ECIM UC se consolida como referente internacional de investigación marina
Con su área protegida para la flora y fauna en el litoral central, la Estación Costera de Investigaciones Marinas no solo se ha convertido en un modelo pionero en el mundo, sino que también en un importante actor para el estudio de microorganismos, la energía mareomotriz y el calentamiento global.
Desde el estudio de microorganismos hasta el cuidado parental de grupos invertebrados, pasando por estudios que han llevado al límite el buceo tradicional o que han juntado disciplinas como la biología marina y el diseño. Todo esto se puede observar en la Estación Costera de Investigaciones Marinas (ECIM) de la Universidad Católica, que este martes 14 de noviembre a las 10:00 AM celebrará su cuadragésimo aniversario en Las Cruces, en la región de Valparaíso, ceremonia a la que asistirán investigadoras e investigadores de Chile y el extranjero, autoridades de gobierno y de la UC.
Un kilómetro de costa rocosa y el fondo marino adyacente, más un laboratorio que se encuentra justo al frente, conforman ECIM, ubicada en el litoral central. La particularidad de este centro de investigación es que la zona costera aledaña está libre de la intervención humana hace 40 años, siendo una de las primeras áreas marinas protegidas de Chile y el mundo.
“Esta zona es una de las pocas que hay en la costa sudamericana y por eso tenemos un patrimonio científico de información de datos que es tremendamente valioso para el país y también para el mundo. No hay observaciones de largo plazo en condiciones sin impacto directo humano en todo el Pacífico Sur”, explica Sergio Navarrete, director ECIM, quien agrega que en la estación cuentan con datos longitudinales de varias décadas, lo cual motiva el interés de investigadores e investigadoras de diversos lugares del mundo.
“Esta zona es una de las pocas que hay en la costa sudamericana y por eso tenemos un patrimonio científico de información de datos que es tremendamente valioso para el país y también para el mundo" - Sergio Navarrete, director ECIM UC
Diferentes investigaciones han sido viables gracias a las condiciones que entrega el centro. Una de ellas es la de Rodrigo de la Iglesia, investigador del ECIM y académico de la Facultad de Ciencias Biológicas de la UC, quien estudia microorganismos costeros marinos fotosintéticos y microorganismos que crecen sobre superficies naturales, como rocas, o superficies artificiales, como acero inoxidable.
“Al ser un espacio que está protegido de la intervención humana -hace ya 40 años- tiene unas condiciones súper distintas a los lugares circundantes y a otros lugares en los que trabajamos nosotros en Chile, que están harto más perturbados por actividades antropogénicas. Por lo tanto, te da una mirada más completa de cómo podría llegar a ser un ecosistema sin intervención y cuánto puede responder o cuánto puede adaptarse a las intervenciones que hagamos”, dice el académico.
“ECIM UC es la estación más antigua de nuestra Red de Centros y Estaciones Regionales, que representa un esfuerzo de la UC por desplegarse en nuestro territorio, desde el desierto de Atacama hasta Magallanes. En estos 40 años, ECIM UC no sólo ha realizado relevantes contribuciones en investigación, sino que también en la generación de políticas públicas, de trabajo con las comunidades, de formación de las futuras generaciones de investigadores y poniendo en valor nuestro mar”, comenta Pedro Bouchon, vicerrector de Investigación de la UC.
"En estos 40 años, ECIM UC no sólo ha realizado relevantes contribuciones en investigación, sino que también en la generación de políticas públicas, de trabajo con las comunidades, de formación de las futuras generaciones de investigadores" - Pedro Bouchon, vicerrector de Investigación UC.
Y así como hay investigaciones que estudian la superficie, hay otras que necesitan introducirse en lo más profundo para explorar el fondo marino. El buceo científico ha permitido desarrollar varios estudios, no solo en la costa rocosa del centro sino que también a lo largo de Chile, llegando incluso a la Antártica, así como también en las islas oceánicas del archipiélago Juan Fernández e Isla de Pascua.
“Toda nuestra investigación se ha desarrollado en terreno, de manera empírica, realizando experimentos manipulativos observacionales”, indica Alejandro Pérez Matus, investigador ECIM y académico de la Facultad de Ciencias Biológicas, quien sigue una línea de investigación de ecología submareal, centrándose en los sistemas que están por debajo de la línea de marea baja.
Sobre el buceo científico el académico agrega: “He fomentado una carrera hacia todo relacionado al buceo científico y ahora, a raíz del Núcleo Milenio para la Ecología y la Conservación de los Ecosistemas de Arrecifes Mesofóticos Templados -ecosistemas rocosos, que se ubican en latitudes medias, entre 30 hasta 300 metros de profundidad-, hemos implementado también un programa de buceo técnico que es casi inédito para Chile, porque hemos podido explorar a profundidades más allá de los límites convencionales del buceo tradicional".
“Toda nuestra investigación se ha desarrollado en terreno, de manera empírica, realizando experimentos manipulativos observacionales” - Alejandro Pérez Matus, académico Facultad de Ciencias Biológicas
La estación y su conexión con la comunidad
Junto con la investigación de las corrientes, los factores que afectan a la diversidad marina, las interacciones entre las especies y cómo estos procesos se ven alterados por actividades humanas, entre otros, ECIM también trabaja con las comunidades del sector de Las Cruces y de diferentes partes de Chile, para compartir conocimientos sobre la importancia del mar y sus ecosistemas.
“Hemos trabajado con pescadores, con comunidades en distintos lugares de Chile, como en Rapa Nui, en Navidad, en Juan Fernández, donde nosotros recopilamos información sobre los ecosistemas que rodean a esos lugares y les transferimos el conocimiento generado sobre las características de estos ecosistemas, de la diversidad de especies que habita en ellos, de modo que ellos puedan valorar lo que muchos de ellos conocen”, explica Miriam Fernández, investigadora del ECIM y académica de la Facultad de Ciencias Biológicas.
Una de las iniciativas de educación a la comunidad es Chile es Mar, la cual inició en 2011, financiada por el Núcleo Milenio Centro de Conservación Marina. El programa busca generar material y realizar campañas, abrir y crear espacios para acercar la información a los niños y público general y realizar talleres de capacitación de profesores de enseñanza básica y media. También lanzaron junto a la editorial Pehuén el libro Chile es Mar, el primero que explica el mar de Chile con un enfoque para niños.
“Creamos este programa que queríamos que tuviera un nombre que realmente reflejara lo que es Chile. Y Chile es mar, el 70% del territorio de Chile es mar”, explica Miriam Fernández, y agrega: “Hicimos el primer libro para niños sobre el mar de Chile, que también se llama Chile es Mar. Tenemos visitas guiadas a la estación costera donde pueden conocer un poquito más sobre las investigaciones y en algunos casos incluso hacer algunos trabajos con los niños para entender sobre el mar de Chile y sobre las medidas de manejo que existen en el país”.
“Creamos este programa que queríamos que tuviera un nombre que realmente reflejara lo que es Chile. Y Chile es mar, el 70% del territorio de Chile es mar” - Miriam Fernández, académica Facultad de Ciencias Biológicas
Recientemente se inauguró también un sendero interpretativo en la Punta del Lacho, que está contiguo a la estación de Las Cruces, y en la que los visitantes pueden disfrutar de la naturaleza, avistar aves y disfrutar del ecosistema protegido.
Modelo internacional para la ciencia marina
“Habíamos venido 200 veces a este lugar y ya en la desesperación dijimos bueno, este es el lugar”, cuenta Juan Carlos Castilla, Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas de Chile en 2010 y uno de los fundadores de la estación junto al académico Patricio Sánchez. “Era un sitio totalmente despoblado, no había luz, no había agua, no había alcantarillado, no había nada de nada”, agrega y explica que a las rocas solían ir parejas a ver la puesta de sol.
Tras iniciar una serie de gestiones con las autoridades marítimas a comienzos de los años 80, lograron obtener la concesión y con ésta cerrar un kilómetro de costa rocosa y fondo marino adyacente, con la finalidad de crear un laboratorio natural que impidiera todo tipo de intervención humana. Fue así como se creó una de las primeras áreas marinas protegidas del mundo. En 1983 la Universidad Católica inauguraría la Estación Costera de Investigaciones Marinas.
“La pregunta que nos hacíamos era ¿cómo eran las comunidades marinas, cómo se integran y qué tenía que ver el hombre con esto a través de su intervención?”, recuerda Castilla.
“Cuando cerramos a los dos años empezamos a ver una maravilla aquí adentro, sin tocar nada, sin hacer cultivo, y un montón de recursos empezaron a recuperarse. Había diez veces más loco, eran más grandes, había más lapas”, agrega el también académico UC y doctor en biología marina.
“La pregunta que nos hacíamos era ¿cómo eran las comunidades marinas, cómo se integran y qué tenía que ver el hombre con esto a través de su intervención?” - Juan Carlos Castilla, Premio Nacional de Ciencias Aplicadas y Tecnológicas y académico UC
Junto con experimentar un significativo incremento de los moluscos y otras especies, la iniciativa demostró científicamente cómo la intervención de la actividad humana alteraba los ecosistemas marinos. Esta experiencia sirvió como modelo para que en otras regiones del mundo se crearán también áreas protegidas.
Por otro lado, el trabajo de la estación incidió en el desarrollo de nuevos modelos de gestión y co-manejo de recursos marinos, lo cual fue introducido en la legislación -como la Ley de Pesca y Acuicultura de 1991- permitiendo así que ciertos sectores del litoral costero fueran asignados a organizaciones de pescadores artesanales para la explotación.
Observación del cambio climático
La variación de temperaturas provocado por el cambio climático ha afectado también a los océanos. En ciertos lugares se han producido la decoloración generalizada de corales y degradación de arrecifes, así como también la pérdida de la biodiversidad marina. Según estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, “más de la mitad de las especies marinas mundiales podrían encontrarse al borde de la extinción para 2100”.
En ECIM UC esta problemática ha sido investigada considerando sus múltiples factores. Sergio Navarrete, director de la estación, destaca que se requiere un enfoque que aborde la complejidad de este fenómeno, investigando cómo las diversas variables ambientales interactúan entre sí.
“Los ecosistemas están siendo impactados de distintas maneras, por ejemplo, a través de la extracción de recursos que disminuye las poblaciones de animales, reduce la biomasa y el tamaño poblacional, y también cambia la distribución de edades, de tamaños”, afirma Navarrete, lo cual coincide además con los efectos de los cambios ambientales provocado por las oscilaciones de temperatura en las costas.
A través de la investigación y el monitoreo en las zonas protegidas, según explica Navarrete, estaciones como ECIM UC podrían hacer recomendaciones relevantes para contribuir a mitigar esta problemática a nivel mundial.
Desde sus inicios la estación ha estado fuertemente vinculada a iniciativas internacionales de estudio, particularmente de países como Canadá, Francia, Italia y España.
“Mantenemos redes de colaboración muy fuertes con investigadores del mundo, no sólo del ámbito de la ecología, sino que también de la escenografía física, de cambio global, y en eso nos ha ayudado mucho la Red de Centros y Estaciones Regionales de la Universidad Católica”, cuenta el director, quien resalta que Chile tiene un importante potencial como laboratorio natural para estudios de cambio global, entre otros ámbitos.
Al tener una latitud extensa y una costa de cerca de 6.500 kilómetros de longitud, Chile genera gran interés en el ámbito de la investigación oceanográfica. Actualmente, la estación realiza colaboración conjunta con diversas alianzas internacionales, como son la Red de Laboratorios Marinos y con el Centro de Estudios de Largo Plazo. El registro de datos de observación de una vasta cantidad de años es un elemento que genera mucho interés a nivel mundial.
Sin embargo, todavía el país tiene muchos desafíos con respecto a la exploración científica del mar. “Creo que aún Chile no ha explotado suficientemente en el sentido de ayudar a usar estos laboratorios naturales para mejorar nuestra capacidad científica y hacer nuestra contribución a la sociedad a un mayor nivel aún. Podemos llegar a más partes del mundo con nuestro conocimiento”, afirma Navarrete.
En el contexto del aniversario de los 40 años se realizará precisamente el seminario "La observación de cambios climáticos en ecosistemas costeros" en ECIM UC, que contará con connotados expertos de Chile y del mundo en la materia entre el 15 y 16 de noviembre. Uno de los objetivos de este encuentro será analizar cómo el calentamiento del planeta está afectando a los oceános.
Proyecciones y trabajo futuro
La Facultad de Ciencias Biológicas ha estado vinculada a ECIM desde sus inicios, pero con los años se han ido sumando otras disciplinas a las diferentes investigaciones, como la ingeniería o el diseño.
“El trabajo que ha desarrollado el laboratorio, aunque tiene su corazón en temas de sustentabilidad desde la biología y ecología, también ha gatillado el trabajo interdisciplinar en problemas complejos que enfrentamos como humanidad”, explica Sergio Navarrete y agrega: “Estamos trabajando con ingenieros de la universidad en temas que tienen que ver con la energía de la ola, cómo han cambiado y están cambiando debido al cambio climático los regímenes de oleaje en esta parte del país y tratar de proyectar esos cambios en el futuro”, explica Sergio Navarrete.
Y aunque a primera vista las ciencias y el diseño pueden ser temas totalmente diferentes, en el laboratorio de Las Cruces ambas conviven. Alejandro Durán, académico de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos, junto con el profesor Rodrigo de la Iglesia, crearon un espacio de cooperación interdisciplinario con estudiantes de ambas facultades.
Estudiantes de diseño apoyan en la creación de espacios de divulgación y educación, además de diseñar dispositivos e instrumentos para las investigaciones. “Esta cooperación, que inicialmente es interdisciplinar, ha avanzado en la consolidación de nuevos tipos de saberes, saberes que se nutren desde ambos campos disciplinares y así están emergiendo nuevas formas de pensar”, explica Alejandro Durán.
“Esta cooperación, que inicialmente es interdisciplinar, ha avanzado en la consolidación de nuevos tipos de saberes, saberes que se nutren desde ambos campos disciplinares y así están emergiendo nuevas formas de pensar” - Alejandro Durán, académico de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos.
El trabajo interdisciplinar aún es incipiente y cada año se vuelve más necesario, según Sergio Navarrete: “Me encantaría que el laboratorio tuviera participación de otras facultades en los años que vienen y que también hubiera una conexión real, directa, con reparticiones del Estado”.
En estos 40 años de ECIM no solo han destacado las investigaciones, sino que también el trabajo de difusión de información a diferentes comunidades, incluyendo a los niños, quienes son el punto de partida para la concientización del cuidado del mar.
“Me gustaría ver una unidad de educación marina para niños, exclusivamente para niños. Te estoy hablando de 400 metros cuadrados, no estoy hablando de edificios. Tener un mini acuario, mini quiere decir una cosa a escala de 50 alumnos”, dice Juan Carlos Castilla y termina agregando que: “Esto (ECIM) para mí fue un sueño, pero si me dicen a diez años, ese sería mi sueño”.