Director de Revista Universitaria recibe condecoración “Orden de Don Pedro de Valdivia”
En una solemne ceremonia, Miguel Laborde, recibió esta distinción que viene a coronar 50 años de trayectoria dedicada al resguardo y reconocimiento del patrimonio de los chilenos.
“La misma idea de nación se ha vuelto confusa en muchos ambientes académicos. Patria, incluso, es ahora un término políticamente incorrecto”. Con esta frase el director de Revista Universitaria de la UC y columnista de El Mercurio, Miguel Laborde Duronea, destacó la necesaria labor de relevar la identidad nacional, y de hacer una “memoria juntos”.
Laborde fue distinguido por el El Instituto de Conmemoración Histórica de Chile, del cual además es Miembro de Número, que le otorgó la condecoración “Orden de Don Pedro de Valdivia”, en el grado de Caballero-Comendador, en reconocimiento a su importante aporte a la cultura histórica y a la protección del patrimonio físico y espiritual de los chilenos.
Esta institución, fundada en 1937, ha otorgado este galardón solo a una veintena de personas. El primero de ellos fue otorgado al presidente Gabriel González Videla y otras autoridades.
La insignia de la Orden es el escudo de armas del linaje de Valdivia y la leyenda “La muerte menos temida, da más vida”. Ella consta hoy de un único grado de Caballero-Comendador o Dama–Comendadora, según sea el caso.
Miguel Laborde Duronea ha cumplido medio siglo de actividades vinculadas a la historia y la identidad de Chile. En 1967, el Premio Nacional de Literatura y director de la DIBAM, Roque Esteban Scarpa, nombró a Laborde como su secretario ejecutivo. En 1969 ingresó al departamento de Actividades Culturales de la Vicerrectoría de Comunicaciones de la Universidad Católica de Chile, donde creó un innovador programa de extensión para colegios y liceos, para llevar actividades culturales a la enseñanza media.
En 1981 comenzó a colaborar con el diario El Mercurio, a través de una serie de tres crónicas sobre la cultura mapuche, tras la cual se le encargó de escribir sobre los Lugares con historia de Santiago, actividad que continuó por décadas, con crónicas y columnas hasta el presente, y que fue el origen de su segundo libro, Santiago, lugares con historia, de 1990. En la actualidad conserva un espacio en ese medio, a través de la columna “El observador urbano”.
En el ámbito académico integró la Escuela de Arquitectura de la Universidad Andrés Bello, donde impartió los cursos de Historia de la Arquitectura. Estas actividades fueron reconocidas por el Colegio de Arquitectos, que lo nombró Miembro honorario en 1999. Ahora imparte el curso “Taller de relatos e imaginarios de Chile”, en la Universidad Diego Portales.
El año 2001 se convirtió en editor de Revista Universitaria de la UC y cuatro años después asumió la dirección de ese medio hasta hoy.