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Docentes UC publican investigación en psicología sobre pueblos indígenas


Roberto González, Héctor Carvacho y Gloria Jiménez, de la Escuela de Psicología, ahondan en cómo estos grupos originarios se perciben a sí mismos, tras una historia marcada por el colonialismo y la exclusión. El artículo fue publicado en el Annual Review of Psychology, la revista internacional más prestigiosa de la disciplina.

Mujer y niños mapuche caminando por el campo

photo_camera El artículo incluido en la prestigiosa Annual Review of Psychology, integra los hallazgos fundamentales que se han publicado sobre psicología y pueblos indígenas en los últimos 5 años a nivel internacional. Crédito imagen: Reuters..

Integrar los hallazgos fundamentales que se han publicado sobre psicología y pueblos indígenas durante los últimos 5 años a nivel internacional fue el encargo que les hizo la revista más prestigiosa de la disciplina, Annual Review of Psychology, a los profesores Roberto González, Héctor Carvacho y Gloria Jiménez-Moya, de la Escuela de Psicología.

“Para nosotros fue una sorpresa muy grande, un honor realmente y una enorme responsabilidad representar a nuestra disciplina y a la universidad. Ninguno de nosotros se habría imaginado que nos iban a contactar para escribir acerca de este importante tema en esta revista que es número 1 en todos los rankings internacionales de publicaciones de Psicología a nivel mundial”, relata Roberto González.

Pero este grupo académico hace tiempo que venía trabajando en el tema de los pueblos indígenas a través de varios proyectos Fondecyt, y con un rol muy relevante del Centro de Estudios Interculturales e Indígenas - CIIR y el Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social - COES, ambos ligados a la UC. “Este artículo surge de un trabajo colaborativo que hemos establecido entre ambos centros”, agrega el profesor González.

Dos años tardaron los investigadores en concretar el encargo. “Esta es una revisión o estado del arte de los principales trabajos que se han publicado sobre el tema durante los últimos cinco años a nivel internacional. Nos preguntamos: ¿qué ha investigado la psicología respecto de los pueblos indígenas, qué es lo que sabemos, en qué ámbitos de la psicología? Encontramos más de mil artículos, y luego de un arduo proceso de depuración, seleccionamos alrededor de 150 –el límite que exige el Annual Review of Psychology– asegurándonos que ellos dieran cuenta de la realidad de los distintos pueblos indígenas a nivel internacional en las diversas temáticas que abordó nuestra revisión”, cuenta la profesora Gloria Jiménez-Moya.

“El desafío era hilar y argumentar de una forma estructurada todo lo que se sabe en la materia desde la psicología. De ahí nació la idea de abordar primero el impacto que generó la colonización en los pueblos indígenas en distintos ámbitos, luego los procesos grupales como por ejemplo la socialización, formación de identidad y el cambio social que impulsan los pueblos indígenas, seguido por el análisis de las relaciones que se establecen entre los pueblos indígenas y no-indígenas. Por último, nos enfocamos en el efecto de la colonización en los aspectos más individuales e interpersonales. De esta manera, analizamos la temática desde lo más social a lo más individual”, explica la investigadora.

“Hay personas que por el hecho de pertenecer a ciertos grupos lo han pasado muy mal y que merecen todo el reconocimiento, valoración y respeto de la sociedad en su conjunto” -Roberto González, académico Escuela de Psicología

El resultado es un artículo de 35 páginas, que argumenta que existe un elemento común a todos los pueblos indígenas del mundo: la experiencia de la colonización y sus consecuencias en la esfera económica, social y psicológica.

El trabajo se divide en cuatro secciones:

1. La historia global de la colonización y las desigualdades sociales.

2. Aspectos relativos a la identidad y los procesos grupales, incluidas la transmisión intergeneracional de valores compartidos y los efectos positivos que genera en los pueblos indígenas, la conexión con la naturaleza y la promoción del cambio social.

3. El prejuicio y la discriminación hacia los pueblos Indígenas, y el rol que juegan los procesos psicológicos para promover relaciones positivas entre los pueblos indígenas y no-indígenas.

4. El impacto del trauma histórico y del colonialismo en la cognición, la salud mental y el bienestar de los pueblos indígenas, así como la base para el desarrollo de intervenciones exitosas que integran los conocimientos indígenas. Por último, se abordan los desafíos futuros de la investigación sobre estos temas.

Aunque el trabajo incluye investigaciones de autores indígenas, reconoce que se parte de un punto de vista sesgado –desde una visión “occidental”– y también da cuenta de la gran diversidad de los grupos indígenas y sus características propias que los diferencian entre sí. “Precisamente estos grupos buscan recuperar su identidad como un aspecto clave en el proceso de reconocimiento”, afirma Roberto González.

Las huellas de una historia compartida

En el mundo, existen 370 millones de personas en más de 70 países que se identifican como indígenas y hay más de 5.000 pueblos indígenas diferentes que hablan más de 4.000 lenguas, de acuerdo a Amnistía Internacional.

A pesar de pertenecer a culturas y rasgos diferentes, el elemento común a todos ellos sería la colonización. “En Latinoamérica estamos pensando que esto sucedió hace doscientos años atrás, pero hay grupos indígenas en el mundo que siguieron siendo colonias hasta la segunda mitad del siglo pasado. Fue algo más reciente”, explica Héctor Carvacho.

"Las consecuencias de la desigualdad pasan desapercibidas, o es difícil establecer que las causas de un problema social están tan lejos en el tiempo, pero se instalan una serie de relaciones y dinámicas hacia distintos grupos y van también perdurando" -Gloria Jiménez-Moya, académica Escuela de Psicología

Y continúa: “Lo que sucedió después, con los procesos de descolonización, fue que los Estados nacionales que se fundaron después de las colonias, mantuvieron una relación de exclusión o de explotación con los pueblos indígenas”.

Esta relación que viene desde el periodo colonial y continúa en la descolonización, sigue teniendo consecuencias en el presente, como expresa el investigador, en aspectos visibles como por ejemplo la educación. “Los sistemas educacionales excluyen las visiones culturales, las lenguas, las religiones de los grupos indígenas o los sistemas de salud, que vienen a imponer ciertas prácticas que muchas veces van en contra de prácticas ancestrales, y que terminan siendo percibidos como amenazantes e incluso en algunos casos, como extremadamente violentos”.

Existen 370 millones de personas en más de 70 países que se identifican como indígenas y hay más de 5.000 pueblos indígenas diferentes que hablan más de 4.000 lenguas, de acuerdo a Amnistía Internacional. Crédito imagen: Reuters.

Al respecto, añade su colega Gloria Jiménez-Moya, “muchas veces las consecuencias de la desigualdad pasan desapercibidas, o es difícil establecer que las causas de un problema social están tan lejos en el tiempo, pero se instalan una serie de relaciones y dinámicas hacia distintos grupos y también van perdurando”. Y agrega: “Van cambiando las formas de discriminación, pero esta sigue estando ahí”. Estas dinámicas, añade Roberto González, “tienen consecuencias individuales, como el temor a sufrir discriminación o ser objeto de estereotipos negativos”. “La pertenencia grupal es algo que te marca” –afirma la investigadora– “más aún si es un grupo, una comunidad, que ha sufrido un estigma y discriminación por mucho tiempo”.

Momento de cambio

El reconocimiento de derechos fundamentales para los pueblos indígenas surgió principalmente a partir de la segunda mitad del siglo 20, en la Organización de Naciones Unidas y otros organismos internacionales donde “los pueblos indígenas encontraron un espacio donde exponer sus problemáticas y delinear sus derechos junto con hacer causa común entre los distintos pueblos en el mundo que viven experiencia similares”, explica el profesor Carvacho.

Gracias a hitos como este, hoy nos encontramos viviendo un momento histórico de cambios, de visibilización de los distintos grupos tradicionalmente marginados, de inclusión y de un cambio de valores, a nivel global. “Estamos en un momento de empuje hacia la igualdad y el cambio social”, expresa Gloria Jiménez-Moya.

Y en este proceso, un aspecto clave es conocer y aprender de los grupos indígenas, de su visión y formas de ver el mundo. “Lo que busca este artículo es visibilizar, pero también aprender. Conocemos muy poco de ellos”, afirma Roberto González, quien precisamente lidera el Consejo de Interculturalidad UC, que busca implementar una política universitaria enfocada en la promoción de una mayor interculturalidad, que permita incrementar la presencia de estudiantes de pre y postgrado de pueblos originarios e inmigrantes, así como de académicos, en las distintas áreas del saber.

"Lo que sucedió (después), con los procesos de descolonización, fue que los Estados nacionales que se fundaron después de las colonias, mantuvieron una relación de exclusión o de explotación con los pueblos indígenas" -Héctor Carvacho, académico Escuela de Psicología

En Chile, el 12,4% de la población nacional se autoidentifica como miembros de algún pueblo originario, es decir, 2.185.000 personas (de acuerdo al Censo de 2017).

Como agrega el académico, este proceso de conocimiento también tiene que ver con políticas públicas que promuevan el reconocimiento constitucional de los pueblos indígenas y políticas de Estado de largo plazo, que impliquen recursos que le den sustentabilidad en el tiempo.

“Esperamos que este trabajo permita nutrir de contenido a quienes diseñan e implementan políticas públicas en la materia”, dice el profesor González y reconoce: “Fue muy duro escribir este artículo, porque son temas difíciles, pero también fue un privilegio, porque nos permitió ponernos en otro lugar. Hay una dimensión humana que queremos resaltar más allá de las ideologías políticas: hay personas que por el hecho de pertenecer a ciertos grupos lo han pasado muy mal y que merecen todo el reconocimiento, valoración y respeto de la sociedad en su conjunto. Y eso es lo que queremos visibilizar y compartir con la comunidad académica y no-académica a nivel nacional e internacional”.

Atendiendo ese objetivo es que los autores solicitaron al equipo editorial producir una versión online en inglés de la investigación, el idioma oficial del Annual Review of Psychology, y una versión online en español.


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