en un cajón hueco. “Al empezar éramos como 55, hacíamos presentaciones en el casino de campus Oriente y se llenaba. Recién tuvimos una presentación en la Catedral de Santiago y luego hicimos bailar a toda la plaza afuera de la iglesia, estaba lleno”, dice.

Purcell recuerda que en 1995, siendo estudiante de la Licenciatura en Historia y presidente del Centro de Estudiantes estaba organizando unas actividades y conversando con Hugo en el patio de campus Oriente cuando éste le dijo: “algún día serás el director de Historia”. “Yo lo miré con cara extrañada porque por entonces ni siquiera tenía clara mi vocación por la Historia, pero parece que Hugo sí. Pues en 2012 asumí como director del Instituto y Hugo fue invitado especial en la ceremonia y conté la anécdota” comenta.

Historia en San Joaquín

En 2001 el Instituto de Historia llega a campus San Joaquín donde se reencuentra con Geografía y Ciencias Políticas en una sola facultad. “Habían pocos edificios, estaba Economía y Educación también se había venido. Tú podías entrar por cualquier parte, estaban los árboles y la alameda no existía”, dice Briñero.

La académica del Instituto de Geografía UC, Carolina Martínez, recuerda que conoció a Hugo en 2015, cuando se integró a esta unidad. “Es de esas personas que aunque hayas conocido poco tiempo dejan huellas imborrables por su calidez y profesionalismo, ya que siempre demostraba un gusto enorme por su trabajo y cariño por sus integrantes”, comenta.

Durante el último año, en el Instituto de Geografía se implementó el Laboratorio de Geografía Física para Docencia, donde Martínez destaca el rol que cumplió este funcionario al velar porque cada equipo se instalara correctamente. “Fue un colaborador entusiasta que facilitó enormemente esta tarea, que ahora beneficiara a muchos alumnos de pre y postgrado, por lo cual en particular estaré siempre agradecida”, agrega.

El ‘pelao’, como le dicen en esta facultad, también se hizo famoso por organizar cabalgatas a la cordillera con grupos de profesores. “No pocos subimos a la montaña y pasamos la noche arriba con Hugo y sus amigos arrieros al son de la guitarra en torno a una fogata. Mulas cargadas con parrillas y mucha comida acompañaban a Hugo y sus amigos de la Facultad hasta bien arriba en las montañas”, recuerda Fernando Purcell.

Hoy, tras jubilarse con 49 años, Hugo sigue trabajando para el Instituto de Historia UC, pero como externo, haciendo trabajos esporádicos y con más tiempo para cabalgar por los cerros de Lo Barnechea donde vive junto a su familia.

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