Delegación UC visita la Estación Senda Darwin en Chiloé
Vincular el trabajo científico con otras áreas del saber, fomentando la interdisciplina, es lo que se busca en este verdadero laboratorio en terreno, parte de la Red de Centros y Estaciones Regionales, RCER, de la Universidad Católica.
Hay que cruzar el canal de Chacao, avanzar rumbo a Ancud y, a unos 15 minutos antes de llegar a esta ciudad chilota, doblar a la derecha por un angosto camino de tierra con una densa vegetación a sus costados. Entonces, un cartel da la bienvenida a la Estación Biológica Senda Darwin y un puente de troncos invita a sumergirse en la naturaleza. Al seguir por el sendero, se llega al centro de visitantes y más allá, se encuentra el laboratorio y la casa de huéspedes, donde se reúnen investigadores y estudiantes de distintas universidades y nacionalidades, quienes comparten el mismo objeto de estudio: el bosque.
Vincular la ciencia con otras áreas y fomentar el trabajo interdisciplinario, es el objetivo de la visita que realizó una delegación de la universidad integrada por el vicerrector de Investigación Pedro Bouchon, los decanos de Ciencias Biológicas Juan Correa y de Artes Luis Prato, la directora de Investigación María Elena Boisier, el director del departamento de Ecología de Ciencias Biológicas Pablo Marquet, el director de Investigación e Innovación de Ingeniería Domingo Mery, el director de Geografía Federico Arenas y la directora de Bibliotecas Evelyn Didier.
Desde más de 20 años, en esta estación se investiga cómo el cambio climático afecta los bosques. “Uno esperaría que a mayor temperatura los bosques crecieran más, ya que el clima se va poniendo más seco y más cálido en los meses de primavera y verano, pero también podría haber más mortalidad porque los árboles que experimentan una mayor temperatura sufren una mayor desecación”, explica el académico de Ciencias Biológicas y fundador de Senda Darwin, Juan Armesto.
Para determinar sus efectos, se realizan censos para determinar la tasa de mortalidad y crecimiento de los árboles, se hacen experimentos de exclusión de aguas lluvia, se mide la concentración de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono y se analizan los suelos, entre otros. “Los bosques, cuando están sometidos a estrés, dejan de ser captadores de carbono y empiezan a liberarlos, por tanto, nos da una señal importante de que no podemos descansar en la idea que los bosques son nuestra salvación para los efectos del cambio climático y nos tenemos que preocupar para que estos cuenten con las condiciones adecuadas para que efectivamente puedan cumplir esa labor”, afirma Claudia Papic, directora ejecutiva del Instituto de Ecología y Biodiversidad, IEB.
Aquí también se estudian algunos de los habitantes de los bosques, como el chucao, una ave de pecho rojizo, o el monito del monte, un pequeño marsupial. “Los bosques en el planeta son reservorios de biodiversidad, porque tienen una tremenda diversidad de fauna asociada. Nuestros bosques no tienen tanta variedad como las selvas tropicales, pero sí tienen especies que son endémicas y bastante únicas”, agrega Armesto.
Difundir ese conocimiento y colaborar a mejorar la calidad de vida de los habitantes, es otro de los objetivos que tiene la estación. Es por esto que se recibe periódicamente a grupos de escolares y sus profesores con una exposición de Charles Darwin, una muestra de las especies más representativas de este ecosistema, una sala de conferencias donde se realizan distintas actividades y un circuito autoguiado en el bosque con estaciones explicativas. Asimismo, se están desarrollando proyectos con comunidades locales que buscan ayudar a solucionar problemas que afectan a la isla, como la escasez de agua.
Ciencia en red
La Estación Senda Darwin pertenece a la fundación que lleva el mismo nombre y que fue creada en 1996 por un grupo de académicos de distintas universidades. Desde los inicios que estudiantes e investigadores de la UC han desarrollado estudios y participado en sus actividades, entre ellas, el curso de Ecología y Biodiversidad, y el de ilustración botánica. Esta relación fue formalizada hace dos años, con un convenio de colaboración firmado entre ambas entidades.
Desde entonces, se busca fortalecer los lazos y ampliar el uso de la estación, como un campo de estudio para otras disciplinas, y especialmente para poder dar respuesta de manera integral a problemas complejos, como los cambios que están afectando a la isla de Chiloé y que generan fenómenos como sequía o migración de su población. “El arte, por ejemplo, puede aportar en los problemas transversales de la sociedad, porque lo que hace es ayudar en la modificación de los símbolos que constituyen la identidad de una comunidad, como su paisaje o sus recursos naturales, de modo de reconstituir los vínculos que tienen con estos, muchas veces rotos”, reflexiona el decano de Artes, Luis Prato.
Senda Darwin forma parte de la Red de Centros y Estaciones Regionales, RCER UC, creada en 2017 por iniciativa del rector Ignacio Sánchez y coordinada por la Vicerrectoría de Investigación. Esta “es una gran plataforma distintiva de nuestra universidad que nos permite fortalecer la colaboración nacional e internacional, a través de la creación de conocimiento de frontera con sentido local e impacto global, muchas veces, fuertemente interdisciplinaria”, explica el vicerrector, Pedro Bouchon, y agrega: “A través de este trabajo en el territorio, se potencia el servicio a la sociedad y a las comunidades locales, aportando integralmente a la investigación de vanguardia, y junto a ella, a la formación de pre y postgrado, así como a su diseminación territorial”.
INFORMACIÓN PERIODÍSTICA
Nicole Saffie, Dirección de Comunicaciones, nsaffie@uc.cl